-Capitulo 8: Noticias-

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Zack

— ¿Hay novedades doctor? — dijo mi prima limpiándose las lágrimas.

Yo solo observaba al médico se me hacia bastante familiar.

*Los minutos más largos de nuestra vida, mi tío no podía contener las lágrimas, yo tenía los ojos rojos de tanto llorar hasta que salió el doctor Thomas, lo observé detenidamente, ¿era el que salvaría a mi madre?. Nos comunicó que gracias a mi intervención mi madre había sobrevivido pero que quedaría ingresada unos cuantos días mas, mi corazón estaba encogido y mi reacción fue abrazar a esa hombre tan alto, le quería, le quería por salvar a mi madre*

Él me miró y supo quien era al verme los ojos. — Sí, Luna está estable, está descansando, solo le ha dado un ataque de nervios y ha terminado en desmayo, les toca vigilarla para que no le vuelva a ocurrir — dijo dándome una palmada en el hombro, ese hombre había salvado a mucha gente importante para mí.

— Muchas gracias — dijo mi prima abrazándola como hice yo hace 11 atrás. — Perdón por esto, ¿podemos pasar a verla? —

— Es mejor dejarla descansar pero cuando se despierte pueden pasar, buenas tardes — dijo él yéndose a la habitación de al lado.

Sabía lo importante que era Luna para mi prima y sonreí al saber que estaba bien, nos sentamos en esas sillas y hablamos un rato, necesitábamos eso. Mi prima se durmió al rato entonces yo aproveché y entré en la habitación de Luna.

*Un rato más tarde apareció mi tía Alice, ella me abrazó y luego entramos a ver a su hermana. Corrí hacia la cama donde estaba mi madre, su cuerpo estaba lleno de moretones y tenía la piel muy pálida, no sabía que pasaba pero pasé mi mano por todas las heridas, odié verla así, lloré mientras la miraba, solo quería que se recuperara y juré en ese momento protegerla ante todo*

Allí estaba mirando a una esquina, nunca me había fijado bien en sus ojos eran azules como el cielo y observé los miles de lunares que tenía en toda la cara.

— Eyy lunares — dije yo rascándome la nuca.

Me miró sorprendida y se quitó el pelo de la cara.

— ¿Qué haces aquí? —

— Es que me aburría y pues... — me dejó de mirar — ...por ti boba —

— No dejaste todo claro, ¿follar e irte? Eso es lo que hiciste conmigo, ¿me equivoco? —

— ¿Cómo vas a pensar eso? Estabas borracha, solo te moje con agua fría y te acosté con mi camiseta, no me aprovecharía de alguien borracho y menos de ti —

Vi un poco de desilusión en sus ojos y no entendí porque, me fui a disculpar pero ella habló.

— Deberías habérmelo explicado antes, ah no, que te fuiste y llevas dos días sin estar en casa —

— Me requerían en otro lugar, ¿y quién eres tú para interesarte a donde voy o que hago? —

Hubo un silencio incómodo, mierda me pasé al decir eso. — Lo, lo siento, estoy muy nervioso, me dan pánico los hospitales —

— Oh el engreído que no le teme a nada ahora le dan miedo los hospitales, lo he visto todo — dijo ella riéndose.

— Al menos te he hecho reí, sí me dan mucho miedo, estoy deseando que salgas de aquí para no volver — dije acariciando el mejor lunar que le quedaba, justo debajo del ojo.

Hubo un silencio que era bastante bonito, lo único que oía era su risa, pasamos así un rato hasta que entró mi prima y decidí ir a por algo de comer. En la cafetería vi a James, tenía los ojos rojos y estaba con un trozo de tarta en frente suyo sin tocarlo, no entendí porque pero me dio pena así que pensé en sentarme con él.

— Hola, ya sé que me odias pero quiero que sepas que ya está bien — dije yo poniéndome en frente suya.

Solo me miró y siguió removiendo el café.

— Ehh tío, ¿pasa algo? — dije yo esperando su respuesta.

— Todo fue mi culpa — soltó él luego de un rato.

— ¿Qué pasó, cómo terminó así? —

— Bueno, prácticamente le confesé mis sentimientos aunque sé como las miras tuve que hacerlo, la besé pero pensó que traicionaba a su amiga que es verdad pero lo necesitaba hacer y ahora está aquí por mí. —

Flipé un poco y más con lo de ''sé como la miras'', sentí como me enfadaba poco a poco pero intenté controlarme ya que estábamos en un lugar público, ¿como pudo hacerle eso a ellas dos?

— Deberías aclarar las cosas con Alexa, no se merece esto- dije un poco enfadado.

Ví cómo se alejaba sin ni siquiera un simple gracias, que mal me caía ese chico, pero iba a dejar las cosas en paz porque sabía que estaba mal. Me terminé la tarta y fui hacia la habitación a volver a ver a mis lunares, ojalá saliera pronto de allí.

*Al salir de aquel horrible hospital decidimos vivir en casa de mis tíos una larga temporada, mi madre necesitaba apoyo de la familia y yo también, supe desde ese mismo instante que odiaba a mi padre y que nunca lo volvería a ver, protegería siempre a mi madre y cualquier hombre que volviera a ponerle la mano encima tendría que pasar por encima mío, dije eso mientras hacía una promesa delante del espejo de mi nueva habitación. Luego fui a ver a mamá, la observaba mientras dormía y le agarré la mano mientras observaba como dormía, nunca me iba a separar de ella*

La llave de tu puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora