Capítulo 4

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Llegó antes de la hora acordada.

Se quedo esperando a un lado de la puerta, pero apenas tuvo tiempo de sacar su móvil y revisar la hora cuando Zhongli apareció.

Verle le reconfortó bastante.

—¿Llevas mucho esperando? — le pregunta Zhongli a verle.

—No, acabo de llegar —responde Childe —. ¿Entramos?

Zhongli asiente y ambos entran.

Curioso, el hombre observaba el lugar.

La cafetería favorita de Childe tenía un ambiente moderno. Todo estaba decorado con madera de roble, detalles metálicos negros y plantas verdes.

Le gustaba el sitio. Tenía buen ambiente.

Mirando a Childe, parecía algo más relajado.

Childe se pidió un cappuccino con canela y extra de nata y Zhongli se pidió un simple té verde.

—Este sitio es muy diferente al bar de tu amigo —comenta Zhongli.

—Es todo lo opuesto —dijo tomando un poco de su café —. Aunque a Diluc dice que prefiere ese ambiente más clásico. Dice que tiene más personalidad para él.

—Es a gustos.

—A mí es que me gusta el café que hacen aquí. Es el mejor.

—Te debe encantar este café. La chica de la barra te saludó y todo.

—¿Noelle? Ah sí, es una amiga de una amiga —respondía el joven —. Cuando abrió este local le dijo a su amiga que trajera a todos sus amigos y allí estaba yo. Y descubrí que este café esta delicioso. ¡Y los panqueques... Esos también están deliciosos!

Zhongli ríe al escucharlo decir eso.

—Te gusta el dulce.

—Supongo que un poco sí. Supongo que me pierde un poco lo dulce. Pero solo un poco. Me gusta la comida en general.

Este le sonríe y Childe se sonroja un poco. Debía controlarse un poco o parecería un crio.

—Oye, Zhongli. Sobre lo del otro día...

—Childe, ya te dije que no es necesario que me des explicaciones. No quiero que te sientas mal por eso.

—Lo sé pero... ayer tú me hablaste de... ya sabes... tú y tu matrimonio y... yo no dije nada sobre mí mismo. Solo fui un chismoso y un mal educado.

—Nada de eso.

—Voy a decirlo, digas lo que digas. Para empezar, Childe solo es un mote.

Zhongli abrió los ojos.

—¿No es tu nombre real?

Childe negó con la cabeza.

—Casi todo el mundo me llama Childe. Y yo suelo presentarme como tal. Solo lo digo para que lo sepas. Puedes seguir llamándome Childe.

—¿Y cuál es tu verdadero nombre?

—Ajax.

—Es un... nombre curioso.

—Puede que un poco raro suene, ¿verdad? A mi padre le gustaba la mitología.

—Entiendo. Ajax el grande. Conozco la historia. Aunque no tiene un final muy feliz que digamos.

—Si... también la conozco. Supongo que no solo es cosa del nombre solo...

—¿Qué quieres decir?

Ego-Instinct  ℤ𝕙𝕠𝕟𝕘ℂ𝕙𝕚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora