-Capítulo 31: El baño-

52 12 6
                                    

Zack

— ¿Y Alexa? — pregunté mientras Luna entraba empapada con mi sudadera.

— Con Jose ese. Me he tenido que bajar del barco y quedaba mucho para llegar al puerto por eso estoy empapada —

— Venga ven — le indiqué el camino al baño y ella se relajo cuando toqué su espalda — Temí que pasara esto, perdón pero Jose me debía un favor —

— No sabe lo que hace —

— Déjala, es muy duro para ella perder a su novio —

— Lo sé... — llegamos al baño y comencé a desvestirla —. No estoy de ánimos Zack —

— No es eso boba, vamos a la bañera — dejé de desvestirla y pasé a llenarla de agua con jabón. Cuando terminó, la cogí en mis brazos y la llevé a la bañera. El contacto del agua caliente con su cuerpo hizo que se estremeciera —. ¿Está bien? —

— Sí solo... faltas tu — sin pensármelo me quité el pantalón y me metí detrás suyo. Mis brazos, como si fuera un imán, fueron a su espalda y empezaron a trazar círculos, el silencio era necesario en ese momento ya que los dos estábamos disfrutando de nuestra compañía —. Zack — dijo ella intentando contener un pequeño gemido. Yo hice un sonidito para que continuara y se viró hacia mí —. ¿Puedo preguntarte algo? —

— Lo que quieras lunares, ¿que se te pasa por esa cabecita? —

— Me da vergüenza — 

— Eh, eh, conmigo no tengas —

— Bueno, si insistes. ¿Cuando te enamoraste de mí? — llevaba semanas deseando que me lo preguntara pero ahora no tenia respuestas dignas, es como explicarle a alguien porque me gusta el baloncesto, siempre pienso una respuesta pero nunca sé que decir. Ella me miró esperando algo que decir pero el miedo inundó mi cuerpo con miles de ¿y si...? Agaché la cabeza mirando mis dedos nerviosos y supe que ella esperaba con ansías así que me esforcé para darle una respuesta digna.

— Llevo tanto tiempo vacío que cuando choqué nuestras miradas luego de tantos años me sentí lleno, lleno por ti, ahí no supe que estaba enamorado porque mi cabeza no quería admitirlo y es más intentaba joderte como con lo del reto. Me di cuenta que de verdad estaba enamorado cuando te vi con Erick hablando en la fiesta, los celos me comían por dentro y sin yo quererlo te agarré, te llevé lejos y cuando me besaste te quise hacer mía desde esa misma noche. Ahora sé con certeza que es que seas mía lunares — ella me miró a los ojos y sin pensárselo acudió a mis labios y nos profundizamos en un beso profundo.

— Es lo más bonito que me han dicho engreído —


A la mañana siguiente

Bueno, todo lo bueno llega a su fin. Allí estábamos los tres cogiendo el avión de vuelta.

— Te llamaré mi amor — gritaba Jose desde la punta abajo de las escaleras.

— Te espero mi amor — decía a gritos mi prima —. No entiende lo que es solo una noche, recuérdame no liarme con un griego por muy guapo que sea — dijo susurrando a Luna. Me aguanté la risa y miré a mi amigo.

— Te la cuidaré Jose — 

— Por favor cuida al amor de mi vida — y con esto se marchó sollozando.

— Que intenso por dios — luna dijo riéndose.

— Imagínatelo en la cama — hice una mueca de asco a mi prima y Luna se rió — Déjenme, ustedes sois peor, ahh Zack más más — miré a Luna como se ponía cada vez más roja. — Si, si, dámelo todo lunares, grrrr — ahora el que estaba rojo era yo.

La llave de tu puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora