ANGEL ━ CAPÍTULO TEINTA Y TRES: ❛ AL IGUAL QUE EN BRODWAY ❜
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Las vacaciones de primavera habían finalizado tan rápido como un abrir y cerrar de ojos, dando la entrada a una nueva semana escolar. Calíope podría estar agradecida por volver una vez más pisar los mismos pasillos por los que Zac Efron había caminado hace unos años atrás, pero esto del retorno a las clases lograba que la ropa de su cama sólo la envolviera en cuanto la alarma de su móvil sonaba.
Y puede que este pequeño odio con volver a la escuela no tuviera sólo que ver con deber estar gran parte de su día sentada en una incómoda butaca escuchando atentamente ━ bueno, se supone que debía hacer eso y no hacer dibujos sobre las hojas de su cuaderno o manos ━ lo que los maestros explicaban, mientras esperaba con ansias algún momento que tuviera libre o la hora del almuerzo para luego finalizar las clases y no poder ir directo a su hogar por los ensayos de la obra... Nop; tampoco era que, gracias a lo ocurrido en casa y habitación de Talía unos días atrás, la horrible relación que tenía con su padre y la tensa que mantenía con su madre, ahora era un poco más harmoniosa luego de pasar una gran parte de sus vacaciones como una familia junto con sus familiares que venían de visita desde Los Ángeles. No eran sólamente esas dos cosas, sino que tener que ver a Richard Bowen por primera vez desde su ruptura no era su definición de la mejor manera de comenzar su día, en especial si gran parte de sus clases las compartían al igual que los ensayos para la obra musical.
Si bien ambos jóvenes habían finalizado lo que era su relación de una buena manera, quedando sólo como amigos, Callie ahora no sabía cómo debía actuar luego de escuchar la canción que estaba dedicada para ella, pero que no había sido enviada a ella como objetivo. La joven de ondulados cabellos no había dejado de pensar en sí decidir tomarse un tiempo de él había sido una buena opción durante los últimos seis días, pues la letra de la canción no habían dejado su mente, atormentándola en cada momento de sus días y haciéndola dudar cada vez más de esa ━ en este instante, estúpida ━ decisión.
Pero, a pesar de haberse hecho pasar por estar enferma para no asistir a la escuela aquel día, ni su madre y padre le creyeron, levantándola de la cama a puras penas y quedándose fuera de cada puerta por donde la chica haya entrado para así asegurarse de que no se encerrara en cualquier lugar de la casa.
Así que aquí estaba ahora, cerrando su casillero con una de sus manos, mientras que la otra sólo sostenía una botella plástica con rastros del té helado con limón que había vertido en este unos minutos antes de salir de su casa y subir a su automóvil bastantes horas atrás. La morena dejó que de sus labios un leve suspiro escapara mientras se giraba en sus talones, quedando frente a frente con sus dos mejores amigas, quienes la esperaban para así ir hacia el teatro de la escuela donde el resto del grupo ya debería de encontrarse ahí.
