Cuando acepté esa escapada no sabía que mi vida daría un auténtico giro de 180 grados. No supe a ciencia cierta lo que mi amiga quiso decir cuando dijo que este iba a ser nuestro viaje... Esta historia narra el viaje que cambió mi vida, ¿quieres des...
Derrumbarse delante de ella era un verdadero placer, como alguien con un simple abrazo te puede calmar todo lo malo, mi estómago lleno de mariposas me recordó a la primera vez que crucé la puerta de la casa y la vi de frente a la puerta petrificada ante mi presciencia. Llevaba enamorado de ella desde el primer momento que cruzamos palabra solo que fui demasiado cobarde como para admitirlo en alto, debía mantener mi presencia, no era el típico que se enamoraba primero y tenía miedo de cambiar... pero esta vez todo cambió, ella era la forma más bonita que ha tenido la vida de enseñarme que vale la pena arriesgarse a amar. — Gracias Luna, gracias por apoyarme — es lo único que salió de mi boca en ese momento. — Zack, estoy aquí para lo que necesites — no pude evitar sonreír en ese momento y volver a ese bonito abrazo. — Es muy difícil para mí, contar esto, pero me trasmites tanta confianza... — mi voz rota hizo que Luna me cortara. — Zack no lamentes más, ya paso — Hubo un silencio mientras nos mirábamos fijamente y ella acariciaba mi pelo. — ¿Es mi turno? — — Supongo — dijo riéndose. — ¿Con cuántas personas lo has hecho? — hubo un silencio incómodo y me sentí fatal —. Luna, lo... lo siento... — — Zack no importa — — No me contestes, no hace falta — — Soy virgen engreído, nadie... — la corté — ...ha tenido el placer — ella se sonrojó y yo sonreí como un tonto de 15 años. — Mi turno — — Venga dime soy todo oídos — — ¿Te has enamorado? — — Una vez... — noté su cara de sorpresa —. No era alguien que me merecía pero aun así me enamoré — — Guau, no sé si me mientes... — — ...bueno no sé si lo he hecho otra vez — ella sonrió mientras yo bostezaba, llevaba toda la noche despierto y en el mejor momento para confesarle mis sentimientos el sueño me traicionaba. No le había confesado que estaba enamorado y mi bostezo lo estropeó todo. — Venga me voy para que puedas dormir — me levanté y ella me detuvo —. Sigo enfadada por irte, el sofá es súper rico para dormir — y se fue dejándome allí solo. Bimba me miró con aires burlones y yo solo gruñí quitándome mi camiseta por los hombros, antes de dormirme revisé mi móvil y vi un mensaje de mi prima.
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Entré en Instagram enfadado y vi una historia a Instagram de Luna y corriendo le respondí a la historia.
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Después de leer el último mensaje de Luna me dispuse a dormir en aquel incómodo sofá, el sueño pudo conmigo y no tardé en dormirme. Me desperté en la misma posición con la que me había dormido, un dulce olor despertó mis poros y al abrir los ojos vi a la persona que me volvía loco en frente mío con un vestido floral que deseaba quitarle. — Engreído arriba venga — — 5 minutos más... — — Si quieres desayunar conmigo más te vale que te levantes ya — sin dudarlo estaba de pie en frente de ella mientras observaba su hermosa sonrisa —. Venga a cambiarse — le di un beso corto y corrí a cambiarme. — ¿Nos vamos? — dije cogiendo su cintura, ella asintió nerviosa por mi acercamiento —. Estas preciosa — — Que bonito te ha quedado venga vamos — la seguí como un perro mientras comprobaba su culo —. Deja de mirarlo venga — me reí y salimos. Seguimos caminando hasta que nos adentramos en una cafetería inspirada en Francia, pedimos la comida y saqué mi móvil para sacarle fotos a Luna. — Para — dijo tapándose. — Venga lunares, estás preciosa mira — le di mi móvil y ella pasó las fotos lentamente —. Ya tengo fondo de pantalla — — Venga Zack, ¿no es mejor una de los dos? — — Luna tú si que sabes — ella empezó a posar, la miraba maravillado y ella me miró extrañada. — ¿Qué? — — Es maravilloso ver como cambias tu seriedad por una hermosa sonrisa — me dio un corto beso y yo aproveché para sacar la foto —. Esta si que sí — — Zack, no me avisaste, otra — Miré como un hombre pasaba y lo llamé para que nos sacara la foto pero para nuestra sorpresa era el menos esperado. — Hola — dijo Erick incómodo. — Erick... — dijo Luna mientras yo seguía callado mirando todo. — Lo sabía — dijo yéndose corriendo, Luna lo persiguió y yo dejé propina en la mesa para seguirlos. Cuando llegué la conversación ya estaba empezada. — ... Luna te pedí que fueras sincera — — Lo siento no sabía lo que sentía, Erick me hiciste entender que no era contigo sino con Zack — — Pero, ¿por qué?, ¿que tiene el que yo no tenga? — — Erick, no es eso, son... — — ... todo es por ti gilipollas — dijo mientras me pegaba un puñetazo en medio de la cara. — ¡Erick para! — dijo Luna mientras la apartaba para que no la dañáramos. — ¿Que te pasa tío? Yo no puedo cambiar sus sentimientos — — Si no hubieras aparecido — dijo mientras golpeaba mi musculoso torso. — ¡Para por favor! — pedía Luna en medio del llanto. No me dolía lo que me hacía Erick, sus golpes eran de goma, cogí su cuerpo y lo aparté lejos de allí —. Déjame en paz — me levanté y agarré a Luna para volver al apartamento. En el camino iba tan enfadado que no noté lo mucho que estaba llorando Luna. Llegué a los apartamentos y allí estaba la dependienta que me había atendido aquella vez. — Luna, ¿qué pasa?, ¿qué te ha hecho este idiota? — — Déjame en paz Cathy — la tal Cathy la agarró fuerte de la mano y ella se quejó. — Aléjate de ella — me pidió Cathy. Cuando iba a hablar Luna se me adelantó. — Lo que me pasó fue que tu estupendo Erick ha golpeado a Zack sin motivo y casi a mi. Confié en ti y, ¿ahora me pides que me aleje de él? Déjame en paz tú, lamento haberte llamado mamá cuando aprendí a hablar — Me quedé en shock mientras Luna agarraba mi mano alejándome de allí, por el rabillo de mi ojo vi a Cathy desplomarse en el suelo mientras lloraba y miré para Luna que también las lágrimas deslizaban por su rostro. Llegamos al apartamento más rápido de lo que pensaba y Luna se alejó de mi. — Luna, ¿estás bien? — dije agarrándole su mano temblorosa. Ella dudo si contestarme o no pero me miró deseosa y soltó todo lo que tenía en sus adentros. — Follame y hazme olvidar todo — La miré incrédulo mientras ella corrió rápidamente a mis labios y los devoró en un beso, no pude rechazarla y la acosté en ese sillón besándole cada partícula de mi cuerpo. Nuestra primera vez tenía que ser épica por eso iba a poner todo de mi parte.