treinta y uno (EDITADO)

12.9K 1.2K 350
                                    

louis y harry llegaron a su hogar a las siete de la mañana.

harry quería asegurarse de que todo estuviera bien con su omega.

lo único que le dijeron era que necesitaba comer más.

el alfa pasó por un drive thru de starbucks, comprando donas, unos paninis y un chocolate caliente para louis.

—harry, no tengo hambre. —susurró el omega en el auto.

harry negó.

—tienes que ponerte más fuerte, amor. —harry llegó al lado de su puerta al llegar a esta la abrió dejando a louis salir del auto. —¿cómo te sientes?

louis suspiró y acarició la mejilla de harry.

—bien, —besó sus labios suavemente. —¿tu como te sientes?

harry se acercó a louis y acarició su cintura.

—estoy bien.

los dos entraron a la casa.

mike estaba en el sillón viendo la televisión.

niall estaba en la cocina y al ver a louis fue a abrazarlo.

—¿estas bien? ¿qué pasó? —niall acarició los hombros de louis.

—estoy bien , ni, solo fue un sangrado normal durante el embarazo. —niall al fin pudo respirar tranquilo.

mike se acercó a su madre y lo abrazó.

—me alegra que estés bien, mamá.









las semanas pasaron hasta que louis ya había cumplido cuatro meses de embarazo.

usualmente estaba de buen humor, el omega seguía siendo amable, lindo y muy dulce con su familia.

niall seguía en la casa de los styles, haciéndose cargo de cuidar a louis y trabajaba en la cafetería con henry.

la pancita de louis se empezaba a notar por lo cual los cachorros veían curiosos a louis.

especialmente thomas quien había empezado a tener una obsesión por poner su carita contra la pancita de louis.

—hueles más dulce aquí, mamá. —el pequeño alfa abrazó a su madre.

—¿tú crees, cachorrito? —thomas asintió.

louis bostezo y empezó a sentir sueño, era hora de su siesta.

thomas al verlo se levanto de la cama.

—¿quieres que te traiga una manta? —thomas pregunto dulce.

louis sonrió y asintió.

thomas salió de su cuarto y corrió hacía el pasillo, tenían un armario lleno de cobijas y mantas en el pasillo.

minutos después regreso thomas con una manta calientita y sus peluches a su lado.

—estarás más cómodo con mis peluches junto a ti. —thomas puso sus peluches a los lados de louis dejando su dinosaurio de peluche color azul cielo al lado de louis.

cobijo a louis.

—¿puedo dormir contigo, mamá?

louis rió bajito y asintió pegando a su cachorrito a su lado.

los dos se quedaron dormidos, la habitación era pacífica y todo tenía un dulce aroma a louis y harry que hacía que thomas se sintiera en paz.

después de unas dos horas harry llego a casa.

yellow flowers and coffee cupsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora