Luna
Me sentía fatal al haberle dicho todo eso a Zack pero, yo estaba peor. Necesitaba tiempo para creerle, aunque una parte de mí le creía había otra que dudaba con sus famosos, ¿y si...?
Me senté sobre mi cama mientras el alcohol que había ingerido hacía un rato me llevaba al borde del llanto. Luché contra mi ser para no volver y perdonarle todo pero, igual, me quedé inamovible. Sentí un fuerte dolor en el pecho al verle mientras yo me marchaba en el taxi dejándole allí, solo.
Mis celos apoderaron todo mi ser, ¿y si al irme se iba con alguien más, cansado de mis boberías? Oí la puerta abrirse y me hice la dormida, era Zack roto de dolor, me esforcé intentando no levantarme para ir con él pero solo oí sus suspiros y luego la puerta en señal de su ida. Me incorporé observando el lugar que había estado hace tres segundos y me culpé por no ir tras él, me sentía culpable de todo y de tanto llorar me cansé tanto que me dormí sin pensarlo.
A la mañana siguiente oí de nuevo mi puerta abrirse y esperé, con todas mis fuerzas, que fuera él pero eso no sucedió. Los saltones ojos de mi amiga aparecieron en el marco de la puerta mirándome con sorpresa.
— ¡Me dejaste sola! —
— Lo siento, hablar con Zack me afectó —
— Los vi desde la ventana, ¿qué tal? ¿Ya le has dicho que a pesar de todo lo quieres como a nadie? —
— Shh, cállate. Quiero pensar —
— Pero...—
— No hay peros que valgan, necesito mi tiempo, aunque si es verdad que lo extraño tanto que duele — mis ojos lagrimosos se hicieron notar y luché para no dejar que saliera ninguna lágrima.
— Eh, eh tranquila. Tómate tu tiempo, él te esperará —
— Eso espero —
— Nunca lo he visto así con nadie — miré a mi amiga con mis ojitos lagrimosos y ella me abrazó —. Venga, venga, vamos a cambiar de tema. Sé lo que te alegrará — sin pensarlo puso Never ending story.
— Venga ya, ¿stranger things? —
— Siempre nos animaba venga arriba — me agarró las manos y saltamos al mismo son sobre mi gran cama.
— ¿Qué hacen? — entró Marta a mi habitación mientras la música empezaba a sonar.
— Venga, vamos a pasarlo bien — mi amiga la agarró y empezó a saltar con nosotras.
— Make believe I'm everywhere — gritábamos las tres —. Live it in your mind. Written on the pages — oímos alguien tosiendo de fondo y paré sin dudarlo mientras mis amigas seguían cantando.
— Is the answer to a never ending story. Ehh Luni, tu parte... ostia. Hola Zack — ahí estaba Zack con la mirada clavada en mi.
— No quería interrumpir pero, voy a comprar algunas cosas con Edwin por si quieren algo...— no dejaba de mirarme con tristeza y yo intentaba apartar la mirada.
— Sí, tráenos un McDonald — asintió y salió por la puerta, me sentí mal que se gastara dinero por mí así que le seguí con un billete en la mano.
— Eh, eh. Espera —
— Lunares, ¿me vas a dar dinero? —
— ¿Lu... lunares? —
— Te voy a llamar así siempre — intenté esconder la sonrisa tonta que me provocaba —. Y del dinero, guárdalo. Nunca sientas que me tienes que pagar nada —
— Pero... —
—... no quiero nada de ti —
— ¿Cómo? —
— Que nunca me des dinero, ¿estás bien? — joder, mi asquerosa mente me había hecho pensar aquello.
— Nada —
— Bueno, si tú lo dices — al decir eso se alejó de mí y me sentí vacía de nuevo. Dudé un tiempo si buscarle pero terminé optando por mirarlo desde el balcón de mi habitación, esperando ver si había oportunidad de verle por última vez pero no lo vi por ninguna parte hasta que...Sonreí al ver que el mensaje se trataba de él, lo busqué con la mirada y allí estaba parado en frente a su coche mirándome fijamente. Le miré, aunque estuviera lejos lo sentía muy cerca. Sacó la llave de mi habitación y me la enseñó, yo hice lo mismo con mi collar y dudé si bajar a decirle que lo extrañaba como nunca pero, mi fantasía acabó, subió al coche con lágrimas en los ojos y se alejó de nuevo.
Entré de nuevo a casa pero tuve que apoyarme en la pared antes de volver con mis amigas pero su mirada fría me había afectado y todo, era por mi culpa. Salí de casa con un vacío en el pecho mientras Bimba me seguía con su actitud alegre que contagiaba a todos, me dirigí al lugar que he evitado visitar, el cementerio, era incapaz de leer el letrero que confirmaba la muerte de Cathy pero, lo necesitaba.
Al llegar estaba vacío y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Caminé dentro y me percaté a encontrarla, me senté frente a ella y dejé un girasol, sus favoritas.
— Oh, hola Cathy — tuve que ser fuerte para no echarme a llorar pero fue imposible, lágrimas nublaron mi vista pero necesitaba leerle la carta que hacía días había escrito con el propósito de leerla. — Lo siento, es demasiado para mi — saqué de mi bolso la carta y Bimba se acostó en mis piernas, le acaricié la oreja y supe que era el momento para empezar. — Aquí estoy, alguien que no sabe expresarse abiertamente con la gente pero estoy intentándolo por ti. Hemos cometido errores las dos y no hemos tenido tiempo de disculparnos, por eso estoy aquí, aunque tú no estés presente yo sí y lucharé porque me perdones aunque sea imposible. Siento tanto haberte tratado así, sé que querías lo mejor para mí pero Zack lo es... — tuve que pararme al leer esto, su nombre aún me perjudicaba sabiendo que le quería con el alma. —. Bueno, hemos tenido algún que otro problema pero creo, pienso y siento que podemos solucionarlos. Te echo de menos todos los días y duele, duele no poder verte más y es injusto que te hayas ido, nos quedaba mucho más por vivir pero, bueno, ya estás con mamá — como si me fuera un imán me percaté a mirar la tumba de al lado, ¨Sol¨—. ¿Mamá? — pero lo que más me impresionó es que tuviera el mismo apellido que Cathy, espera, ¿eran hermanas? Millones de preguntas rondaban mi cabeza y me quedé en estado de shock. Al rato sentí unas manos rodearme y sin saber quién era me sentí en casa...
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La llave de tu puerta
RomansaCuando acepté esa escapada no sabía que mi vida daría un auténtico giro de 180 grados. No supe a ciencia cierta lo que mi amiga quiso decir cuando dijo que este iba a ser nuestro viaje... Esta historia narra el viaje que cambió mi vida, ¿quieres des...