Capítulo 7

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- ¿Conocías a esa persona? - Priscila tiraba de las riendas de Cuervo a medida que se abría paso entre la nieve.

- No pero si la conociese daría por hecho que no me atacaría. No sé a qué clase de personas crees que conozco.

Priscila puso cara de pocos amigos y siguieron avanzando. Con la falta de sueño y el ataque de la anterior noche ambas estaban agotadas. La nieve les suponía un gran obstáculo para avanzar. Habían estado esquivando los caminos principales por si se encontraban a alguien del pueblo. No querían más problemas.

- No podemos seguir así todo el tiempo - Priscila se recostó cansada en una roca - ¿Tu magia no puede hacer algo, con el tobillo al menos? Sería más fácil caminar.

Shiz la miró desde arriba del caballo expectante. Había estado toda la mañana haciendo la misma pregunta y ya comenzaba a cansarse.

- No, yo no estudié magia de curación así que no puedo curarme el tobillo.

- ¿Qué clase de maga no aprende magia curativa? Es lo más esencial - Priscila alzó los brazos con exageración.

- Eso es en las brujas, los magos nos centramos en las invocaciones y en la magia de defensa y de ataque.

- Menuda porquería de educación. Las brujas aprendemos la curación como lo primero, es primordial para nosotras.

Shiz resopló. Llevaban toda la mañana caminando y no habían podido avanzar casi nada.

- Si es lo primero que aprendiste podrías hacer algo. No sé, usa esas plantitas tuyas mágicas - Shiz hizo un gesto de burla con sus brazos simulando enredaderas.

- Como ya te dije que las gastamos todas esta misma mañana. No me acordé de crear más porque estaba cansada- Priscila se cruzó de brazos - Tú podrías haberlo recordado, no tengo que estar en todo.

Ambas se miraron enfadadas y Shiz soltó un pesado suspiro. Si alzaban un poco la vista se podía ver aún el claro con los árboles chamuscados y no tenían idea a donde dirigirse.

- Esto no puede seguir así - Shiz se bajó del caballo como pudo y se acercó a Priscila- Tenemos que encontrar una vía para salir de este bosque sin pasar por el pueblo.

- Lamentablemente, el pueblo está en la frontera entre este bosque y la civilización. Actúa como una barrera que separa ambos territorios.

- ¿Y no hay otra manera de salir de aquí? Los bosques no son infinitos, se puede salir fácilmente por donde quieras.

- En este no. Créeme cuando te digo que he intentado salir por diferentes rutas en el pasado y todas me llevaban al pueblo, justamente por donde entramos - Priscila apoyó los codos en sus rodillas y la cabeza en sus manos cansada - Puede ser algún tipo de magia cómo la tuya. Pero una más antigua.

Shiz recordó la imagen de la cueva y pensó que podría decirle a Priscila pero desechó la idea. Se lo diría más adelante.

- ¿Y qué propones?

- ¿Proponer? Tú eres la que nos ha puesto en este aprieto. Y ahora, aparte del pueblo, las bestias nos atacan y un chico que nos quieren matar nos persigue también. ¿Acaso has enfadado a un hada del bosque?

Shiz bufó ante la pregunta. Nunca había visto a un hada del bosque pero, por lo que había leído, no resultaban ser muy agradables a pesar de su adorable aspecto.

- Nunca me he encontrado con una. ¿Cómo podría enfadarla?

- Es una expresión, Shiz. Nadie ha podido nunca enfadar a esos bichitos, si eso te enfadan a ti.

El clan del fenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora