CAPÍTULO NUEVE.

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Eran las ocho de la noche, el frío ciertamente era agradable. Harry se encontraba apoyado del barandal del balcón viendo a Louis y a Liam discutir de algo que solo ellos sabían.

Su teléfono vibró por segunda vez en la noche, era Nancy, lo sabía. Tomó una bocanada de aire antes de contestar al aparato.

—¡Harry! —estaba enfadada. —¡¿Por qué no respondes mis mensajes?! —alegó.

—Lo siento, estaba ocupado. —emitió un suspiro con cansancio.

—¿Qué tan ocupado? ¿Con quién estás?

—Con tu familia, relájate.

—¡Harry! ¡Baja! — el rizado parpadeó al oír a Liam dirigirse hacia él desde abajo.

—¡¿Estás con Louis y Liam?! No hables con ellos Harry, son de lo peor. Ni se te ocurra i... — Harry rodó los ojos y cortó la llamada. Se dio la vuelta regresando a su dormitorio y se dejó caer a la cama. Nancy parecía una loca posesiva y no le habría importado pero se estaba saliendo de control. Un ruidito en la ventana lo sobresaltó, habían tirado una piedra pequeña. Se levantó, abrió la puerta y salió corriendo, se dirigió al porche.

Cuando salió Liam estaba viendo hacia su habitación expectante.

—¿Si? — dijo Harry y Liam se sorprendió al verlo frente a él.

—Limpiate la baba Liam. — Harry se fijó en Louis apoyado en su motocicleta. Daba la impresión de ser un chico rudo al menos para alguien que no lo conociese, para Harry era un chaval atrapado en un cuerpo de alguien mayor.

—¡Oh! —Liam le sonrió mientras que a Louis lo fulminó con la mirada. —¿Quieres acompañarme?

—¿A dónde? —preguntó el rizado con interés. Louis resopló llamando la atención de Harry.

—A una fiesta. Será divertido, lo prometo. —dio dos pasos al frente.

—No lo sé. —Harry pareció pensarlo por un momento. Una fiesta, hace tiempo que no iba a una. Necesitaba diversión, eran vacaciones. —¿Una fiesta con los motociclistas? —preguntó.

—Somos divertidos. —le guiñó un ojo.

—Nosotros, excepto el rizadito. —habló Louis refiriendose a Harry y fingió tristeza.

—¡Voy contigo! — dijo con rapidez.

—¡Genial! —Liam sonrió gustoso. —Vamos, vas conmigo.

—Es una mala idea Liam. —Louis lo señaló. Liam lo ignoró. Harry también lo ignoró.

Liam le tendió un casco y Harry lo tomó de inmediato. El ojimarrón se subió a su Brat-Bob, después Harry imitó su acción.

—Conduce con cuidado. —le pidió Harry. Liam asintió lentamente, arrancó y salieron de la playa. Louis los pasó dos minutos después perdiéndose en la oscuridad de la noche. Entraron al pueblo, Liam se metió por un callejón y salieron a una calle solitaria. Aparcó frente a un bar con un letrero en letras negras. "Black" leyó Harry. Bar Black.

La Chopper estaba estacionada dejando en evidencia que Louis ya estaba allí. Harry bajó de la Brat-Bob después de Liam.

—Toma. —Liam se quitó su cazadora y se la dio. —Pontela.

—¿Por qué? —Harry se la puso sobre su camisa negra de mangas.

—Nuestro club es algo delicado. —señaló el bar. —Somos el club Black. Solo motociclistas, el bar es nuestro. —explicó. Harry asintió y vio el letrero. —Bien, vamos. —le hizo un ademán de cabeza, Harry lo siguió. Habia un guarda en la entrada que les abrió la puerta y ellos entraron, caminaron por un estrecho pasillo, la música se escuchaba junto con los gritos de los demás.

Colapso. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora