Ningguang entró dentro de la casa.
El recibidor era bastante amplio, teniendo una zona muy lujosa para dejar los abrigos y demás cosas. Podía ver las escaleras con barandilla de cristal e iluminación.
Pero no tuvo tiempo de contemplarlo ya que Ningguang lo empujo un poco detrás de una pared para que se escondiera. Childe no entendía nada, pero Ningguang le había dicho que quería hacerle sufrir un poco.
Childe no está de acuerdo, pero era la casa de la mujer.
—Quédate aquí —dice la mujer antes de perderse detrás de una puerta corredera —. Ya he vuelto.
El joven solo asiente en silencio.
Al entrar ve a Beidou con un vaso de Wiski en la mano sentada en un taburete. Zhongli la mirada desde el otro lado de la encimera.
—¿Ya estas bebiendo, Beidou? —le pregunta la mujer.
—Solo he dado unos tragos —responde la mujer.
Ningguang pone los ojos en blanco.
Childe se queda un momento pensativo. Esa voz era la misma que el teléfono... si no eran la misma, eran muy similares.
Todavía no podía salir.
—¿Dónde está el resto de invitados de los que hablaste? —pregunta Zhongli.
—Oh, no te preocupes, pronto vendrá —dice ella —. Me tomé la molestia de invitarlo en persona.
—¿A quién? —pregunta, curioso.
—Creo que su nombre es Childe... No estoy segura. Creo que es su mote. Pero seguro que te cae bien, ¿no piensas? Es un joven... encantador.
La mujer vio como el rostro de Zhongli levemente parece sorprenderse. Conociéndole, por dentro de él había creado un caos que trataba de disimular discretamente.
La mira fijamente mientras trata de descifrar lo que estaba pensando.
—Era extraño. Al escuchar mi nombre, casi le da un infarto al chico y eso que no nos conocíamos. Supongo que debo causar ese tipo de impresión en la gente, ¿no creéis?
—No me cabe duda... —comenta Beidou tomando un trago.
Zhongli solo la mira.
—Si —acaba respondiendo.
Este solo se limitó a mirarla fijamente. Sabia como era. Estaba tratando de analizar lo que estaba pasando, lo que ella trataba de decirle.
Y él, sabía que Ningguang era alguien capaz de muchas cosas por conseguir su propósito. Por eso quería saber cuál era el de traer encima de la mesa el nombre de Childe. Claramente sabia algo, más de lo que él pensaba.
Durante un momento, ambos mantuvieron las miradas fijas en un duelo por ver quien aguantaba más.
—No te hagas el tonto conmigo, Zhongli —dice ella rompiendo el silencio y acercándose a la encimera —. Lo sé todo. Se sobre ese chico.
Zhongli continúa callado mirándola fijamente.
La mujer saco una fotografía y la puso encima de la encimera para que los tres la vieran, en especial Zhongli. Este la cogió y la miro antes de volver a mirar a Ningguang.
Beiduo que se había quedado bastante cerca de ese enfrentamiento silencioso dio un buen trago a su Whiskey y se levanta de la silla. Estaba bastante incomoda.
—Creo... que voy al baño.
—Beidou —la llama Ningguang cuando la castaña estaba por salirse de la estancia—. Siéntate.
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Ego-Instinct ℤ𝕙𝕠𝕟𝕘ℂ𝕙𝕚
Fiksi PenggemarDespués de superar una depresión a raíz de una antigua ruptura, Childe parecía encontrar un equilibro en su vida. Aun teniendo que lidiar con algún que otro ataque de ansiedad, iba por buen camino. Hasta que el destino le hizo conocer a Zhongli. En...