14. Aᴍᴏʀ ʏ ᴛᴇʀɴᴜʀᴀ

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—Tsumu, escúchame —le dijo Hinata— te voy a explicar

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Tsumu, escúchame —le dijo Hinata— te voy a explicar. No recuperé todos mis recuerdos, hoy el doctor me dijo que probablemente no lo haga, ya que mi subconsciente así lo quiere. 

—Entonces ¿Cómo es posible? —cuestionaba el más alto sin entender lo que estaba sucediendo.

—Kageyama.

—... ¿Qué? —se extrañó aún más.

—Fue él quien me hizo recordarte.

—Pero... ¿Cómo?

—Hmm, eso es algo curioso en realidad —reflexionaba el anaranjado—. Él solo dijo que quería una cita conmigo siendo su novio, también mencionó que era un experimento. Ah, pero no creas que hicimos algo malo, ¡para nada!, jamás incumpliría a la promesa que hicimos los tres —negó seriamente con la cabeza—. Estuvimos todo el tiempo en un parque, se comportó amable, educado y nada ostentoso. Ahora que lo pienso, fue como si te estuviera con una persona completamente diferente.

Al escuchar la inusitada explicación, Atsumu quedó estupefacto y demasiado confundido. ¿Por qué, estando en su sano juicio, Kageyama había hecho algo para hacer que Shōyō recobrara parte de su pasado? No tenía sentido, era como una trampa bastante tentadora en dónde el pelinegro le estaba ofreciendo a Hinata en charola de plata.

Todo parecía ser solamente un sueño de los que siempre tuvo miedo de despertar, estaba seguro de que pronto desaparecería la diminuta chispa de felicidad que le quedaba dentro. Sin embargo, era la más pura realidad.

El pequeño y bello pelinaranja ante él se encontraba sonrojado por lo que estaba a punto de decir:
—Atsumu, yo... no sé qué debería hacer —apretaba sus manos con fuerza—. Siento como si mi corazón fuera a explotar, todas las emociones que tenía dentro de mí solo se hicieron más fuertes... —confesó— He pensado esto por mucho tiempo, y necesito decírtelo ahora.

—¡T-tú debes estar confundido! —el rubio gritó en pánico sin dejar que el contrario terminara— ¡Y-Yo no soy el causante de esas emociones! ¡No puedo serlo! —se levantó del suelo y corrió hacía su habitación para encerrarse, dejando desconcertado y completamente solo a Hinata.

• • ✤ ✤ • ✤ ✤ • •

Atsumu se envolvió entre las sábanas, y en profunda oscuridad se repetía a sí mismo:
—Despierta de una vez Miya, ¡Despierta! —Aceptar el regalo que le había enviado Kageyama era aterrador. Además, temía lo que pudiera pasar si Hinata recordara más de su pasado, aun si eso fuera a beneficiarle, deseaba con toda el alma que no sucediera—. Mierda... —frunció el ceño— que pesadilla más cruel...

Segundos después escuchó abrirse la puerta de su habitación. La persona de la que había huido entró cuidadosamente y se sentó al pie de la cama. El cuerpo de Atsumu se tensó al sentir la presencia de Hinata, pues le avergonzaba lo cobarde que había sido al escapado de él en vez de ser sincero y hablar sobre el problema.

Cadenas de obsesión [En Emisión] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora