Capítulo 18

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Parte l

–Espero que esto merezca la pena—fueron las primeras palabras que salieron de mi boca al verme sentada delante del mismo que había solicitado esta cita. El parecía querer llamar a la mesera pero antes de que sus labios formularan algo, los míos se adelantan—Joan, no vine aquí a tomar café. ¿Puedes empezar a hablar?

–Ni siquiera sé por donde comenzar.

Admitió pasando una de sus manos sobre su cabello haciendo un completo alboroto en el. Yo sin más crucé de mis brazos, y recosté mi torso al cómodo sofá esperando a que comenzara a explicar y aclarar cada una de las dudas que había acumulado desde su última visita en casa. Su mano derecha fue hacia el pequeño vaso de cristal con agua y dio un largo sorbo.

–Bien—dijo—En esos últimos días que estuviste quedándote en mi casa, tu padre te hizo unas llamadas exactamente el día que estaban saliendo. Tú estabas dormida, y yo recién salía del baño cuando sentí tu móvil sonar y con mucha insistencia. Creí que se trataba de alguna emergencia por eso terminé levantando la llamada. Él comenzó a explicar la razón por la que se iban. Dijo algo de que debían mucho dinero y que esa era la única opción. Luego de varias explicaciones terminó pidiéndome de favor que te quedarás más días conmigo, y que no mencionara nada del tema.

»Realmente me pareció extraño, intenté convencerle de que tenías derecho a saber, que no podían dejarte tirada y perderse, pero aún así no me lo permitió. No tuve más remedio que tenerte engañada todos esos días, hasta que decidiste irte de mi casa. Dejé que te fueras, merecías saber la verdad, aunque fuera por tus propios ojos.

Su voz se cortó de momento y yo solo me quedé observándolo fijamente sin poder asumir cada una de las palabras que me había dicho. Mi mente viajó hacia a esos meses atrás, a esas semanas donde permanecía durmiendo y viviendo con el chico que prometía ser mi mejor amigo. Fui directamente hacia esa última charla que tuve antes de irme aquella tarde, donde ese silencio y esas palabras forzadas me parecieron extrañas e igual ignoré.

–¿Dirás algo?—escuché preguntar.

–Dime que estás bromeando—el negó, y en mi rostro se dibujó una sonrisa jocosa—¿Me estás jodiendo? Estás intentando decirme que estuviste reteniéndome en tu casa por días, sabiéndolo todo.

–Lila, yo sé que debí decirte...

–¿Te das cuenta de qué sino llega a ser por Noah, no tuviera un hogar ahora mismo? Y todo porque el que me dió la vida te pidió que no me dijeras, y tú de obediente le hiciste caso.

–Son cosas de familia, no me podía meter ahí.

–Ya lo dijiste, «son cosas de familia»—repito—No eres de mi familia.

Su semblante cambió a uno de tristeza e inconformidad al escuchar las frías y cortantes palabras que habían sido libres. Una parte de mi sintió culpa por ello, sabía que había sido demasiado dura con él; pero eso no importaba, no cuando solo podía pensar en todo ese tiempo que había sido engañada. La voz de la duda volvió a hacerse presente en mi cabeza, por lo que decidí preguntar antes de olvidar ese detalle.

–Hay algo que no entiendo. ¿Por qué nunca vi las llamadas?

–Yo... las borré—sus quedaron sobre los míos esperando alguna reacción de mi parte, a lo que respondí con otra sonrisa jocosa.

–¿Qué esperas?¿Qué te aplauda? Llevo meses pensando que mi padre ni siquiera se preocupó por hacerme saber sobre el tema, y recién vienes y me dices que eliminaste la única prueba de su paternidad.

–Lila, no te engañes. Sé lo mucho que lo amas, pero después de todo lo que dije solo piensas en las llamadas. Siento tener que arruinar tu ilusión del padre preocupado, pero él te abandonó.

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2022 ⏰

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