CAPÍTULO TRECE.

3K 342 119
                                    

Tal y como lo dijo Nancy: era una jodida fiesta de adolescentes.

Lo que hubiese dado Harry por el disfraz de zanahoria que Ed eligió. Ahora tenía que soportar unas cuantas miradas por ir vestido como Sailor Moon, ridículo, así se sentía.

Al principio eligió el disfraz de Dorothy, era muy pequeño que no entró en Harry. La mala suerte al parecer si existía.

"The time" de "The Black Eyed Peas" sonaba en el bar. La pista estaba llena de adolescentes bailando como locos. Las luces rojas neón estaban logrando marearlo, y los gritos de los adolescentes borrachos no ayudaban con su mal humor.

Harry sólo estaba parado en medio de todo el alboroto con una bandeja en mano, sentía la necesidad de rodar los ojos cada dos segundos. Su ceño fruncido dejaba ver lo aburrido que se encontraba, también molesto.

Se estaba odiando por aceptar el trabajo, pero al menos recibiría una buena paga. Era lo único que le daba fuerza para seguir.

Todo iba bien hasta que...

Hasta que... Un chico se acercó por una bebida. Harry lo reconoció. Era él, el morocho de la otra noche, no recordaba su nombre. El rizado solo quería morirse allí mismo, mejor no, eso también sería vergonzoso.

—Hey. —el chico tomó una bebida de la bandeja que Harry sostenía. —¿Qué haces tú aquí? —al parecer lo reconoció también.

—Aquí trabajo. — dijo fingiendo una sonrisa. La incomodidad volaba en el ambiente.

—¡Genial! —le echó un vistazo de arriba hacia abajo. —Lindo disfraz.

Hasta este momento Harry fue capaz de notar que el morocho no iba disfrazado. De pronto una duda asaltó su cabeza. ¿Louis estaría en la fiesta? ¿Abría llegado? ¿Y si estaba allí? No quería encontrarlo vestido de Sailor Moon, eso sería MUY vergonzoso.

—Gracias. —escondió la vergüenza —¿Qué haces aquí? —se acercó un poco más para escuchar mejor.

—Hay una clase de carrera mañana. Y se hará en la autopista de las afueras, mi mejor amigo competirá.

¿Louis iría? ¡Dios! Debía dejar de pensar en Louis.

—¿Carrera de motociclistas? —preguntó.

—Si. ¿Te gustaría venir? —tuvo que gritar para que Harry lo escuchara ya que los gritos de los adolescentes se hicieron más fuertes.

—¿Enserio? — Harry no confiaba tanto, es decir, apenas lo conocía.

—Si. Será divertido. ¿Qué dices?

—Me gustaría. —terminó diciendo. No sería tan malo ¿verdad?

—¡Genial! ¿Me das tu dirección para pasar por ti?

—Si. —hizo un ademán para que lo siguiera. Fueron a la barra, Harry apuntó su dirección en una servilleta y se la entregó al morocho.

—Zayn, por si lo olvidaste. —le guiñó un ojo. —Paso por ti a las seis, me alegra volver a encontrarte Harry. —vaya, si recordaba su nombre. —Nos vemos.

—Hasta luego. —se despidió de Zayn, lo vio perderse en la multitud.

—¿Quién era? —Stella se acercó con una cara de pocos amigos, al parecer Harry no era el único que la estaba pasando mal.

—Un amigo. —contestó.

—Es atractivo, deberías salir con él. —sugirió la rubia.

—No me gustan los chicos, te lo he dicho muchas veces. Además, tengo novia. —le entregó la bandeja al barman listo para seguir entregando bebidas.

Colapso. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora