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Como muchos saben, el 14 de Febrero es una fecha especial para varias personas, ya que se celebra la amistad y el amor.
Muchas parejas estilan regalarse lindos obsequios y recuerdos para demostrar cuán importantes son esas personas para ellos.
Y Shinichiro no se iba a quedar atrás.. Obviamente que lo haría a su estilo.
Un día antes había puesto su alarma exactamente a las 6 de la mañana, se despertó muy entusiasmado, fue directo al baño para asearse, al salir agarró su celular y buscó entre sus contactos a su novia.
Linda <3
Shin: Lista para nuestra cita de hoy, mi bella dama?
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Tenía todo planeado para que pasaras el mejor día de tu vida. Había pensado en llevarte a su casa, hacerte un desayuno casero pero con lindos detalles, luego ir a un parque de diversiones y ganar un peluche de oso para ti, demasiado cliché, él lo sabía pero le daba igual.
Había reservado en uno de los restaurantes más finos de Tokyo, para el almuerzo, en la tarde irían a ver una película al cine y pasear por el centro comercial, y para la noche planeó estar los dos acostados acompañados de mantitas y muchos dulces, ahí te daría el regalo mayor, una sorpresa especial..
Aunque no contaba con algo..
Sus hermanos.
—Uy, qué galán —escuchó una vocecita al salir de su habitación —¿A dónde piensas ir? —la presencia del pequeño Manjiro sorprendió al mayor.
—¿No se supone que irías de paseo con el abuelo? —Shinichiro se descolocó.
—Mm, me parece que no, ya que el abuelo salió hace un rato por una urgencia —habló tranquilamente el rubio.
—O sea que, ahora tengo que cuidarlos.. —susurró para sí mismo el chico.
—Uy, qué pena —el menor fingió tristeza mientras movía la cabeza de lado a lado.
—¿Qué pasó? —una tercera voz se sumó a la conversación. Era la pequeña Emma, recién levantada, con una manita frotando su ojo derecho.
—Nada, Emma —intentó sonreír el joven.
Todo lo que había planeado se fue poco a poco al tacho.
Tuvo que llamarte y decirte que no podrían pasar el día juntos debido a que tenía que cuidar a sus pequeños hermanos..
—Cómo lo siento, cariño —escuchaste la voz apenada de tu novio a través del aparato.
—No te preocupes —te detuviste a pensar —¿Y si salimos con ellos? Por mí no hay problema.
—¿Segura? Es que no quiero que te incomodes..
—Claro, esos pequeños son unas linduras, no me voy a incomodar.
—¿En serio? —aunque se encontraban en llamada, podías imaginar que tu novio estaba con un puchero en esos momentos.
—En serio, es eso o pasarla separados.
—Bueno, linda.
—Ya, déjame alistarme y voy para allá, ¿si?
—Está bien, te espero..
—Te quiero.
—Yo igual —canturreó el chico para terminar la llamada.
—Bien, ¿a dónde nos llevarás? —escuchó la voz del rubio detrás suyo.
—Manjiro —el joven volteó y lo miró —Tienes que comportarte bien ¿si? —le dijo, ignorando completamente lo que este le había preguntado antes.
—Si si, está bien.
Al pasar el rato, por fin habías llegado, eran las 8 de la mañana, y tu novio había estado preparando unos deliciosos panqueques junto con dorayakis.
—Hola —canturreaste al ver que abrían la puerta —Oh, Manjiro —sonreíste.
—Hola Mai, apura, entra —dijo el niño rápidamente mientras te jalaba dentro de la casa.
—¿Qué pasa? ¿Por qué tan apurado? —carcajeaste al ver cómo el niño te guiaba directo a la cocina.
—Lo que pasa es que Shinichiro no le ha dejado comer nada porque quería que llegaras tú —escuchaste la voz de tu niña favorita en el mundo. Mientras entraba tranquilamente a la cocina.
—Emma —sonreíste y fuiste a abrazarla.
—Muy bien, ya que estás aquí, voy a comer —dicho esto, el rubio tomó un dorayaki y le dió un gran mordisco.
Tú solo reías por el alivio y satisfacción que tenía su cara al por fin saborear uno de los postres.
—Llegaste —escuchaste detrás tuyo, no te dió tiempo a voltear ya que sentiste dos brazos rodearte la cintura para seguidamente sentir los labios de tu pareja en una de tus mejillas.
—Shin.. —volteaste tu cara para devolverle el beso.
—¡Ey! ¡Manjiro! —ambos dirigieron sus vistas a los pequeños que protagonizaban una divertida escena donde peleaban por la comida —¡Dame uno! ¡No te lleves todo!
—¡No! ¡Son todos míos! —el rubio le sacaba la lengua a su pequeña hermana mientras esta lo correteaba por toda la cocina.
—Perdón, sé que no es la velada que esperabas.. —Shinichiro susurró en tu oído mientras posaba su mentón en tu hombro.
—Da igual, solo necesito que estés conmigo para que sea perfecta.
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Lo sé, 2 días después de San Valentín 🫂 Una disculpa, estuve mal de salud, pero ya estoy mejor así que no pasa nada :)
