ANGEL ━ CAPÍTULO VEINTIUNO: ❛ EL INESPERADO VISITANTE ❜
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En cuanto el cuarteto de adolescentes atravesó por la entrada de Café Antídote, causando que la campanilla sobre la puerta de vidrio sonará de la misma manera en la que lo había hecho cuando el olor a café y de la sección de pastelería recién preparada u horneada inundó sus fosas nasales, Dean Hennessy guardó su móvil en el bolsillo de su chaqueta de cuero al finalizar el mensaje que había enviado a su abuela, asegurándose de que tanto él como sus amigas se encontraban bien y que manejarían cuidadosamente de regreso a la escuela, el sonido de las risas que escapaban de las bocas de sus amigas obtuvo su atención.
Jazzmyn tomó un largo suspiro con la intención de calmar sus carcajadas; y para cuando logró hacerlo, dijo: ─La mirada que Athena nos dio a todos cuando ordenamos cuatro cafés helados para llevar se quedará siempre en mi memoria.
─Sí, pero no sé si con su mirada nos criticaba o sólo nos pedía ayuda ─comentó Talía, esta vez hablando con un tono más serio─. Se veía muy cansada ─llevó su mirada hacia la chica que es hija de la mujer de la que hablaban─. ¿Está ella bien?
Calíope asintió lentamente, bebiendo del popote del vaso que contenía café helado, mientras que con el resto de sus mejores amigos caminaban hacia el auto de los hermanos Zweig-Belmonte, pero que por él día de hoy, a sólo causas de una leve infección estomacal por parte de Bradley, Talía se encontraba al mandato del automóvil.
─No hemos hablado mucho ─comenzó a decir, luego hizo una pequeña pausa, pensando de una manera más profunda el estado de su madre─, pero, últimamente, ha estado más cansada de lo normal. Puede que sea porque Marissa renunció a la puesto como barista, dejándola trabajando sólo con Brooke, pero ella está mayormente en esto de los delivery.
─Deberíamos renunciar al musical y ayudar a Athena con el negocio ─soltó Dean, al mismo tiempo en que los cuatro cruzaban hacia la calle frente a ellos─. Ya somos como una familia, así que aún seguiríamos con esto del negocio familiar.
─Eso, aun que, de hecho, suene como una gran y buena idea ─la joven Kane volvió a decir, esta vez con las comisuras de sus labios elevándose cada vez más─, ya nos comprometido con todos, especialmente con la Srta. Jenn. No podríamos aún que quisiéramos.
─Y pensar que todo este lio de ser parte de una obra escolar ha sido solo gracias a Ricky "odio los musicales Bowen ─dijo Jazzmyn, rodando sus ojos divertida, mientras le tendía las llaves del auto a su novia─. Así que, gracias, Callie, por arrastrarnos contigo a este culto creado por la Srta. Jenn.
