Capitulo 18

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¡Especial de San Valentín!

Feliz día a todos.
Aquí les dejo este capítulo extra y disfruten mucho.
Escuchen el tremendo tema que les puse mientras leen esta primera parte.
Sigan leyendo para que descubran más.

¡¡No olviden votar!!

Lo quiero<3

Ania

Respire profundo antes de tomar la mano de Max y avanzar al estudio.

Había olvidado lo hermoso que era todo esto. Quite roídamente la lagrima que había rodado por mi mejilla y sonreí. Agradezco tanto que Max esté contigo en este oso importante. Sinceramente no creo haber podido si él no estuviera aquí ahora.

Por otro lado Max estaba asombrado. La cara que puso al ver todo era digna de una fotografía.

–Ven aquí—lo jale de la mano para entrar al pequeño cuarto donde tenía ropa para entrenar.

–Que más tiene esto por dios—dijo Max asombrado al entrar al pequeño cuarto.

–Necesitamos cambiarnos para poder ensayar un poco.

Él abrió los ojos alarmado y frunció el ceño—¿Necesitamos? Espera...¿Yo también voy a bailar? ¿Ahora?

–Si, señor—bromeé sonriendo.

–Si es por verte sonreír lo haré con gusto—me miro a los ojos sonriendo, a lo que me sonroje.

Busque la ropa sacando una camisa blanca de botones y un calentador holgado gris para dársela a Max.

Todo era grande porque siempre me gusto entrenar con ropa holgada. Era mucho más cómodo. Yo elegí una top blanca con un calentador negro holgado.

–Puedes cambiarte aquí—señale aquí el cuartito mientras salía—, Yo lo haré afuera.

El asintió, le di su ropa y salí para vestirme.

Estaba colocándome la top cuando Max salió y tuve que taparme rápido para que no me viera en sostén.

–¡Gírate! Que aún no estoy lista ¡Pervertido!—me alarme, él empezó a reírse y volteándose para que no me viera. Me vestí lo más rápido posible—, Ahora si.

Él se volteó y me miró con una sonrisa divertida en los labios.

Me acerqué a los parlantes para conectar mi móvil y poner una música relajante para poder calentar.

–Vale vas a hacer todo lo que haga yo ¿Bueno?

–Si señora—hizo un gesto con su mano en su cabeza como militar.

Sonreí y empecé a hacer ejercicios de calentamiento. Luego empecé a estriarme sobre el tuvo de ballet. Max estaba totalmente perdido.

–Tienes que colocar tu pie sobre él tuvo en punta de pie y tratar de tocar tu torso a tu rodilla—le indique haciéndolo yo primero—, Así.

El colocó su pie sobre él tuvo pero tenía doblado ambas piernas y su espalda estaba totalmente jorobada tratando de llegar a su rodilla. Solté un resoplido burlón aguantándome la risa a lo que él me miró con los ojos entrecerrados.

Desde que te vi ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora