(Cell x Oc) Siete días contigo +18 DBZ

Día 4 Hasta las últimas consecuencias parte 1

Hola de nuevo, lo prometido es deuda es sábado y aquí otra parte de está historia.
Como pueden haber leído en el título está se dividira en dos partes. Llegados a este punto no quería que fuera apresurado por lo que decidí dividirlo.
Sin más por el momento y agradeciendo mucho que estén aquí, me despido ;)
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Voló hasta la ciudad más cercana de donde puso la plataforma.
Debían ser las las seis de la tarde.
No estaba seguro de como averiguaría que era lo que sucedía con él, pero le pareció que observar a los humanos le ayudaría a entender ese lado suyo.
Empezó por seguir desde la distancia a un hombre que estaba fuera de un una plaza comercial, éste llevaba un gran ramo de rosas y se veía algo agobiado.
Cell aterrizó en parte superior de ese centro comercial. Desde ahí podía ver mejor.
Un rato después una muchacha llegó hasta ahí, ella se veía incómoda a decir verdad.
¿Qué les pasa a los humanos?
Gracias a las células de Picoro pudo escuchar a la perfección.

— ¿De que era lo que querías hablar? — preguntó la chica mirando las flores.
— Bueno... verás... con todo lo que está sucediendo ahora, quería decirte que te extraño y pienso en ti todo el tiempo, Mei. — Este le extendió las flores pero la joven dudo mucho en tomarlas.

—Esto es inesperado. — dijo ella.

Cell aguzaba su oído con creciente atención, al parecer aquello era un ritual de cortejo de los humanos, no veía como eso le iba a servir a ordenarse pero decidió quedarse.

La joven hizo una pausa.
— Yo no se que decir; hubiera querido que esto me lo dijeras antes ¡y no hasta ahora por que ese horrendo monstruo va a destruir el mundo! — dijo ella cruzada de brazos con indignación.

El androide frunció un poco el seño, si volvía a escuchar algo semejante los haría volar ahí mismo.

— Yo fui un tonto, Mei. Pero por favor dame una oportunidad; pienso mucho en ti, todo el tiempo... sueño contigo y si veo que alguien se acerca en la oficina muero de celos. —

Cell ladeó la cabeza, aquello le resultaba familiar.

—Estoy enamorado de ti... — declaró el hombre de traje mientras que esa chica Mei tomo su mano para ambos terminar besándose en los labios.

Cell se quedó pensativo observando un poco antes de salir volando de ahí.
¿Enamorarse? ¿Eso era posible para alguien como él?

Sobrevoló por la ciudad algunos edificio cercanos al de la televisora en la que dio su anuncio aún estaban destruidos pero algunas personas al no tener opción para irse o pensar que aunque huyeran el resultado sería el mismo optaron por tratar de seguir sus vidas con normalidad y un sentimiento de resignación ante lo inminente.

Vió varias parejas en un parque cercano.
Se dio cuenta que por lo regular era el varón el que debía cortejar a la hembra humana de su interés y ella decía sí, si o no.

Suspiró, aquello era una pérdida de tiempo... Él era perfecto, no era humano y debía concentrarse en su próximo combate aunque no era necesario.
Sin embargo no dejaba de pensar en esa chiquilla humana.
—Layla... — pronunció por primera vez con su voz casi antinatural al tiempo que recordaba su imagen y ese breve acercamiento que tuvieron.

Aterrizó algo harto de estar sobrevolando y empezó a caminar con total indiferencia ante la gente alarmada que corría al verlo, vio algo en el suelo y se detuvo a levantarlo. No tenía intención de hacerles nada además de que tenía ese acuerdo con Goku de no matar gente inocente durante esos diez días de los cuales ya habían pasado seis.

Miró en un aparador unas pantallas con una película romántica donde el protagonista le construye un jardín en el último piso del edificio de su enamorada, con esto ella lo recuerda y se quedan juntos.

Bufó algo exasperado antes de darse un impulso y salir volando para regresar a la plataforma.

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Layla paso un día tranquilo, gracias a esa casa pudo darse una ducha, comer y descansar como era debido. Incluso pudo lavar su ropa, quedándose en una playera larga que encontró mientras está se secaba.
Se sentó en la salita prendiendo el televisor mientras se relajaba un momento.
¿Qué hará Cell ahora? Recordó ese momento después de que la rescató mientras buscaba un canal interesante.
Detuvo el control al ver las noticias la imagen del bioandroide caminando por la ciudad mientras la gente corría, sin embargo él no causó ningún desastre y se marchó al poco tiempo.
Le gustaba verlo en la televisión, su rostro en especial... Si este fuera un ser humano seguro sería muy atractivo.
Negó con la cabeza — Que tonterías estoy pensando... — dijo cambiando de canal a uno de vídeos musicales mientras se recostaba en el sofá.

Un rato más tarde escuchó un ruido, se levantó para ver de que se trataba. Estaba con esa playera larga como si fuera un camisón.
La puerta tenía un botón para entrar.
Cell paso por el umbral agachándose para poder pasar.
No tuvo tiempo de ir a cambiarse sólo tomo la manta para intentar cubrirse.
—Ah... pudiste haber tocado. — dijo la pelirroja, sentía como sus mejillas estaban encendidas.
Cell se veía tranquilo simplemente miro a su alrededor.
—Me alegra ver que te has acomodado. — dijo acercándose a ella.
— Fue sencillo... digo, ya estaba todo listo. — dijo la chica mientras él volvía a tocar su hombro. Se sentía algo expuesta pues sólo tenía puesta esa camisa.
Éste sujetó su rostro con la mano como para verla bien al tiempo que se inclinaba acercando mucho su rostro al de ella y sin decir más plantó un beso en los labios de la chica que dejaba caer la manta.
Sentía calor y la textura suave de sus labios que se movían despacio, siguió el ritmo de ese beso mientras su corazón latía con fuerza.
Poco a poco Cell se separó de su beso mirándola con aquellos profundos ojos rosas.
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Aquello era algo nuevo e inquietante pero a decir verdad bastante rico...
Algo en su interior le gritaba que quería más, no sabía que pero quería seguir hasta las últimas consecuencias.
La apego a él sin problema sentía su cuerpo cálido así como sus pequeños senos por debajo de la ropa rozar con su pecho.
Siguió otro beso más intenso pero esta vez acompañado de caricias de ambos aunque la joven estaba algo recelosa.
El iba a bajar su mano más allá del límite de su espalda cuando Layla lo detuvo.
—Espera, Cell... — dijo Layla retrocediendo agitada. — No estoy segura de esto. Me gustas mucho de hecho, es sólo que es muy repentino. — explicó ella con cautela
Cell se molestó al escuchar su negativa, sin embargo recordó a ese pobre diablo del centro comercial y como lo rechazaban de principio.
Respiro hondo. —Entiendo como te sientes, pero permíteme decirte que desde hace poco he experimentado ciertos... — hizo una pausa para buscar la palabra adecuada. — sentimientos hacia ti; quise buscar una respuesta y todo eso me remite a esto, Layla. — dijo resuelto. La joven parecía bastante extrañada de que el la llamará por su nombre. — De manera que, como tu amo que soy, quiero que me permitas expresar lo que siento justo ahora. — dijo tomando su mano y con la otra tomandola de la cintura acercandola a él. Le parecía bastante pequeña, pudo delinear y sentir su cuerpo, no era delgada ni robusta más bien llenita como una larva en pleno desarrollo*
Siguió con los besos. Ideó que era mejor sentarse en ese sofá y acomodarla sobre él de manera que este tenía acceso a todo su ser...