𝐀𝐒𝐈́ 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐒, 𝐏𝐀𝐆𝐀𝐒 [𝐃𝐫𝐚𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 +18]

• CAPÍTULO 7 | VEO QUE TE DIVIERTES, HERMIONE.

—Señor Malfoy, que bueno que ha regresado.

Susan saludó al rubio una vez que ingresó al departamento de economía. Draco venía de Gringotts, los duendes habían hecho un lío debido a que una llave se había perdido, resultando estar dentro de la barriga de uno de los dragones que aún se manejaban en la institución. Llamar a la familia correspondiente para explicarle la situación había sido totalmente caótico, ya que esas situación ponían en tela de juicio la seguridad y seriedad del banco mágico.

Sin embargo no había nada que Draco no pudiera hacer para convencer a las personas. Tenía una capacidad de persuasión que no tenía cualquiera.

—Susan, por favor ponme al corriente de lo que ha pasado, ¿qué pasó con las reuniones de las que me tuve que ausentar?

—Todas fueron cubiertas, exceptuando la que se realizó con el departamento de educación y cooperación internacional.

—¿Y eso porqué? —cuestionó de inmediato. Debía asumir que era uno de sus mayores pesares, el haberse perdido la reunión y con ello la oportunidad de notar las expresiones nerviosas y los bellos vestidos de Hermione.

—Kingsley sabía que no estaba, probablemente no quiso convidar a nadie más del departamento. Nadie más lleva la información como lo hace usted en ese sentido—señaló.

—¿A qué te refieres, Susan?

—Bueno, señor Malfoy...

—Dime Draco, por favor. Nos conocemos desde que tenemos once años.

—Pero soy su asistente.

—Eso es lo de menos.

Susan se sintió bien, al parecer Draco había cambiado para mejor; el mago que ella conocía hubiera disfrutado de sentir que le tenían respeto y que lo llamaban por un calificativo de superioridad. Las circunstancias de la vida le habían hecho cambiar. 

—Bien, si me permite opinar; siento que hasta el momento el proyecto educativo que se ha tratado de impulsar ha sido el que menos interés le han dado aquí— siseó—, usted sabe; muchas personas aquí sienten que no debiesen hacer actos humanitarios o que tengan que ver con la restauración u ofrendas de paz, menos si tienen que ver con escuelas, si se tratase de aprobar otro campo de Quidditch sería diferente...

Draco se sintió algo perturbado y avergonzado, se supone que se habían aceptado los presupuestos y que se trabajaría en conjunto con los demás departamentos. Si no habían invitado a nadie más y no se preocuparon por preguntar en su ausencia, Susan no estaba tan lejana a la realidad. 

Tendría que apartar alguna instancia para poder hablar con sus superiores y analizar lo que se estaba gestando en el departamento para con el proyecto. 

—¿Alguien nos ha informado sobre algo?

—Hermione vino a avisar que el socio polaco llegó el otro día y estará viniendo al ministerio para afinar detalles y comenzar con la construcción, solicitó una reunión urgente. Probablemente vaya a exponer esta situación ante la directiva del ministerio, pues de cierta forma este proyecto lleva el nombre de ella y Granger no querrá verse involucrada en acciones que vayan a mancharlo debido a algunas incongruencias. 

Susan tenía razón, la castaña era demasiado seria para prestarse para los juegos del departamento de economía que trataba de recortar el presupuesto educacional y cultural en todo momento. Draco tragó saliva pues lo seguramente sería él quien tendría que afrontar la ira de la bruja en vista y considerando la visión que se tenía de su grupo dentro del proyecto educacional. 

—¿Cuándo está agendada la reunión?

—Es el día en que venga Jedrell Kroll.

Draco guardó aquel nombre en sus pensamientos pues sabía que debía investigar sobre él en algún instante, pronto tendrían que trabajar codo a codo y debía saber quién era, a qué se dedicaba, cuál era su estilo de trabajo en Polonia, entre otros. Suspiró y se quitó la corbata, desabotonándose el primer botón de la camisa, dejó firmados algunos pergaminos que requerían de su atención y salió de la oficina, sabía que debía hablar con Hermione, de cosas profesionales como otras que no lo eran.