CAPITULO 33.

1.1K 80 10
                                    

▲ÚLTIMOS CAPÍTULOS▼

Entro a la habitación y me encuentro a Liam en un estado terrible pero con sus profundos ojos abiertos y con la vista clavada en mí. Se ve sorprendido pero una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro. En el mío, en cambio, hay una extraña mueca que intenta no derramar ninguna lágrima.

¿Por qué quiero llorar? Yo hice que esté aquí.

-¿Cómo te sientes?-. Pregunto estúpidamente apartando la vista.

-Hace unos veinte segundos, para la mierda. Ahora, felizmente para mierda-. Lo miro de nuevo y camino hasta la silla que está a su lado para sentarme. Una vez que lo hago, levanto la mano tímidamente y tomo la de él.

-Me asusté-. Confieso.

-¿Por qué? ¿No que me odias?-.

-Te habrás dado cuenta que no...-.

-Tarde, pero parece que sí-. Deja salir una risa amarga.-Y me pone feliz saberlo-.

-No puedo creer que hayas llegado a tu límite, que te hayas hecho llegar a tu límite-. Hablo con un leve tono de regaño.

-Me sentía mal, no tenía con quién hablar-.

-¿Y Cameron?-. Pregunto.

-Emily, ¿Por qué hablar de mis sentimientos?-. Responde con otra pregunta.

-¿Por qué no?-. Sigo el juego.-¿Por qué no hacerlo? ¿Qué tiene de malo?-. Pregunto alzando la voz pero me detengo al instante.-Lo siento, este no es un buen momento para hablar-. Alejo unos centímetros mi mano de la de él pero Liam vuelve a tomarla.

-Sí es el momento. Por favor, déjame explicártelo todo-. Muerdo mi labio y respiro profundamente.

-Calla. No quiero saber nada-.

-¿Cómo volveremos a estar juntos si no me escuchas?-. Distingo un leve brillo de esperanza en sus ojos, el cual me siento para la mierda por destruirlo.

-No volveremos a estar juntos-. Digo con la mayor firmeza que el nudo en mi garganta me permite. Y veo como lentamente, cualquier rastro de felicidad o esperanzas, se apaga.

-¿De qué hablas?-. Pregunta con la voz más apagada.

-Liam, por más que mi corazón grite con todo lo que da que sí, mi cabeza dice otra cosa. Y en esta ocasión, le haré caso a ella. ¿Eres consciente de lo que hiciste? ¿De cómo me mentiste? ¿De cómo me arruinaste? ¿Cómo quieres que intentemos algo? ¿Cómo tú te atreves a hablarme sin si quiera bajar el rostro o algo?-. Nuevamente me veo alzando la voz y trato de calmarme.-Lo siento-.

-Yo lo siento. Y tienes razón-. Deja de mirarme y posiciona su cabeza mirando al techo.-No existe un nosotros-. Mi barbilla comienza a temblar y doy vuelta mi rostro en dirección al suelo.

-No existe-. Afirmo.

-No sé cómo haré para vivir, ojalá me muera. Tal vez si siguiera drogándome... una vez que tienes una sobredosis, tu cuerpo ya no aguanta las drogas como antes-. Lo miro atentamente mientras pronuncia cada palabra.

-¿Por qué no podrás vivir sin mí?-. Pregunto.

-Porque eres mi todo. Contigo puedo hacer todo, puedo vivir todo, puedo sentir todo, puedo ser todo. Lo descubrí después de que te alejaste-.

-No es cierto-. Vuelve a girar la cabeza y me mira.

-¿Qué cosa?-.

-Todo lo que dijiste. ¿Conmigo puedes hacer todo? Date cuenta Liam, no te cuelgues de alguien para manejar tu barco o te hundirás. Respiras por ti, caminas por ti, avanzas por ti y sólo por ti. En la vida las cosas pasan por ti. Por lo que haces, por lo que no haces, por lo que dices y piensas, sólo por ti. Tú estás escribiendo tu historia, no yo-. Me mira con los ojos bien abiertos sin decir palabra alguna.-Me voy. No sé qué es esto, si es una despedida o qué, pero no puedo seguir aquí. Siento dejarte-.

Gritos Silenciosos (2° Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora