Un amanecer

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Al despertarse sintió algo de frío, tardo unos segundos en procesar en donde se encontraba y lo que había pasado.
–Cell? – preguntó levantándose con la ropa medio rasgada. Resoplo mientras caminaba en aquella estancia construida por el bioandroide. Escucho voces que venían de afuera.

– ¡Pobre muchacha! ¿No te has puesto en su lugar? – cuestionó la voz de una anciana que Layla no conocía.
–Si, si... Es solo que ella es todo para mí y no deseo compartirla. Me puedes explicar ¿Porque no puedo ser todo para ella? – Era la voz de Cell la que decía esto, sonaba franco y más tranquilo que lo que había visto el día anterior.
Layla se quedó quieta para escuchar, sabía que si se movía Cell la detectaría de inmediato.

La mujer suspiro. – Eso es por que ella no solo es tu pareja... Es hija de alguien, amiga, estudiante... Así como tú eres un guerrero y... - Hizo una pausa.

Cell resopló.
–¿Lo ves, Baba? – Soltó el bioandroide.
– Si... Pero eso no te da el derecho de privarla  de su libertad. Ella no será feliz aquí aislada.

Hubo un silencio largo.
– Quiero que ella sea feliz. – dijo Cell – Que sea molesta y parlanchina. –dijo él pensando en que los recuerdos de Layla, era de ella estando vulnerable, enojada y triste y eso teniendo en cuenta que aún la chica no empezaría a añorar a su familia y amigos.

– Bueno, entonces ya sabes que hacer; deja que vuelva a su casa, pídele disculpas y tratarla bien ¿Eh? – aconsejo Uranaibaba.

Cell no dijo nada pero sus pasos se escucharon, iba hacia ese pequeño refugio donde estaba.

–¿Layla? – pregunto corriendo un velo que cubría la entrada.
La chica lo miro de pie en donde estaba.

– ¿Si? – preguntó fingiendo no haber escuchado nada.

– Voy a... Llevarte de vuelta a casa. – comenzó serio. –Con tu abuela.

–¿De verdad?– preguntó sorprendida de que esa mujer lo hubiera convencido.

El guerrero asintió.

–Si... Y si tú quisieras... Sería muy feliz si me dejaras seguir disfrutando de tu compañía, tus charlas. ¿Es posible?

Layla abrió la boca eso era nuevo.

Caminó hacia él estirándose de puntas para besar su barbilla.

Cell sonrió tenuemente acariciando su cabeza.

La cargo con cuidado dándose un impulso para volar.

Layla se abrazo a él aunque luego de un rato noto que no iban hacia la ciudad donde estaba su casa.

–Uhm... ¿A dónde vamos? –preguntó la chica con extrañeza.

– Es solo una pequeña escala.

Volaron un rato más hasta llegar a un sitio donde apenas estaba por amanecer.
Cell aterrizó con ella en brazos en una meseta bajandola con cuidado.

La vista de ese lugar preciosa ya que se distinguía la luna y como la marcha del sol iba cambiando el cielo bañando todo con su luz.

-–Es muy bonito – dijo admirada la chica mirando el amanecer.

– Quería que fueras conmigo a la Luna pero no quiero arriesgarte. Así que esto es lo que puedo darte... – comenzó.

–Aww... Un amanecer.

–Más bien, proponerte que seamos como esos dos – dijo Cell señalando la Luna y el Sol.

–Cell... ¿Eso que significa?– preguntó algo triste ¿Acaso iba a dejarla? ¿O como?

–Me refiero a que quiero que vivas feliz haciendo tus cosas raras de siempre, yo volveré a entrenar y hacerme más fuerte y perfecto e iré a verte de vez en cuando.

Layla sonrió abrazándolo efusiva, sin duda las palabras de esa mujer lo hicieron reflexionar.

– Me encanta esa idea... ¿Puedo ser la Luna? –preguntó Layla divertida mientras el bioandroide le revolvía el cabello.

–Eres mucho más que eso, pequeña y por eso te amo– dijo agachándose para besar sus labios.

"Era lo único y por ende su todo"

FIN

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Espero les haya gustado, he disfrutado mucho de escribir esto. Gracias por leer lo aprecio mucho.

(Cell x Oc) Siete días contigo  +18 DBZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora