Capítulo sesenta y seis:

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Sadie miró a su enemigo mientras respiraba con dificultad se ponía de pie una vez más.

Anubis miró a la maga fijamente y tomó con fuerza su guadaña al tiempo que se ponía en guardia para volver a atacar.

—Si tanto amas a la muerte, te permitiré experimentarla.

Sadie escupió sangre.

—Sabía que dirías algo así.

Anubis dio un enorme salto y se abalanzó sobre Sadie, la maga rodó por el suelo evitando ser partida a la mitad por su enemigo. La hoja del dios atravesó el suelo y creó una larga grieta que atravesaba la arena de la cual brotaban llamas negras que en lugar de dar luz parecían absorberlas.

Sadie apuntó su báculo y se concentró profundamente en el dios con cabeza de chacal.

—¡Inpu!

ANUBIS

Una luz morada emanó del cuerpo del dios, el cuerpo de Sadie se iluminó con el mismo resplandor y una fantasmal figura traslúcida la rodeó casi invisible.

El dios gruñó y enseñó los colmillos.

—¿Te atreves a invocar mi propio poder en mi contra?

Sadie se encogió de hombros.

—¿Tienes una mejor idea?

Anubis balanceó su guadaña.

—En realidad sí—admitió—. ¡Matarte!

El dios volvió a atacar, pero no contaba con que la velocidad de Sadie había aumentado considerablemente. La joven había invocado el poder de Anubis, restándole energía al propio dios en el proceso. Un veloz intercambio de ataques se llevó en la arena, con ambos luchadores bastante parejos.

Anubis dio un ataque descendente con su hoja, pero la maga la evitó torciendo a la izquierda para luego golpear el pecho del dios con su báculo.

Un estallido multicolor iluminó el estadio brevemente al tiempo que el dios era lanzado a varios metros de donde había estado parado.

Sadie respiró con cansancio y sus reservas de magia casi totalmente agotadas, necesitaba algo de energía extra.

Y por suerte, tenía de donde obtenerla.

Sadie golpeó el suelo con fuerza usando su báculo, serró sus ojos y se concentró profundamente.

Geir tragó saliva nerviosa.

—¿Qué está haciendo, Hermana Hilde?—preguntó la joven valquiria—. ¿No debería estar aprovechando ahora que Lord Anubis está en el suelo para atacar?

Brunhild se inclinó un poco para ver mejor la escena.

—Me parece que está invocando el poder de los dioses para ejecutar un ataque de mayor poder—explicó—. Pero como ya te he dicho antes, no soy muy conocedora de este tipo de magia antigua.

Sadie respiró profundamente mientras se concentraba más y más.

"¿Hola? ¿Alguien por aquí?", dijo mentalmente. "¿Isis?"

La diosa egipcia de la magia le contestó después de un tiempo.

"Sadie, por los dioses, ¿dónde...?", murmuró. "No puedo detectarte en ningún lugar del planeta"

Record of Ragnarok: una nueva fronteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora