Capítulo 19

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- Fenomenal, ahora aparte de una bestia inmortal poderosa nos tenemos que enfrentar al hombre más fuerte del mundo - Priscila alzó los brazos al techo de la cueva - Esto debe ser un castigo divino.

- Mirándolo por el lado bueno, es el maestro de Shiz, seguro no hace nada. - Hirion miró a Shiz pero esta apartó la mirada - ¿No?

- Yo no estaría tan segura, les escuché hablar sobre cosas.

- ¿Sobre qué escuchaste Samantha? - la mirada de todos cayó sobre Samantha de forma inmediata.

Esta soltó un largo y pesado suspiro.

- ¿Habéis escuchado sobre la corte muy poderosa?

Todos se miraron entre sí y negaron con la cabeza.

- Espera - Shiz el recital que dio el bardo - En la posada donde me hospedaba un bardo habló en su cantar de algo parecido. La llamó la corte escarlata.

- Ese nombre les escuché pronunciar una vez. Pero cuando me vieron entrar dejaron de hablar repentinamente.

- ¿Pero la corte escarlata no era un mito? Es decir, yo la escuché como Shiz a través de canciones y poemas pero poco más. Nunca encontré nada de ella.

- Bueno - Hirion carraspeó un poco - Como los elfos vivimos mucho mi padre me contó poca cosa sobre ese sitio. Era un lugar de desesperación y desgracia, nadie se acercaba nunca.

- ¿Por qué mi maestro iría allí?

- Por el conocimiento - Samantha cogió un papel, un lápiz y comenzó a dibujar una gran torre - Por lo que me enteré, esta torre guarda mucho conocimiento mágico.

- Y el maestro de Shiz lo quiere, ¿no?

- Eso parece.

- ¿Y para conseguir llegar allí decidió pedir ayuda a una bestia de miles de años a pesar de su magia? - Shiz se cruzó de brazos - Eso no me lo creo.

- Creerlo o no ya es cosa tuya. Yo digo lo que vi y escuché.

Hubo un profundo silencio. Por un lado estaban Hirion y Priscila que, al nadie más hablar del maestro de Shiz, pensaban un método de salida por su cuenta, Samantha se quedó viendo su dibujo por si recordaba algo más y Shiz seguía sin creer que su maestro la hubiese abandonado por un mito, un cuento de bardo que no tenía veracidad alguna.

- Si seguimos avanzando puede que no encontremos ninguna bifurcación. - Priscila alzó la cabeza para ver la continuación del túnel o lo que podía ver de este.

- Lo malo es la niebla, que, al ser tan espesa, podemos tropezar o caer en algún agujero - Hirion se apoyó en la pared - Desde luego tenemos que ir con cuidado.

- Pero eso es fácil querido - Priscila se levantó de un salto y sacó unas semillas de su bolsillo.

- Genial, ahora estás loca y vas a crear un huerto aquí - Hirion se levantó con pereza y se rió.

- No, querido descerebrado. Voy a hacer algo mejor.

Dicho esto, Priscila puso las semillas entre sus manos y comenzó a recitar un conjuro. Su pelo comenzó a elevarse y a desprender una pequeña luz la cual desapareció después de poco tiempo siendo reemplazada por un palo en forma de bastón.

- ¡Ta chan!

- Guau, un palo- Hirion miró el bastón con poco entusiasmo - Ahora parecemos nómadas en busca de cobijo.

- Esto es un bastón y nos va a ayudar a no caernos en agujeros, imbécil. No para parecer nómadas.

- Es una buena idea - Samantha se levantó y cogió el bastón y lo movió de un lado a otro - Creo que hasta puede usarse de arma.

- ¿Para qué lo necesitaríamos como arma? - Shiz seguí sentada.

- Quién sabe, en estos túneles hay de todo. - Samantha se encogió de hombros y comenzó a caminar.

- Genial, otra cosa más que añadir a la lista de cosas a las que nos tenemos que enfrentar.

Siguieron a Samantha por el túnel hasta llegar a una zona amplia, parecida a dónde aparecieron la primera vez. Esta tenía un gran techo abovedado y estaba formado únicamente por raíces oscuras. No había ninguna bifurcación hacia otros túneles pero el camino se hizo muy estrecho con unos grandes agujeros a cada lado de los cuales no se veía el fondo.

- Vale, ¿ahora qué? - Priscila, que iba la segunda, miró hacia Samantha, la cual estaba mirando fijamente hacia los dos agujeros.

- Muy sencillo, pasamos y listo - Hirion se quedó mirando el camino - No es tan difícil como parece.

- Yo no estaría tan segura de eso. - Samantha lanzó una roca al camino y una bola de fuego saltó de un agujero a otro dejando una parte del camino incendiado - ¿Ves?

- ¿Lo cruzamos volando entonces? - Shiz miró el agujero donde se había metido la bola de fuego - Puede haber algo que lo active.

- ¿Cómo palancas o cuerdas? - Priscila miró interrogante a Shiz y luego a Samantha.

- No, los percibe con magia. Da igual que volemos o si caminamos - esta vez tiró una piedra hacia arriba y unos fuertes tentáculos la agarraron para después convertirla en polvo. - El destino es el mismo.

- ¿Entonces nos has llevado a un sitio sin salida? - Hirion alzó la voz enfadado.

- No, siempre hay una opción para la supervivencia.

- Descubrir el camino para no morir. - Shiz miró el camino y dirigió una de las bolas de fuego hacia delante.

- Exacto.

A medida que avanzaba la bola de fuego de Shiz, el camino se iluminaba mostrando diferentes símbolos en el suelo y en las raíces de las paredes en diferentes tamaños.

- ¿Runas? - Shiz miró sorprendida hacia todos lados - ¿Qué hacen runas aquí?

- Sirven para atrapar a aquellos que quieren entrar a su morada. Las puso esa persona a la que llamas maestro.

- Vale, literalmente ahora no hay escapatoria - Priscila se sentó en el suelo - Yo me quedo aquí y ya me contareis lo que haréis.

- Bruja vaga - Hirion se acercó al camino y se agachó - Aquí hay como un camino donde se van alternando las runas.

Shiz y Samantha se acercaron a donde estaba Hirion y descubrieron que, en efecto, algunas parte de este estaban limpios de runas.

- Podemos atravesarlo sin necesidad de correr peligro - Hirion iba estuvo a punto de comenzar a andar hasta que fue detenido por Shiz.

- Espera - Shiz cogió una roca - Hay que hacer la prueba de fuego.

Lanzó la roca a uno de los huecos sin runa y esperaron. No hubo ninguna bola de fuego ni ningún tentáculo que la destruyera. Shiz soltó el brazo de Hirion y este fue avanzando lentamente seguido de todos hasta llegar a la mitad del camino.

- ¿Qué pasa? - al estar en una fila de uno Priscila, en la última posición, inclinó la cabeza para mirar hacia delante.

- Todas los lados a continuación tienen runas - Hirion miró hacia atrás con nerviosismo.

- ¿Cómo avanzamos ahora entonces? - Todos miraron a Samantha pero esta parecía igual de sorprendida.

- Esto no estaba la última vez que estuve aquí.

- ¿Probamos por el aire? - Priscila levantó un dedo hacia arriba.

- No sé si te acuerdas pero aparecían unos tentáculos y destruían la piedra.

- Lo sé, elfito. Pero me refiero que podríamos probar a ir a menos altura, casi pegados al suelo pero sin tocar las runas.

- Podemos probarlo.

El clan del fenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora