• CAPÍTULO 6 | LOS POLACOS NO SE ANDAN CON RODEOS.

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En el ministerio de magia inglés jamás había silencio.

Muchas brujas y magos de todas las localidades de Gran Bretaña y el resto del mundo llegaban todos los días para llevar a cabo trámites referentes al uso de la magia, convalidar sus identidades extranjeras para trabajar y también para hacer turismo.

Sin embargo Hermione se encontraba en una luminosa y amplia sala de conferencias pues el proyecto de las escuelas estaba avanzando tan rápido como ella estaba impulsando y sentía que su satisfacción profesional crecía a cada segundo.

Había tenido a cargo otros proyectos importantes y había podido sacarlos adelante sin dificultades. Sin embargo este era uno que propuso y se le entregó la confianza para realizarlo, algo que la tenía totalmente contenta y motivada.

Sentía que estaba en la cúspide de su crecimiento profesional y ahora nada iba a hacer que eso flaqueara. Hermione siempre supo que estaba hecha para cosas grandes, y la confianza que estaban depositando en ella le confirmaba aquello.

Mientras observaba por el ventanal, sintió la puerta abrirse y ella se volvió para recibir a los demás participantes de la reunión.

—Buenos días Hermione, quiero presentarte a Jedrell Kroll, él fue seleccionado para participar en el proyecto escolar debido a que como ministerio escogimos Polonia para implementar la escuela— anunció Kingsley al entrar en la sala de reuniones—Jedrell estará una temporada en Londres para mostrarnos perspectivas diferentes en cuanto a la educación polaca y la cosmovisión de la magia en su país.

—Señor Kroll, es un gusto. Hermione Granger—saludó cordial al momento de estirar la mano.

Jedrell cogió la delicada mano de Hermione entre la suya y antes de que ella pudiera retirarla, este la llevó a sus labios y la besó con elegancia. En ese pequeño instante la castaña percibió la esencia del hombre al ver la forma en que los celestes ojos la analizaron.

Era de un porte alto, poseía el cabello oscuro y con rizos finos, su piel se percibía vigorosa y tostada. Sin mencionar los impresionantes ojos celestes de los que era poseedor. El polaco a simple vista podía calificarse como uno de los hombres más imponentes y atractivos que la bruja antes había visto.

Hermione Granger—.La aludida percibió el tono de voz del hombre y efectivamente era lo que faltaba para convertirlo en uno de los hombres más sensuales que había visto—, me han hablado mucho sobre ti.

—Espero que hayan sido cosas buenas. Veo que habla en inglés.

—Totalmente, me mencionan que eres lo mejor que hay en el ministerio— terció —Y no hay cuidado, podremos entendernos sin problemas. De eso estoy seguro—señaló —, por favor si le parece apropiado podemos tratarnos de tú a tú, no es necesaria tanta formalidad, después de todo seremos colegas por varios meses.

Hermione y Jedrell intercambiaron una sonrisa antes de que Kingsley siguiera hablando sobre el proyecto y lo que implicaba en cuanto a expansión, presupuesto y desarrollo a nivel de comunidad. La castaña se sentía muy bien manteniendo esas reuniones que marcaban la pauta sobre el proyecto, sin embargo no podía evitar preguntarse a donde se encontraba aquel rubio arrogante e imbécil.

Imbécil, sí.

El imbécil que la había cogido de una forma exquisita hace unas noches atrás.

No le veía desde la fiesta de Luna y Pansy y debía admitir que no sabía si eso le agradaba o le perturbaba. Había rehuído de su presencia desde aquel día y no entendía porqué tenía ese comportamiento infantil si se suponía que había follado con él sólo por el gusto que le daba tener sexo y porque al parecer él también estaba interesado.

𝐀𝐒𝐈́ 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐒, 𝐏𝐀𝐆𝐀𝐒 [𝐃𝐫𝐚𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora