Luego de unos segundos, que para mí fueron horas, de miradas de odio de mi parte y, ¿Cómo no?, asco de parte de mi padre... no. De parte de John. Este imbécil no es mi padre, jamás actuó como tal. Mi mamá entra apresurada y me toma de los hombros.
-Bien linda, ven a sentarte al sillón-. Sin decir ninguna palabra obedezco. Quiero saber por qué esta basura está aquí.
Mamá se sienta al lado de John. Tengo a mi padre en frente mío, después de tanto tiempo. Lo único que deseo es que se acabe este momento y él se vaya. Me pregunto cómo sería la reacción de Noah al volver a ver a papá. ¿Sería buena? ¿O tal vez lo hubiera golpeado o insultado? Me lo imagino muy confundido.
Dejo esos pensamientos de lado ya que no quiero que John piense que lloro por él.
-¿Sabes por qué elegí Manchester para venir a vivir aquí?-. Pregunta mamá con una voz suave y dulce. No es normal en ella.
Trato de articular palabra alguna, pero no puedo. Simplemente no puedo. Niego con la cabeza antes de parecer una tonta con mis balbuceos.
-Bien...yo siempre seguí en contacto con tu padre-. Se corta mi respiración por segunda vez en el día.
Ella me empezó a tratar como una basura, puso a mi hermano en mi contra y todo porque me culpaba de qué papá se haya ido. Y ella siguió hablando con él. ¿Por qué mintió? ¿Por qué ocultó esto tantos años? ¿Acaso es tan fría y sádica como para no importarle ninguno de sus hijos?
-Yo me fui porque no soportaba la idea de tener una niña. Esa es la verdad. Pero seguí en contacto con tu madre, obviamente-. Explica John.
Me viene una hilera de dientes perfectos creando una sonrisa a la cabeza. Me viene una voz muy cálida, que no es ni muy grave, ni aguda. Perfecta para él. Me viene a la cabeza esos ojos iguales a los míos. Me viene a la cabeza Noah. ¿Qué hay de él? ¿No pensaron en él?
-¿Qué hay de Noah?-. Pregunto con la voz desgastada.
-¿Como que qué hay?-. Pregunta mamá confundida.
-Tu hijo, el que se suicidó. Él que se rompió en mil pedazos cuando te fuiste-. Acuso mirando a John.-¿No pensaste en el mientras ocultabas esto?-. Pregunto bruscamente a punto de saltar de mi asiento.
-Lo iba a terminar superando-. Dice John indiferente.
No lo hizo. No logró superarlo. Se tragó el dolor y termino explotando. Se ahogó en sus silencios.
-Aun no entiendo a qué se debe todo esto-. Digo ignorando a John.
-Creo que eres lo suficientemente madura para vivir sola y que yo me vaya con John de vacaciones-. Suelta mi madre de repente sonriente.
-¿Eh? ¿Así como así?-. Pregunto desconcertada.
-Pues... si-. Responde mamá dudosa.
"Ángela aún no te ha dicho muchas cosas. Cuando lo haga, mantente fuerte".
Pero entonces... ¿Noah lo sabía? No. Eso es imposible. ¿Qué es además de esto lo que Ángela no me ha dicho entonces? ¿Qué más oculta?
-¿Sigues siendo inútil?-. Pregunta John.
-¿Cuándo se van?-. Pregunto ignorando a John, de nuevo, completamente.
Desde que me senté que evito esa mirada fría y de desaprobación total. Esa mirada de decepción. ¿Por qué me mira así? Nací, me odió y sin mover un solo dedo logró hacerme sufrir. ¿Aún quiere más?
-Hoy en la noche sale nuestro vuelo-. Dice mamá animadamente. ¿Por qué es tan ingenua?
Me levanto y subo corriendo a mi cuarto. Llego y me encierro con llave.
Hora de procesar lo ocurrido hace unos segundos. Mi mamá se va, con mi "padre", el cual aparentemente nos abandonó. Pero no. Se fue porque no me aguantaba, porque me odiaba. Muy maduro de su parte, no creo que esa sea la razón... hay algo más.
Unas ganas muy fuertes de cortarme aparecen.
Tengo una "cajita especial" en la cual guardo todo lo que alguna vez usé para cortarme. Jamás sentí tanto deseo por ver sangre en mis muñecas como el de ahora.
-¡Emily!-. Escucho desde fuera de mi cuarto.
-¡¿Que!?-. Grito.
-Nos vamos, te amamos-. No respondo.
No sólo porque el nudo en mi garganta no me dejará decir palabra alguna. Si no, porque hablo en plural. Se atrevió a decir "Te amamos" sabiendo que John siente todo menos afecto.
Veo a mi costado mi imagen reflejada en el espejo.
-¿En serio estás cayendo en lo mismo Emily?-. Me pregunto a mí misma.
Escucho puertas de un auto y, después de unos segundos, un auto marchándose. Estoy sola.
Mi imagen deja mucho que desear. Y ahora que pienso, ¿De qué serviría cortarme? Mi madre no volverá. Mi padre no me amará. Noah no revivirá. Los recuerdos regresan de repente golpeándome fuertemente. Regresa la ira, el odio, el asco, la confusión, el miedo. Tengo dieciseis años nuevamente.
-¡No quiero!-. Grito. Cierro los ojos y tapo mis orejas.
Empiezo a respirar irregularmente. No sé en qué momento empecé a caminar de un lado a otro pero ahora mismo lo estoy haciendo.
Lo peor es que ya sé que los cortes no servirán. Soy consciente de que lo único que gano son cicatrices. Ya no me sentiré bien dañándome.
Una loca y brillante idea viene a mi mente.
Salgo de mi habitación y cruzo a la de mi madre. Al entrar, veo las puertas del armario abiertas, pero vacío por dentro. Entro a su baño y abro el espejo, dentro, hay pastillas de todo tipo... y ahí están. Las pastillas para dormir, las pastillas que me sacaran del puto mundo donde vivo por un rato.
Agarro una caja, la abro y dejo caer las seis pastillas de la tableta en mis manos. Abro mi boca y sin dudarlo un solo instante, me meto las pastillas. Con ayuda de un poco del agua de la canilla, trago esa cantidad de pastillas. Vuelvo a mi habitación nuevamente. Empiezo a ver borroso. Comienzo a marearme y debo acostarme sin salir victoriosa en calmarme un poco. En un instante, todo se vuelve oscuro.
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Gritos Silenciosos (2° Temporada)
Novela JuvenilDos años. Exactamente dos años. La vida de Emily ha cambiado para bien, por fin tiene un respiro. ¿Pero qué pasaría si volviera él para alejarla del sostén de su vida? ¿Quién la ayudaría a olvidar todo por un rato? ¿Quién y qué? Tú mismo lo dijis...