CAPÍTULO DIECISÉIS.

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La sueve y calmada respiración de Louis en su cuello hizo que Harry despertara. Parpadeó repetidas veces y entrecerró los ojos por la luz fuerte, bostezó e inclinó su cabeza para ver a Louis. El castaño dormía profundamente sobre su hombro: Harry supo que tenía problemas.

Emitió un suspiro y apoyó su cabeza en el respaldo del asiento. El ojiverde se sentía cansado, no solo por dormir en una mala posición, sino también por los problemas que se avecinaban, ya los venía venir. Los reclamos y el llanto de Nancy hacían eco en su cabeza, era como si realmente estaba sucediendo. Harry debía terminar con esa relación, había fallado y la había engañado, no era justo para ninguno de los dos.

Cabe decir, que lo de la noche anterior fue solo un empujón para que Harry tomara el valor suficiente y hacerle frente a sus problemas. Ahora, solo faltaba la valentía.

Louis se removió en el asiento y finalmente despertó tallándose los ojos y riendo por lo bajo.

—¿Por qué te ríes? —quiso saber Harry.

—De nada. —Louis lo vio detenidamente haciendo que Harry se pusiera nervioso. —Debería irme. —dijo después de un minuto de silencio. —Y tú también.

Harry corrió la mirada de la ventanilla al rostro perezoso de Louis. Aún no creía que fue capaz de engañar a Nancy con su primo, ¿de dónde sacó suficiente valor? Hasta él mismo quedó sorprendido por su atrevimiento.

—¿Nosotros...? —Harry quiso preguntar sobre lo que estaba sucediendo entre ellos, pero sus palabras se escondieron con timidez en el fondo de su garganta. —Digo... Yo...

Louis se rió burlón y dejó tres leves palmadas en el hombro del contrario.

—Paso por ti esta noche. A las ocho. —se acercó y presionó a Harry contra la ventanilla.

—¿A dónde iremos? —preguntó con nerviosismo y clavó su mirada en los labios del castaño.

—Al Club.

—¿Tienen un Club en la ciudad? — Harry recargó su cabeza en el hombro del ojiazul e inhaló su perfume varonil que lo caracterizaba.

—No. Iremos a un Club a pasar el rato. —explicó. —Podrías venir conmigo la próxima semana al pueblo para la siguiente carrera.

—¿Me estas invitando a salir? —bromeó hablando sobre su mejilla para después plantar un sueve y perezoso beso.

—Algo por el estilo. — Louis enterró su nariz en el cuello de Harry y dejó un pequeño beso antes de besarle en la comisura izquierda de sus labios. —¿Quires?

—Me gustaría. — dijo. Estaba armando un plan en su mente y creando diálogos para terminar con Nancy, de esa manera se sentiría libre al ir con Louis, aunque también culpable.

No debió llevar esto demasiado lejos.

—¡Genial! —Louis lo vio a los ojos antes de capturar sus labios en un suave y lento beso. Solo saboreando sus labios y perdiéndose en su sabor. Harry sonrío después de apartarse por el sonido de su teléfono en alguna parte del auto.

—¿Qué hora es? —preguntó más para sí mismo.

—Debo irme, Harry. —Louis se acomodó la cazadora y dejó un último beso en los labios del rizado. —Te veo en la noche.

—Claro, ve con cuidado. —le sonrió. Louis bajó de la furgoneta y Harry al fin pudo respirar con normalidad, apenas se percató que su respiración se encontraba acelerada.

(...)

Al entrar al departamento sintió como el peso de sus hombros incrementó. Era simplemente vergonzoso regresar al lugar donde vivía con su novia después de haber pasado la noche en su auto besándose con Louis. Todavía tenía el descaro de sonreírle a Nancy cuando la vio sentada en el sofá después de engañarla con su primo.

Colapso. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora