Capítulo 13

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Casi pensó que era una manta quien realmente le abrió, pero era Childe cubierto con una manta.

Su aspecto no parecía muy sano. Su mirada estaba algo perdida y sus ojos se veían algo lagrimosos. Sus cabellos estaban algo alborotados de estar en la cama.

Zhongli suspira.

—Me preocupó un poco tu mensaje y el hecho de que no cogieras mis llamadas.

—¿Llamadas? —repite Childe —Mi móvil se quedó sin batería ya que no lo puse a cargar en la noche.

De nuevo otro suspiro.

—Me asustaste.

Zhongli acaricia las mejillas de Childe. Están algo enrojecidas.

—Estoy bien... —masculla el joven algo somnoliento —Solo necesito des...

Childe se marea un poco y casi se cae de no ser porque Zhongli lo cogió de los hombros.

—Esa no es mi definición de bien.

Childe solo emite un pequeño gemido.

Puso su mano en la frente del joven denotando que tenía bastante fiebre.

—Childe, estas ardiendo.

Zhongli cierra la puerta tras de sí y lleva a Childe de nuevo a la cama. Le ayuda a meterse dentro y lo cubre con el edredón.

Se sienta al borde de esta para observarlo.

—En serio, tampoco es para tanto —comenta Childe —. Fui al médico esta mañana y me dijo que —tos — era un resfriado común y corriente que se ha salido de control. Con un poco de descanso estaré como nuevo.

Childe volvió a toser.

El joven parecía un poco fuera de sí. Casi ni podía mantenerse en la conversación.

—Te dije que cuidaras esa tos —le comentaba mientras acariciaba sus cabellos anaranjados.

—No deberías estar aquí. Te pegaré mi resfriado.

—Eso me da igual, Childe —le dice sonriéndole —. No me importa tener resfriado si es por cuidarte a ti.

Zhongli se levanta.

—Voy a comprarte algunas medicinas.

—Oh... el medico me receto algunas medicinas...

—Eso es bueno. ¿Dónde están?

—No he podido ir a comprarlas.

Zhongli solo suspira.

—Está bien, ¿Dónde está la receta entonces? Iré a comprarlas por ti.

El hombre le da un beso en la frente al joven, coge las recetas que le dieron y las llaves de la casa de Childe antes de irse.

No muy lejos había visto una farmacia y logró comprar los medicamentos. Luego fue a un supermercado y compró algunas cosas más.

A su vuelta, Childe no se había movido en lo absoluto de la cama. Al acercarse, oye la respiración del joven y los ruiditos que hace al dormir.

Se marcha a la cocina para poder poner a cocer algunas cuantas cosas durante un buen rato y enseguida regresa con el joven.

No era dado a la cocina, ya lo dejo muy claro. Pero recordaba una vieja receta de su familia que era bastante fácil de tomar cuando uno estaba resfriado. Es quizás de los pocos platos que ha cocinado varias veces.

Por una vez, iba a cocinar para Childe y no simplemente dedicarse a ayudar como pinche de cocina.

La cocina de Childe estaba muy limpia y ordenada. Todo tenía un espacio, cajón, colgador, bote... nada estaba fuera de sí. Incluso los especieros estaban ordenados en una pequeña estantería frente a la encimera.

Ego-Instinct  ℤ𝕙𝕠𝕟𝕘ℂ𝕙𝕚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora