ANGEL ━ CAPÍTULO DIECISÉIS: ❛ FIESTA DE AÑO NUEVO ❜
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La mañana de víspera de año nuevo había comenzado al contrario a como Calíope Kane lo había estado esperando el día anterior, sin embargo aquí se encontraba, en su sexta hora de viaje por los caminos que la llevarán de vuelta a su ciudad natal.
Vaya forma de comenzar este día, ¿no?
Ella había esperado despertar en la comodidad de su cama, sintiendo el dulce aroma de los típicos waffles y del chocolate caliente que su madre solía preparar durante la época de las fiestas, para después tomar un temperado baño y alistarse para ayudar a Ashlyn Caswell a terminar de organizar la fiesta que desde hace dos semanas atrás ━ exactamente después de que las clases de su segundo semestre hubieran dado su fin y la señorita Jenn haya finalizado de grabar el video para la cuenta de Instagram, donde los chicos de teatro y de la banda serían partícipes ━ se había acordado en hacer para esperar la tan aclamada segunda década del año, junto al resto de sus amigos.
Pero, tristemente, las cosas no siempre funcionaban como uno lo espera. Al menos no a Calíope.
La chica de frondosa y oscura cabellera apoyó su cabeza en la ventana del asiento del copiloto del auto de su madre y se dispuso a observar los copos de nieve arremolinarse al caer, formando así un grueso y blanquecino manto de nieve en cada rincón de la carretera que deberían llevarla a Salt Lake City en al menos tres aburridas y largas horas más.
Dejó salir un suspiro de sus labios, demostrando lo cansada que se encontraba y se removió en el asiento, buscando alguna posición para tratar de dormir el resto de camino que le quedaba. No lo logró, pues sus pensamientos sobre como se encontrarían sus amigos no la dejaban descansar. Los extrañaba. No había pasado día, minuto u hora en la que ella no se hubiera comunicado con ellos, en especial con Ricky, durante las dos semanas en las que había estado disfrutando sus días junto a su madre, su tía Artemis, su tío James y la bebé que ambos habían traído al mundo, en los lugares más preciosos de la ciudad de Los Ángeles en California.
¡Oh! Y hablando sobre Ricky Bowen... Las cosas entre ellos dos estaban yendo de maravilla, incluso si no eran nada oficialmente. Durante los últimos días del primer semestre de su penúltimo año, no había momento en el que no se hayan despegado el uno con el otro. Sus amigos podían decir que llegaba a ser cansador verlos compartir su saliva tantas veces seguidas durante el transcurso del día, pero a Callie y Ricky en verdad no les importaba mucho eso. Estaban felices y estúpidamente enamorados, y todos podían descubrirlo con tan sólo darles una pequeña mirada y encontrarlos con una constante sonrisa dibujada en sus rostros y un particular brillo sobresaliendo en sus ojos.
