Choi Hyo-ri, era una escéptica, característico por su conocida actitud.
Para Gwi-nam parecía no existir, o al menos eso era lo que pensaba Hyo-ri. Simplemente sabía de su existencia, sabía de ella y lo que hacía la mayoría del tiempo en realidad, e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Choi Hyo-ri
—¡Gwi-nam! —grite aún más fuerte viendo como mis manos iban resbalándose del tubo.
Alce mi cabeza con esperanza de encontrarlo pero en cambio vi el rostro de On-jo preocupado y asustado, fruncí el ceño mientras intentaba aferrarme al tubo para no caer, está lo noto pidiéndome que le diera una mano a lo que yo le negué dándole primero la bolsa de comida que tenía colgando. Después de eso intenté trepar pero mi mano cayó dejando una simplemente aferrada al tubo, con miedo volví a aferrarme y subí quedando impactada por la escena delante de mi.
On-jo a mi lado habia desaparecido corriendo tras Gwi-nam y Cheong-san quienes estaban en el suelo peleando, esta intento quitarle de encima a Gwi-nam pero esta la arrojo lejos de él tirándola al suelo, me estremecí y corrí hacia ella como Hyo-hyeong y Ji-min. Pronto me distraje al oír un fuerte golpe por parte de Su-hyeok quien había pateado a Gwi-nam para que se alejara de Cheong-san.
Ahora estos dos se encontraban peleando, tirando puñetazos y patadas el uno al otro, el resto sólo se alejaba pero mi paciencia se agotó en cuanto Gwi-nam lo golpeó con fuerza en la espalda para que lo dejara en paz, después de esto lo pateo contra una pila de bancos que estaba a lo lejos.
Mi pecho bajaba y subía rápidamente al ver lo enojada que estaba, no media mis acciones pero me giré en dirección a este para después tomarlo de la chaqueta y posicionarlo en la orilla de la azotea, su cabeza estaba colgando mientras lo veía.
—¡Que te pasa! ¿Cual es tu problema con el? —comencé a gritarle una vez teniéndolo frente a mi.
—¡¿Ah?! ¡¿Tú por que siempre lo defiendes?! —recobró la postura y deje de tomarlo de la camisa, su rostro cambió tanto que di un paso atrás.
—¡Que sucede contigo, no es así! —replique a lo que después me tomó del brazo con fuerza impidiendo que saliera corriendo o algo así.
—¿Quienes son ustedes? —de pronto se giró al resto de los chicos.
—¿Y tú? ¿Eres del club de un solo corazón? —Dae-su le pregunto a lo que este vio su chaqueta.
—Yo. ¿No me conocen? ¿Como carajo no me conocen?
—Te conozco —interrumpió Cheong-san—. Lo dije una y otra vez, eres la mascota de los matones.
Todos retrocedieron al ver que alzaba su mano.
—Vuelve a llamarme así y te mato —intenté soltarme de su agarre por que sabía lo que vendría.
