Choi Hyo-ri, era una escéptica, característico por su conocida actitud.
Para Gwi-nam parecía no existir, o al menos eso era lo que pensaba Hyo-ri. Simplemente sabía de su existencia, sabía de ella y lo que hacía la mayoría del tiempo en realidad, e...
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Choi Hyo-ri
—Anda, levántate —abrí mis ojos ligeramente al ver que me movían de un lado a otro, hice sonidos que indicaban el no querer levantarme pero no sirvió de mucho—. Hyo-ri, acompáñame no quiero ir solo.
—¿A donde? —dije al ver a Cheong-san en cuclillas frente a mi.
—Necesitamos buscar un teléfono.
—Miedoso —me levante sin pensarlo dos veces.
Me arregle el cabello para después acercarme a su lado, me detuve en cuanto On-jo le pedía que no fuera, supongo que le aterraba el el hecho de perderlo, ya había sido suficiente con I-sak.
—La sala de profesores está en el piso de abajo, Hyo-ri ira conmigo —explicó a lo que yo asentí con los dos pulgares arriba. No sabía que haríamos allá pero quizás de algo servirían
—¿Que? ¡No! Tú no puedes ir —Su-hyeok se dirigió hacia mi.
—Volveré si no puedo llegar, solo no llores —repetí con una sonrisa y este me miro fijamente, sus ojos decían exactamente lo mismo de siempre "no vayas, es riesgoso"—. Adiós, te quiero...
Susurre eso último.
—¡Dilo más alto! —me señaló antes de que me fuera y por suerte trepé la ventana yendo tras Cheong-san que iba más adelante, intenté fingir que no había escuchado eso último pero este me tomó del tobillo llamándome mi atención—. Cuidado.
Después de varias escenas me sostuve del marco yendo detrás del chico frente a mi, ambos caminamos por la orilla de las ventanas rezando por que no cayéramos y nos golpeáramos para después morir. En cuanto estuvimos a punto de llegar este cruzó un muro inclinándose para ver dentro de la sala, en cuanto pudo se levantó rápidamente reincorporándose.
—¿Podemos entrar? —pregunte y este negó—. Vuelve.
Este hizo caso a mi petición y me miro.
—¿Que vamos hacer?
—Colguémonos y vamos.
—Estas demente... —susurro dándome una ligera sonrisa, el fue el primero en bajar por el tubo que se interponía entre los edificios de la institución, después de eso seguí yo.
En cuanto llegamos volvió a repetir la misma acción de asomar la cabeza y ver la situación, de la nada gritos comenzaron a escucharse, eran tan fuertes que Cheong-san se levantó y me hizo una señal de que guardara silencio. Escuchamos atentamente, parecían ser gritos provenientes de una chica siendo atacada, me estremecí por dentro, parecía que no había tenido suerte como el resto.
Después de todo ese alboroto Cheong-san abrió la puerta mientras que yo me aferraba al tubo para no caer, había dentro un montón de zombis que no nos permitirían pasar pero como si fuera arte de magia estos se fueron y tomamos la oportunidad de entrar. Nos arrastramos por todo el suelo de la sala de maestros intentamos llegar hasta el final, me detuve a su lado en cuanto pequeños sonidos se oyeron cerca de nosotros.
