Luna
Horas antes...
Me desperté porque me moría de hambre y recordé mi cita con Erick, salté emocionada en la cama, Bimba me miró raro y me reí mientras miraba la hora, las once y media, es tardísimo. Bajé las escaleras corriendo y por fin pude prepararme algo en aquella gran cocina, investigando los cajones buscando algo que comer encontré un tocadiscos con cientos de vinilos en una caja debajo de el, rebusqué entre los vinilos y cogí uno al azar, puse la aguja del tocadiscos sobre una canción y de ella sonó una melodía muy pegadiza, hice la comida acompañada de buena música y unos cuantos pasos de baile, no era muy buena bailando pero mis 7 años de baile daban resultados. Cuando me di cuenta eran las doce y media, comí lo más rápido que pude y corrí escaleras arriba para darme una ducha y empezar a vestirme. Después de una hora ya estaba vestida con unos jeans y una top floral de tiros , me despedí de Bimba la cual me miró tristemente. En un cerrar y abrir de ojos estaba en la entrada esperando a Erick, busqué a Cathy con la mirada y cuando me di cuenta tenía frente de mis ojos a Erick con unos vaqueros y una camiseta blanca que marcaba sus abdominales, se veía muy bien y sus abdominales bueno... cállate Luna, deja de mirar eso.
— Hola — dijo abrazándome. Yo solo accedí a ese abrazo todavía seguía en mi mente sus abdominales los cuales me dejaron sin habla, no me consideraba una persona muy mal pensada pero en ese momento mi mente se imaginó muchas cosas. Nos separamos y un ¿vamos? Salió de mi boca y empezamos a caminar rumbo a dónde sería la salida.
Disfruté de la compañía de Erick, íbamos hablando de miles de cosas y el camino se me hizo corto. Llegamos a una especie de parque que estaba apartado de todo, entramos por una puerta hecha con una manta, dentro era impresionante, había una mesa rodeada de árboles dos sillas y unos platos de sushi sobre ella, olvidé comentar que amaba esa comida, había luces de todos los colores y música creando ambiente.
— Wow, esto es demasiado — dije y él me abrazó las caderas, su roce me hizo sentir nerviosa.
— Todo lo mejor para ti — me acompañó hasta la mesa apartando la silla para que me sentara, se estaba comportando como un caballero y su acto me hizo reírme.
— Bueno, ¿a qué se debe esta velada? —
— Disfrutar de tu compañía — y alzó la copa de vino chocando con la mía, me sonrojé y el solo sonrió. Empezamos a comer envueltos de canciones, de conversaciones sin sentido y de muchas risas.
— No me puedo creer que hicieras eso — dije riéndome.
— ¿Qué quieres? Me quitaron el chocolate — nuestras risas hicieron eco por todo el sitio.
Cuando me di cuenta la noche estaba cayendo y se veía perfectamente el atardecer, él se levantó y haciéndome una reverencia dijo.
— ¿La princesa quiere bailar conmigo? —
— Claro —
Agarré su mano y nos dejamos fluir por la canción Let Her Go. Agarraba mis caderas con tanto cuidado que sentí que era de cristal, mis manos fueron hacía su cuello y acariciaba su cuello con ambas manos, se separó de mi agarre y me hizo girar sobre mí mientras miraba esos ojos verdes, sus manos tatuadas me tocaban con tanto cuidado que sentí que me iba a derretir ahí mismo. Los minutos de la canción pasaban y seguimos bailando sin detenimiento, la canción seguía cuando tomó mi mentón y me besó, sus besos eran cálidos y delicados, metí mis manos dentro de su camiseta y noté sus abdominales marcados, dejó mi boca para pasar a mi cuello y yo me estremecí todavía con mis manos dentro de su camiseta, me acostó en el césped y mis manos fueron a su espalda que arañaron como si fuera lo último que hiciera, solté un gemido ahogado y el comenzó a desabrochar mis pantalones mientras seguía besando mi cuello, mi mente traicionera me trasladó a aquel día.
*...era un beso lleno de deseo, nos tuvimos que separar por falta de aire y acto seguido sin dejar de besarme me depositó en la cama, ¿mi primera vez en un hospital? No no él no podía saber que era virgen y... otras Alexa, ¿qué iba a pensar? La traicionaría otra vez, cuando me di cuenta dejó de besar mi boca para besar mi cuello, que bien sentía eso, pero no mi amistad va primero.
— Zack... —*
Zack... necesitaba alejarme para darme cuenta de lo mucho que lo necesitaba, para mi sorpresa ya no tenia pantalones y Erick iba directo a retirar mis braguitas cuando le paré.
— ¿Qué pasa Luna? —
— Me tengo que ir — me puse los pantalones y salí corriendo hasta mi apartamento para llamar a Zack.
Corrí y oía los gritos ahogados de Erick, había sido mi salvación ese momento pero también me hizo darme cuenta que no era con él. Llegué rápidamente al apartamento y vi a Cathy mirarme preocupada.
— ¿Qué pasa cariño? —
— Necesito verle —
— ¿A quién? Estabas con Erick, ¿no? —
— A él no Cathy, a Zack — hubo un silencio y me atreví otra vez hablar. — ¿Qué pasa? —
— Como te explico... a Zack no le interesas tanto como a Erick — la miré desilusionada y apareció Erick en frente mío.
— Luna, Luna, ¿qué pasa? —
— Erick, lo siento por ilusionarte, no puedo —
— ¿Es por Zack? —
Oír su nombre me impresionó y subí al ascensor.
— No lo vas a entender, déjame sola — me sentía culpable por Erick. Mientras se cerraban las puertas del ascensor un lo siento salió de mi boca, oí a Cathy y a Erick gritar y mis lágrimas deslizaban mis mejillas, me sentía fatal hacerle eso pero lo que más me dolía era lo que me dijo Cathy ''a Zack no le interesas tanto como a Erick'', llegué a mi piso y mientras sollozaba buscaba en mi bolso las llaves de la puerta cuando oí la respiración de alguien tras mi, mi corazón empezó a acelerarse poco a poco como si supiera quien estaba detrás.
— Espera... — reconocía perfectamente esa voz.
— Zack — sin pensarlo me acerqué y le besé, era lo que necesitaba en ese momento, él accedió abrazándome como si fuera de mentira.
Iba a ser complicado amarle después de todo lo que me había dicho Alexa pero no me importaba por sus besos notaba lo mucho que me deseaba como yo a él. Cómo decía la canción Let Her Go: Solo sabes que lo amas cuando lo dejaste ir.
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La llave de tu puerta
RomansaCuando acepté esa escapada no sabía que mi vida daría un auténtico giro de 180 grados. No supe a ciencia cierta lo que mi amiga quiso decir cuando dijo que este iba a ser nuestro viaje... Esta historia narra el viaje que cambió mi vida, ¿quieres des...