La noche transcurrió casi de la misma manera. Cell era demasiado demandante con ella. No hubo centímetro de su piel que no fuera explorado en aquella cama.
Sentía como éste entraba en ella lastimandola, era como si de pronto perdiera el control y un lado más salvaje lo dominará.
Le encantaba escucharlo gruñir con cada embestida, saber que le gustaba, sentirlo cerca de ella.
No supo en que momento se quedo dormida, exhausta aunque feliz en los brazos del bioandroide.
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Cell la miró dormir con cariño. Era tierna y curiosa. Sobre todo estando con ella sentía una tranquilidad y bienestar que no conocía.
Había sido una noche increíble, pero tenía asuntos que atender.Besó su mejilla cubriendola bien con una manta antes de levantarse.
Él no necesitaba dormir, tampoco iba a fingir para quedarse a su lado y que éste románticamente fuera lo primero que viera al despertar.
No, seguía firme en que no cambiaría ni se doblegaría por ella.
Se levantó observandola dormir completamente agotada.
Sonrió satisfecho antes de salir de la pequeña casa; había perdido algo de tiempo y quería aprovechar ese último día para entrenar antes del torneo.
Expulsó algo de energía así como un grito mientras su cuerpo se comprimía ligeramente expulsando de su aguijón algo semejante a una pequeña pelota bañada en fluido traslucido.
Dió un jadeo volteando a mirar a ese ser que se ponía de pie algo confundido. Era una versión pequeña del propio Cell sólo que azul y con aspecto infantil.
—Tengo una misión importante para ti...
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Layla despertó con dificultad. Buscó a tientas con las manos sus gafas. Tardó unos segundos en caer en cuenta que estaba desnuda... de manera que no fue un sueño, se estiró sintiendo algo de dolor en varias partes de su cuerpo, abrazo la almohada un momento sonriendo.Se puso los lentes bostezando.
—¿Cell?— preguntó buscándolo con la mirada mientras se tapaba con la manta envolviendose bien.
Caminó descalza... Por un momento fantaseó con encontrarlo en la cocina ataviado con un delantal mientras servía el desayuno o café. Sin embargo la cocina estaba tal como antes.
Suspiró resignada. —Pido demasiado— susurró poniendo la cafetera. De repente escuchó un ruido de algo cerca de ahí.
—¿Cell? — preguntó Layla caminando hasta cruzar la habitación sin ver nada. Se asomó por la barra que separaba esa área de la estancia y sentado con la mano atorada en un tubo de cartón vio a una pequeña criatura muy semejante a Cell.
Layla lo saludó con la mano aún bastante sorprendida. No era él eso era seguro pero se parecía mucho.
—Había escuchado que después del sexo vienen los bebés pero esto es exagerado... — dijo aún sin entender que era ese pequeño.
El pequeño le extendió la mano con el tubo de cartón y Layla con cuidado le ayudó a liberarse.
—Tu padre tiene mucho que explicar cuando llegué... — dijo la chica estirándose antes de irse a la ducha.
Sin embargo el Cell júnior la siguió.
—Hum... Iré a bañarme; espérame aquí ¿Si?— decía dándole una caricia en la cabeza. Le daba ternura ese bebé.
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Un enorme asteroide se fragmentaba en pedazos ante un golpe certero desperdigandose por todo el espacio como polvo estelar.
Cell decidió seguir su entrenamiento en el espacio, no era como entrenar con un contrincante real pero no tenía muchas opciones. A decir verdad se sentía de buen humor así como con ánimos renovados y una sonrisa que aunque se esforzará no podía borrar.
Demostraría quién era el mejor en la Tierra y luego en todo el universo; mediría sus fuerzas contra cualquiera que se pusiera en su camino y superaría sus límites.
Decidió que no acabaría con la Tierra y de ser posible tampoco a Goku ni a sus amigos... ellos demostraron poder hacerse más fuertes, quizá podría aprender algo de eso y volverse más poderoso.
Miró a la Tierra saltando encima un asteroide pequeño pasándose sobre el mismo. Pensó en que haría Layla... ojalá ella pudiera sobrevivir en el espacio, seguro le gustaría esa vista.
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En la Tierra Layla se hizo amiga del pequeño Cell, estuvieron jugando cerca de la plataforma, y ya casi al medio día vieron dibujos animados mientras comían cereal directamente de la caja.
—Estoy aburrida... — dijo Layla recostada en el sofá con los pies sin zapatos sobre el recarga brazos. —¿En serio no podemos salir más lejos? —preguntó.
El Cell júnior negó aunque dudo un momento; su padre le había encomendado cuidarla, que no le pasará nada en su ausencia. Sin embargo no dijo de nada de salir con ella, después de todo él estaba aburrido también.
—Siempre que regresemos... - dijo él con una vocecita chillona.
—¡Muy bien! Vamos a la ciudad— dijo la chica buscando sus zapatos.
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(Cell x Oc) Siete días contigo +18 DBZ
FanfictionFanfic situado en los acontecimientos ocurridos en los días previos a los Cell games. Layla, una chica curiosa, decide ir a conocer a aquella criatura que aterroriza la Tierra ¿Cómo resultará su pequeña aventura? Todos los derechos correspondientes...