CAPÍTULO DOS.

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A la mañana siguiente, Nancy llevó a Harry a un recorrido por toda la casa, la cuál seguia siendo enorme. Después caminaron despacio por la playa, comieron helado y bromearon sobre el clima. Harry ignoró al rubio todo el rato, pero podía sentir su mirada clavada en su espalda.

Landon les pisaba los talones así que Harry aprovechó para molestarlo, abrazó a Nancy y la besó frente al rubio. El rizado sonrió maliciosamente cuando vio el semblante molesto de Landon. Sin embargo notó la incomodidad de su novia también. Cuando regresaron a la casa se toparon con un par de maletas en la entrada.

Los abuelos de la pelirroja, Lauren y John, se iban por un asunto de negocios en su empresa papelera. Con ellos se iban sus nietos, Stan, Phoebe, Eloy, Daisy y también Ollie.

—Me temo que no podremos pasar tiempo juntos. —dijo Lauren viendo a Harry. —Hay asuntos que debemos resolver. Es importante. Tú entenderás.

—No se preocupe. —dijo Harry con una sonrisa. —Me dio gusto conocerlos, son una familia increíble.

—¡Oh, cielo! —Lauren sonrió. —También eres increíble.

—Hasta luego Harry. —Stan se despidió pasando por alto a Nancy.

—Buen viaje Stan. —contestó el rizado con una sonrisa. Stan salió siendo seguido por las gemelas, quienes se despidieron de Harry con un corto abrazo y un <Hasta luego>.

Ollie y Eloy salieron después junto con John. El señor le había dicho a Harry que cuidara de Nancy mientras él no podía, el rizado le aseguró que así sería.

Harry vio por el ventanal como todos subían a una camioneta negra y se perdían en la carretera. Soltó un suspiro y se sentó en el sofá donde permanecía Nancy leyendo un libro viejo. Landon estaba sentado frente a ellos revisando su teléfono. Harry anotó mentalmente que debía llamar a su madre y a su mejor amigo, Ed.

—¿Nancy? —la atención de los presentes fue a parar en Jay. Su expresión seria puso nervioso a Harry, y es que Jay siempre tenía una sonrisa plasmada en su rostro. —Tienes una llamada en el teléfono. —le hizo un ademán de cabeza para que la siguiera. Nancy pareció extrañada pero aún así se levantó y siguió a su tía.

—Así que ahora sólo somos tú y yo. —dijo Landon llamando la atención de Harry, el rizado frunció el ceño y reprimió una carcajada.

—Así es Lucas. —Harry ocultó su tono burlón.

—Me llamo Landon no Lucas. —dijo el rubio, le costaba disimular el rechazo que sentía por Harry.

—¡Oh claro! Un nombre muy común, desde luego. —Harry le sonrió con malicia.

—Maldito hijo de...—Landon logró controlarse y no terminó la frase.

—¿Uhm? ¿Qué decías? —Harry alzó las cejas fingiendo curiosidad. Antes de que Landon respondiera entró Fizzy acompañada de Eli.

—¡Muchachos! —la rubia sonrió dejando ver su perfecta fila de dientes blancos. —¡Nos vamos al pueblo! —al ver que los dos chicos no se movían fingió molestia. —¡Andando!

—Oh. Claro. —murmuró Harry levándose del sofá y enviándole una mirada de fastidio a Landon cuando sus ojos hicieron contacto.

—¿Dónde está Nancy? —entonces preguntó Fizzy.

—Se fue con Jay. —le contestó Landon.

—Ve a llamarla. —Eli empujó suavemente a Fizzy mandándola en busca de su prima. No fue necesario ir a buscarla ya que Nancy entró en ese mismo instante, sus ojos llorosos alertaron a Harry haciéndole saber que algo iba mal.

Colapso. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora