Choi Hyo-ri, era una escéptica, característico por su conocida actitud.
Para Gwi-nam parecía no existir, o al menos eso era lo que pensaba Hyo-ri. Simplemente sabía de su existencia, sabía de ella y lo que hacía la mayoría del tiempo en realidad, e...
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Choi Hyo-ri
Correr, y correr.
No había rumbo fijo, solo huíamos tomados de la mano, dimos vuelta en uno de los pasillos para subir por una de las escaleras. Entre más subíamos los pequeños escalones se alcanzaba a divisar distintos sonidos provenientes de un piso más arriba, justo cuando puse al último escalón alce el rostro, me impacto tanto ver a Su-hyeok bajo el cuerpo de un zombi, estaba a punto de ser atacado.
Mire a Gwi-nam quien se había girado hacia mi.
—Dame el cuchillo —se lo entregue en mano y este corrió rápidamente en dirección al zombie clavándole el arma directamente en el cuello, la sangre de este caía en la cara de mi hermano.
Me acerqué a Gwi-nam al ver que había matado a aquel zombi, había un gran charco de sangre expandiéndose.
—Te atrapó este infeliz —se dirigió a mi hermano quien estaba asimilando la situación, parecía traumático.
—Gracias —agradeció y después me miro—. Hyo-ri... Hyo-ri, ¿estas bien? ¿No te mordieron? ¿No estás herida?
—Por supuesto te salve la vida —dijo este como respuesta.
Su-hyeok me tomó en brazos examinándome, lograba mirar a Gwi-nam quien se encontraba a nuestro lado admirándonos de una extraña manera. No entendía el por qué pero me aliviaba ver que Su-heyok se encontraba bien, o al menos eso parecía dejando fuera que se encontraba lleno de sangre.
—¿Y Cheong-san? —pegunto Gwi-nam interrumpiendo la situación, ambos lo vimos por unos momentos al oírlo decir eso.
Por unos momentos nuestros ojos se cruzaron, le hice un gesto en el cual trataba de entender el porqué hacía aquella pregunta, no podía permitir que saliera fuera de control.
—¿Cheong-san? —le respondió Su-hyeok dudoso aún estando a mi lado—. ¿Por que te lo preguntas?
—Quiero matarlo —dijo sin interés, me sorprendí tanto lo que dijo que me detuve a pensar en sus palabras.
Eso solo significaba que Cheong-san no había muerto, solo habían discutido, pero aún me aterraba que sus palabras fueran ciertas. Quizás solo quería tomar venganza por el echo que su ojo ya no estaba en condiciones y fuera su culpa, igual no iba a dejar que lo hiciera. Me separé de mi hermano dando un paso hacia atrás preocupada por el comportamiento que estaba tomando, algunas veces no solía entender su carácter pero conmigo era algo diferente, y me gustaba que lo fuera.
