»fifth«

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💫¿Estoy en el cielo? Porque acabo de ver a un ángel💫




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—¡Jung Jinah!

Me sobresalté al escuchar la escandalosa voz de Taehyung quien entró sin previo aviso en la oficina.

—¿Qué? ¿Qué te pasa?—pregunté extrañada ante sus repentinos gritos.

—¡¿Enloqueciste?! ¡¿Quién rayos es Min Yoongi?! No estoy de acuerdo en que él tome las fotografías, Jinah—demandó totalmente molesto y confundido.

—¿Por qué no? Yo sí quiero.

—¿Has visto cuánto cobra? El señor Choi nos cobra mucho menos y hace un excelente trabajo. ¿Por qué no dejas que se siga encargando de las fotografías como ha hecho antes?

—El dinero es lo que menos importa, Taehyung. Me gusta mucho el trabajo de Yoongi. Lo quiero a él, ¿entiendes?

La realidad es que ni siquiera tenía idea del trabajo que realizaba Min pero lo único que me importaba era lograr verlo otra vez sin que pudiera negarse.

—¿Dónde lo conociste? Porque pareces demasiado interesada en él—soltó Taehyung con una ceja alzada.

—Eso no es de tu incumbencia, Tae—sonreí. —Ahora mejor ve a encargarte de tu trabajo que aún tenemos muchas cosas que hacer.

Rodó los ojos y salió de la oficina no muy feliz. Me hizo reír.




*

El día del lanzamiento del libro por fin había llegado luego de tanto posponerlo.
El salón lucía lleno de personas; habían muchas más de las que me había imaginado. Taehyung corría de un lado a otro asegurándose que todo estuviera listo mientras yo repasaba una y otra vez mi discurso.
De vez en cuando alzaba mi vista e intentaba localizar a Yoongi entre las personas, pero al parecer aún no llegaba. ¿No se supone que tenía que ser profesional? Esperarlo me impacientaba.

—Debes salir ya, Jinah—se acercó Tae a hablarme. —¿Estás lista?

—Sí, oye...¿el fotógrafo no ha llegado?—lo ví con curiosidad.

—No, aún no—soltó irritado. —Que mal servicio, le advertí que el evento era a las cuatro y ya faltan dos minutos y no se ha aparecido. No estoy para nada feliz con tu decisión, ¿lo sabes?—me vió seriamente. —Pero bueno, solamente obedecí porque es mi trabajo y además para que estuvieras feliz.

—Por eso eres el mejor, TaeTae—reí pellizcándole las mejillas a lo que él refunfuñó.

—Ya, como sea, sal de una vez.

Me arreglé el cabello una vez más y salí de la sala en la que me encontraba hacia el salón en donde todos esperaban.

Una vez cruce por la puerta, me quedé paralizada al ver a alguien que recién había entrado por la puerta principal. Era Yoongi.
Mis ojos se abrieron con sorpresa; él estaba usando un elegante traje negro que lo hacía ver demasiado bien.
Las vez que me lo había encontrado e incluso el día que lo conocí el vestía tan casual que verlo en un traje era algo de infarto.
Estaba precioso, tenía que admitirlo.

—¡Ya llegó!—hablé emocionada dirigiéndome a Taehyung.

—¿Quién?—volteó a ver al salón con confusión.

—¡Yoongi!—sonreí. —Taehyung, dime...¿estoy en el cielo?

—¿De qué rayos hablas?—me vió como si estuviera hablando con una demente.

—Porque acabo de ver a un ángel.

—¿Qué dices? Estás loca, ¿ves su rostro? Dios, ese chico solo me indica que te alejes mil metros de él. ¿Jinah en qué estabas pensando? Este chico hará que todos se asusten. Incluso a mí me da miedo.

Reí.

—Estás exagerando. Él no, no es así.

—¿Lo conoces?

—No pero...

Las palabras no pudieron salir de mis labios en cuanto esos bonitos ojos semejantes a los de un gato se posaron en mí.









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