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Finalmente las clases habían llegado ya a su termino, lo cual sólo podía significar una sola cosa para muchos de los estudiantes de East High School, y con eso hablamos sobre las tan esperadas audiciones para el musical de "La Bella y la Bestia".
Y para la suerte de Calíope Kane, la salida del salón de la aburrida clase de matemáticas no debía hacerla del todo sola, sino que un chico que también se presentaría a las ya famosas audiciones se encontraba caminando a su lado, riendo y charlando sobre lo absurdo que se les hacía tener que resolver una ecuación de tercer grado sin ayuda de calculadora cuando nunca en sus vidas estarían buscando el resultado de alguno de aquellos matemáticos problemas.
─Es que en verdad no entiendo ─volvió a comentar Jesse Donovan, acomodando su mochila en sus hombros─. Y tampoco es como que vaya a pasar mi vida buscando cual es el resultado de una letra cuando tengo problemas reales y más importantes en mi vida.
─¡Dios, sí! ─respondió la joven Kane, sonriendo ampliamente─. He pasado una gran parte de mi vida llorando por las matemáticas que no tengo el tiempo suficiente como para pensar lo que en verdad afecta mi estabilidad emocional. Pero al menos me veo bien llorando.
─¿Cómo sabes eso? ─preguntó el chico, y una sonrisa pequeña se deslizó por sus labios.
─Cada vez que lloro tomó una nueva selfie ─le dijo─. Creo que tengo, no lo sé, tal vez cien y un poco más en una carpeta de mi móvil.
La sonrisa que se había dibujado en el rostro del chico de negros mechones ondulados y sólo un tanto desordenados, se desvaneció rápidamente al escuchar la respuesta de Calíope.
─Espera, ¿estás bien? ─preguntó con un claro tono de preocupación en su voz.
Él no conocía del todo a la chica Kane, pues sólo llevaban hablando desde que había llegado a la escuela tan sólo una semana atrás, cuando el maestro Dawson de química les había asignado un proyecto en parejas y Calíope era la única en aquel salón que parecía ser, de hecho, amable y en no tener a alguien con la cual realizar dicho trabajo. Así que aquí estaban, ahora, empezando lo que podría llegar a ser una buena amistad o tal vez algo más... Jesse no lo sabía del todo, claro, además de que se sentía un poco atraído por la joven de brillantes ojos y linda voz.
Calíope abrió su boca para responder que sí se encontraba bien, sin embargo el sonido que su móvil hizo al recibir un mensaje causó que ella volviera juntar sus labios, formando una línea recta, y tomará el aparato del bolsillo trasero de su pantalón con la mayor rapidez que pudiera, pues la intro de la canción Daylight de Taylor Swift le hacía saber que se trataba de un texto de nadie menos que Ricky. Él chico diciéndole que se encontraba en las afueras del salón de economía esperando a que Big Red volviera para, finalmente, ayudarlo a resolver algunos problemas que se encontraba teniendo a causa de las inseguridades que poseía sobre su relación con Ashlyn y las audiciones, pero que en un rato se encontrarían en el auditorio, causó que mordiera su labio inferior con la intención de retener la gran y brillante sonrisa se deseaba salir al mundo.
