Decidí levantarme de la cama luego de mirar al vacío por casi media hora. Estiré mis brazos al aire, di dos vueltas en la cama hasta llegar a mi móvil que marcaba que eran las 10:05 am. Se me había hecho tarde para no hacer nada. Me sostuve sobre mis pies para dirigirme hacia el cuarto de baño.
Luego de ducharme fui hacia el espejo para peinar mi cabello y cepillar mis dientes. Antes de que pudiera hacer alguna de las dos. Me fijé sobre una nota pegada en el espejo. La arranqué del mismo para leerla con más facilidad.
¡Buenos días, bienvenida oficialmente a casa! Disfruta de tu nuevo cepillo. :)
Pd: Te he dejado el desayuno en el horno.¿Cepillo nuevo? Alcé mis ojos hacia el vaso donde se encontraba dos cepillos de dientes. Uno azul, que parecía ser el de el, y a su lado uno de color violeta.
«Es un lindo gesto»
Ni los colores conoce.
Bajé hacia el piso de abajo. Me dirigí hacia la cocina. Tenía muchísima hambre. Tomé un vaso de leche y abrí el horno justo como me había dicho. Unos cupcakes estaban dentro junto a un vaso de café. Sonreí inconscientemente al ver que recordaba que eran mis favoritos, y los tomé para luego sentarme en la barra. Comencé a comerlos pero uno de ellos fue arrebatado de mis manos. Sabía que se trataba de el. Me giré y observé desafiante a mi ladrón de cupcakes.
–Eso es mío—demandé.
–Técnicamente, yo los hice.
–Para mi—le observé vacilante, y el se atragantó con el.
–No seas engreída, ayer de tanto que hablaste de ellos me entraron ganas de comer.
–¿Seguro?
Ignoró mi insinuación por completo y rodeó la barra para servirse un poco de leche. Se quedó de pie delante de mi, analizándome. Mis ojos se entrecerraron y los de él hicieron lo mismo. No entendí porque lo hacíamos pero era una escena muy graciosa.
–¿Te gustaron?—preguntó.
–Los he comido mejores.
–¡Mentirosa!—gritó—¡te estas atragantando con ellos!
–¡No es así!—solté varias migajas de la boca y limpie rápidamente mis labios.
El volvió a tomar uno de mi plato y lo volví a desafiar con la mirada. Sus ojos se quedaron sobre los míos, mientras yo observaba como lentamente se lo llevaba hacia su boca. Antes de que pudiera darle una mordida—que no faltaba mucho—le di un golpe en su mano provocando de que se cayera sobre la barra. Si no era yo la que se los comía, menos iba a ser el. Sonreí victoriosa al ver su rostro desconcertado, su semblante cambió. Estaba cien por cien de segura de que me quería fusilar.
–No me mires así—sin abandonar mis ojos trato de levantar el que había tirado hacia un momento, y copié mi acción anterior.
–¡QUE SON MÍOS!
–¡PERO SI NO TE GUSTARON!—rebatió.
–Puede que un poco si—sonrió con orgullo—No seas tan creído, vuelvo y repito, los he comido mejores.
–Eso es porque recién te los comes, los hice hace más de tres horas—destacó—Espera que los comas ahora quiere decir que, ¿dormías hasta ahora?

ESTÁS LEYENDO
Lila
أدب المراهقينLila Malley nunca había tenido la vida que tanto deseaba, y sus padres eran los verdaderos culpables de eso. Sus problemas la habían llevado a ser una discreta consumidora que a su debido tiempo provocó que sus sueños se desmoronaran y convirtieran...