-Capítulo 19: La primera vez-

65 17 2
                                    

[Creo que es la mejor canción que pega aquí, así que disfrútenla]

Luna

Devoraba mi cuerpo como si llevara tiempo aguantando las ganas de desnudarme, en menos de 5 minutos había provocado en mí más de mil gemidos, sentir sus labios en mi cuello era de las mayores tentaciones que había intentado evitar pero como en todas las tentaciones siempre uno acaba tentado. Era un experto en lo que hacía mientras yo era solo una novata sin ninguna experiencia pero no me importó porque se sentía como en el cielo. Sentía miedo perder la virginidad pero si era con él estaba dispuesta a arriesgarme.

— Zack — dije yo en medio del mayor gemido que había tenido, él se separó de mi cuello y me miró con sus ojos dilatados.
— ¿E... estás bien? — dijo él con aires de preocupado.
— Te quiero dentro de mí ya —
— Lunares, no te voy a follar y ya está, quiero que en tu primera vez estés cómoda, te voy a hacer el amor —
Había leído mil veces la diferencia entre las dos y siempre que llegaba el momento mi cabeza repetía lo mismo: hacer el amor es más allá de lo físico y el sexo es una necesidad pero sin cariño. Mientras pensaba esto él se estaba quitando la ropa y... SANTA VIRGEN, dios, ¿cómo podía estar tan bueno? Sentí su mano en mi intimidad y me humedecí aun más en mis braguitas.
— Guau Luna —
— ¿Qué... qué? —
— Lo mojada qué estás para mí, eso me encanta — me sonrojé y él me quitó de un agarrón las braguitas —. ¿Me quieres dentro? — dijo provocando y quitándome lentamente el vestido.
— Por favor... — dije susurrando intentando contener el gemido.
Se paró un segundo a observar mis pechos y los masajeó lentamente para después subir más el nivel, los gemidos hacían eco en toda la habitación.
— No te he oído —
— ¡Por favor ya! —
En un segundo ya estaba dentro de mí pero yo quería más, él iba despacio pero le pedí que fuera más. Había leído mil veces en los libros como los protagonistas lo hacían pero no era nada comparado como en la vida real, en la vida real era mil veces mejor. Veía a Zack con los ojos dilatados yendo más y más deprisa, me dolía un poco y de mi salieron unas cuantas lagrimas.
— Eh, perdón lunares no quería hacerte daño — dijo mientras intentaba salir de mi.
— Zack... por favor... te necesito dentro de mí — dije sentándome encima de su miembro y pegando brincos.
Él volvió a introducirse y esta vez tomé yo el control hasta que el orgasmo llegó y... exploté, millones de sentimientos recorrían mi cuerpo mientras pegábamos un grito ahogado que hacía eco en toda la habitación y acabamos agotados sobre el sillón.
Miré al sillón y una gran mancha de sangre había en él, me tapé la cara de vergüenza y corrí al baño mientras Zack me gritaba.
— Eh eh Luni, ¿qué pasa? —
— Lo siento, soy patética —
— ¿Por qué dices eso? Ha sido... increíble, ¿no eras virgen? Parecía como si tuvieras bastante práctica —
— Zack, no me mientas —
— Eh eh mírame — le miré y sus pupilas dilatadas empezaron a volver a su forma —. Todo tú es perfecto, ¿vale? No te disculpes más —
Le abracé y nuestros cuerpos desnudos se hundieron como si fueran uno.

Los días siguiente Zack estuvo distante, pasaba poco por el apartamento y cada vez que me veía era para desayunar. Sabía desde el primer momento que no había disfrutado en absoluto y me sentí fatal, veía la foto en mi fondo de pantalla cuando recibí un mensaje.

 Sabía desde el primer momento que no había disfrutado en absoluto y me sentí fatal, veía la foto en mi fondo de pantalla cuando recibí un mensaje

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aparté mi móvil lejos y Bimba me miró tristemente, acariciando su cabeza decidí ir a su "sorpresa" y me dispuse a vestirme. Opté por un top negro y unos jeans blancos con mis botas negras, me maquillé un poco y recibí otro mensaje.

Abrí la puerta y vi el primer cartel, "esto es una especie de juego, intenta buscar el otro cartel en donde me viste por primera vez luego de unas semanas"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abrí la puerta y vi el primer cartel, "esto es una especie de juego, intenta buscar el otro cartel en donde me viste por primera vez luego de unas semanas". Intrigada corrí hasta el ascensor y bajé los ocho pisos hasta la entrada del edificio, investigué todo pero no había nada de un cartel, cuando me iba a rendir, me acerqué a una maceta escondida y allí estaba el segundo cartel, "aquí me escondí cuando te vi hablar con el tonto de Erick, este juego es fácil lunares, ahora una adivinanza: Todas las palabras sé y, aunque todas las explico, nunca las pronunciaré; buena suerte en encontrarme", los libros, eran los libros, supe lo que era desde que lo leí, a este tío le encantaban las adivinanzas, corrí hasta una biblioteca que había cerca de allí y me puse a mirar todos los libros hasta que de ellos cayera otro cartelito. Miré los libros de romance, los de miedo, en sí miré todos pero nada ni rastro del cartel, me deslicé lentamente en los libros y de la nada uno calló, "nos quedarán más atardeceres", observé la cubierta y lo abrí hasta que llegué a una página que de ella salió otro cartel, "que lista eres sabiendo que mis libros favoritos son los de poesía, bueno dejando eso a un lado, te voy a preguntar algo, ¿qué te di yo al día siguiente de que me dejaras con ganas? Si contestas bien me encontrarás" rebusqué rápidamente en mis recuerdos y me acordé de aquella frase: ''por si echas de menos lo de ayer'', cogí la llave y detrás de ella había otra nota, "detrás de los libros de poesía hay una puerta, toca y te abriré, bien hecho lunares"
Fui detrás de los libros y tenía razón, allí había una puerta, toqué intrigada y esta se abrió sola. Me adentré en la sala y el techo estaba lleno de diferentes estrellas con gran luna en una esquina, había sillones y una gran pantalla que decía...

Mis ojos llorosos desviaron la mirada a una mesa donde había comida y unas copas vacías

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis ojos llorosos desviaron la mirada a una mesa donde había comida y unas copas vacías. Busqué a mi chico por toda la sala y apareció de repente con una camiseta de botones desabotonada y unos vaqueros. Me acerqué corriendo y me fundí en él en un beso, él me elevó en el aire y quedamos cara a cara.
— ¿Esto es para mí? — él me volvió a besar apasionadamente y me derretí en sus brazos —. Me queda claro que es para mí —
— ¿Que dices?, ¿tú no eras Savannah? — dijo riéndose y yo me crucé de brazos.
— Eres un tonto — me besó y acarició mi espalda.
— Luna, quiero hacerte sentir lo que sentí yo, por eso he hecho esto— dijo sentándose conmigo en su regazo —. No es lo que sentí solo haciéndote él amor, es mucho más que eso. Luna me has despertado sentimientos que ni yo mismo sabía que sentía, eres la luz que ilumina el camino oscuro, puede que me esté poniendo cursi pero te digo la verdad, no sé que hubiera sido de mi si no te hubiera conocido — sonreí y le abracé mientras  algunas lágrimas salían de mis ojos.
No sé qué me has hecho Zack pero no puedo despegarme de ti...

La llave de tu puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora