Capítulo setenta y cuarto:

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Aguacate

El velocista escarlata inició su lluvia de taques con un puñetazo cargado de energía eléctrica que conectó en el estomago de Hermes.

El dios se dobló de dolor, solo para recibir una nueva descarga de miles de golpes en el rostro y cuerpo. Hermes intentó contraatacar, lanzándose toda velocidad en contra de su enemigo. Sin embargo Flash se limitó a caminar a su alrededor a súper velocidad y a posicionarse a espaldas de su enemigo.

Hermes se volvió una vez más hacia su espalda, preguntándose como era posible que lo hubieran evitado tan fácilmente.

Su respuesta llegó en la forma de un puño vibratorio que lo golpeó en el estómago y lo mandó a volar con violencia.

Una lluvia de rayos golpeó a Hermes en el aire y lo arrastró por el suelo.

Hermes se levantó del suelo y se puso en guardia, Flash corrió a toda velocidad, creando ocho espejismos de velocidad mientras lo hacían. Las ocho veloces figuras dieron un salto y rodearon a su rival, golpeándolo desde varios ángulos uno tras otro.

Hermes fue goleado en la espalda por detrás, luego en el rostro, después en la pierna derecha y otro golpe más en el estomago.

Barry alzó sus bazos y disparó una larga corriente de rayos eléctricos que golpearon a Hermes y lo arrastraron por el suelo.

Flash corrió hacia su enemigo y lo golpeó repetidas veces en el rostro antes de darse media vuelta y salir corriendo a toda velocidad.

El velocista escarlata le dio varias vueltas al mundo antes de asestar un devastador golpe en el rostro de su enemigo, liberando una onda de choque que volvió a mandar a Hermes a volar.

Antes de siquiera poder caer el suelo, Hermes vio como Flash daba un gran salto y golpeaba en el rostro del dios de nueva cuenta, manándolo al suelo de un golpe.

Hermes se logró levantar a duras penas, pero fue embestido por Flash, quien lo hizo girar sobre sí mismo repetidas veces antes de tomarlo con fuerza del cuello y empezar a correr con el dios sujeto.

Flash empezó a correr a toda velocidad, a través del espacio, a través del tempo y a través de la realidad, arrastrando a Hermes consigo.

Los luchadores corrieron milenios al pasado, donde Flash golpeó a Hermes contra de la nariz de la Gran Esfinge de Giza, destruyéndola en el proceso. Automáticamente Flash lo volvió a tomar del cuello y lo volvió a arrastrar por el tiempo hasta los finales del periodo cretácico, donde arrojó al dios en contra de un enorme Tiranosaurio Rex antes de volver a tomarlo por el cuello y llevárselo de allí.

Para terminar con todo, Flash llegó al mero instante anterior a que comenzara a correr en el tiempo y arrojó a Hermes en contra de su yo pasado con violencia.

Ambas versiones de Flash compartieron un rápido saludo antes de que la versión pasada tomara al Hermes del pasado y se lo llevará a viajar por el tiempo.

Hermes intentó levantarse una vez más, pero el cuerpo no le respondía. Trató de atacar otra vez, pero tropezó consigo mismo y cayó con fuerza contra el suelo.

La verdad golpeo con dureza el dios mensajero:

Ese humano solo había estado jugando, en el momento que si quiso poner serio no había nada que pudiera hacer para detenerlo, sencillamente era demasiado veloz, a tal grado que dudaba que alguno de los dioses le pudiera hacer frente.

Record of Ragnarok: una nueva fronteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora