𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭

10.4K 602 337
                                    

"Un cubículo y un maton"

"Un cubículo y un maton"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Choi Hyo-ri

«¿Por que siempre haces eso conmigo?», me pregunte al ver como su hombro había chocado contra el mío provocando que perdiera el equilibro, Gwi-nam se giró posando sus ojos fijos en los míos, podría jurar que quería algo más, pero por más oportuno que fuera nunca se había atrevido. En las últimas semanas comenzó a fastidiarme con acciones innecesarias, solía chocar conmigo o decirme palabras completamente estupidas que salían de su boca.

—Idiota —murmuré por lo bajo.

—¿Que dijiste? —alzó una ceja metiendo sus manos a los bolsillos de su pantalón y acercándose-. Repítelo, quiero oírte.

—Idiota —dije en un tono más alto y demandante.

—Cuida tu boca si no quieres que algo malo pase con ella, Hyo-ri —tomo mi muñeca envolviéndola en un agarre sencillo y fuerte a la vez, sentí mi cuerpo estrellarse contra los casilleros para después proceder a sostenerme la mano que me restaba—. Te dejare en claro una cosa, eres una niña que lamerá muy pronto mis zapatos pidiendo que me quede contigo.

«¿Por que habría que ser tan cruel? ¿Por que habría que usar acciones hirientes al demostrar tus sentimientos?» Gwi-nam era conocido y temido por ser simplemente un humano andante con su aura de maton, siendo realista nunca comprendí el por qué actuaba de esa manera con el resto, le agraba tener poder o sentirse superior al resto, quizá era idiota, eso creí desde la primera vez que lo vi.

No entendía el porqué de muchas cosas, pero comprendía el porque debía detenerlo, en mi interior nacía una voz gritando con todas sus fuerzas que lo golpeara, quería golpearlo pero necesitaría pensar en las consecuencias que tendría después de hacerlo. No era muy buena idea, no lo haría si quería seguir con vida.

—Obedece a tu dueño, perra —ladro sonriendo malicioso.

Perra.

No me di el tiempo de medir mi fuerza, dejé caer mi mano sobre su mejilla golpeándolo. Había sido tanto el impulso que mi mano se tornó rojiza por el golpe, Gwi-nam se tambaleó y parpadeó un par de veces antes de recuperar su postura.Me sorprendí tanto que llevé mi mano directo a mi boca preocupada por lo que había hecho, lo mire, pareciera que había tocado un límite, podría creer que sus ojos destellaban llamas de furia hacia mi.

—¿Acabas de golpearme? —preguntó a lo que yo asentí.

—¡No! ¡No te golpee! —di unos cuantos pasos alejándome de él, quería huir—. Solo fue un cariño hacia ti... Lo siento, yo no quería ¡Si te golpeé, claro que lo hice! Te juro que no era mi intención, o quizás si —abrió su boca con la cual desprendía una indignación inimaginable. Hable más rápido de lo normal y sentía la adrenalina apoderarse de mi cuerpo, sabía que tenía que correr—. ¿Aquí es donde me voy...?

𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗕𝗹𝗼𝗼𝗱𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora