La Ultima Luna

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El impacto no fue tan grande como el de Lapan Grows, aunque se hizo sentir. A las 23:55, casi un día después de que el ejército tomara el control de Witters y alrededores, una bola de fuego apareció en los cielos despejados de Himburgo y, dejando una flameante estela en su curso, se estrelló contra las montañas de las Sorrim y sus bosques aledaños. La misma fue detectada por los radares y vista por los militares en el mirador del pueblo, a pocos Kilometros de distancia del lugar. Enviaron comunicaciones por radió y despacharon dos unidades de reconocimiento al área.

***

00.00 Horas, afueras de Witters Alley.

Nadie estaba dispuesto a poner en riesgo a soldados del ejército en un incendio por lo que la policía de Witters fue la encargada de hacer el primer trabajo de reconocimiento del área. El coche patrulla avanzaba a toda velocidad en medio de la noche estrellada. Delante de su parabrisas gran parte del bosque de Pent ardía en llamas como si hubiesen soltado toneladas de napalm sobre el mismo. Los faros de su patrulla iluminaban el asfalto y los despojos dejados por la explosión. Postes telefónicos caídos en el suelo como pequeñas piezas de dominó lanzaban chispas. Cercas de campo arrancadas producto de la onda expansiva. Más allá del incendió el poder de la explosión no parecía haber producido víctimas civiles. Las casas de los granjeros o peones estaban intactas. Aunque quienes tenían bonitas propiedades o cabañas en el bosque debían haber muerto de seguro. Asombrosamente más tarde se descubrió que este impacto no trajo como consecuencia victimas. Para Misinas no era necesario hacer su vulgar despliegue de poder como en Lapan. La paranoia había puesto todo en marcha hace tiempo.

A unos dos kilómetros del sitió de impacto, la patrulla de policía recibió desde el radió una alerta:

449, Responda 449

— Aquí 449, oficial Tipits. Diga central.

449, se han reportado sonidos de disparos en la Granja Geerdon. Se le solicita que verifique la situación. Base quiere asegurarse de que el área este limpia de civiles antes de ingresar. Cambio.

— Copiado Central. 449 en marcha.

Tiptis encendió la sirena y se desvió del camino de tierra que llevaba al bosque hacía la carretera nuevamente. — Geerdon es un borracho. Dijo su compañero Love. — ¿Que tenemos que hacer con él? ¿Desalojarlo?

— Si los militares quieren el área limpia, supongo que a eso se refiere. El idiota le debe haber disparado a alguno de los soldados en la ruta. Ese hombre le dispara a casi cualquier cosa que se acerca a su terreno sin aviso. No te preocupes, si no está ebrio es muy amable. Lo llevaremos junto a los demás civiles desalojados y ya acabaremos con esta mierda de trabajo.

Ahora con las llamas a su izquierda, voraces y luminosas, la patrulla policial divisó a lo lejos la granja de los Geerdon. Habían ido muchas veces antes, pues el dueño solía tener problemas con sus vecinos y a menudo los amenazaba con su escopeta de doble caño como si se tratara de Elmer o Sam Bigotes. Por otra parte los policías se sintieron aliviados de no tener que acercarse a las llamas del bosque.

La granja estaba a oscuras y en silenció. El fuego del incendio se reflejaba en sus ventanas por encima de la cerca de madera. El molinete de viento giraba enloquecido sobre su eje y frente a la entrada de la casa los faros de la patrulla iluminaron una camioneta Ford sobre la cual un poste de teléfono había caído. No muy lejos otro cable de alta tensión estaba suspendido en el aire vomitando chispas azules y amarillas.

— Que desastre...— Dijo Tipits tras detener el móvil.

El silencio que rodeaba la triste escena incomodó rápidamente a ambos policías. La granja estaba a oscuras y el humo proveniente del bosque enturbiaba la visión. Los dos policías bajaron con una mano en la culata de sus pistolas y la otra en linternas. Sus pasos resonaron en el asfalto como ecos perdidos en una zona de guerra, aunque silenciosa como un cementerio. Un perro a lo lejos ladraba y el murmullo de cortocircuito de los cables se dejaba oír pausadamente.

Memorias de la NevadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora