Capítulo noventa y uno:

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Vader se precipitaba a toda velocidad hacia el suelo, luchando con los controles de su nave por recuperar el control de este.

Helios lo miró con furia, apuntó su espada y sus dragones volvieron sus cabezas.

Tres pilares de fuego atravesaron el cielo en dirección al señor oscuro.

Vader se las arregló para recuperar el control, desviando la energía del hiperimpulsor hacia el motor y luego trazando un arco en el aire. Pasando a pocos metros del suelo de la arena.

El TIE Advenced se elevó una vez más, y los tres pilares de fuego chocaron contra la arena de batalla, iluminando el estadio entero por un par de segundos.

El caza estelar subió a toda velocidad al encuentro con la cuadriga de Helios. El titán rugió con ira apuntando nuevamente con su espada.

—¡Te estas enfrentando con el dios del sol!—gritó éste—. ¡Soy capaz de destruir todo el planeta con solo quererlo! ¡¿Qué te hace pensar que puedes hacer nada contra mí!?

La oscura voz de Vader respondió con firmeza:

—La posibilidad de destruir un planeta es algo insignificante comparado con el poder de la Fuerza.

Ambos vehículos pasaron uno al lado del otro en el aire.

Ambos pilotos dieron la vuelta para volver a encararse entre ellos. Helios lanzó una nueva ráfaga de llamas doradas. Vader giró hábilmente en el aire evitando los ataques.

Una ronda de disparos verde esmeralda partió el cielo. Sin embargo, los dragones del sol reaccionaron igual de rápido descendiendo de golpe para esquivar el ataque y luego recuperaron la altitud para lanzar una nueva ráfaga ígnea.

Vader aceleró, dejando las llamas detrás.

La cuadriga de Helios y el TIE Advanced de Vader dieron vueltas en círculos uno alrededor del otro a toda velocidad por los aires.

La mirada encendida de Helios tenía fija a la nave del sith, sabiendo que el combate terminaría pronto. Solo tenía que asegurarse de que saliera a su favor.

Ambos cargaron una vez más de frente.

Helios liberó una poderosa ráfaga triple de fuego dorado. Pero no contaba con que Vader daría una súbita subida al tiempo que descargaba sus misiles de racimo.

Los proyectiles de dirigieron directamente hacia donde Helios, topándose con los pilares incandescentes del titán.

Una explosión sacudió el cielo una vez más.

El TIE Advanced del señor oscuro se elevó más y más en el aire antes de dar la vuelta y quedar mirando desde arriba la gran nube humo negro.

Cuando la nube se despejó lo suficiente, tres figuras se mantenían en el aire. Los dos dragones solares volaban juntos en el cielo, con Helios sujeto a sus cuellos, pero sin el resto de su carro.

Los pedazos destrozados de la cuadriga se precipitaron hacia el suelo y se estrellaron en la arena.

Helios miró a Vader, cada vez más furioso.

El TIE Advanced descendió a toda velocidad mientras descargaba toda su munición, tiñendo el cielo de verde esmeralda.

Helios respondió alzando la vista. Él y sus dragones atacaron a la vez con una triple ráfaga de dorado fuego solar.

Record of Ragnarok: una nueva fronteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora