Record of Ragnarok: una nueva frontera

Capítulo treinta y nueve:

Shiva observó sorprendido como su oponente se levantaba del suelo y se quitaba la máscara quemada.

—¿Qué demonios esfácelo diciendo?—rieron los dioses.

—Ese idiota ya perdió la cabeza.

Por otro lado

LA HUMANIDAD ENTRABA EN DESESPERACIÓN DEBIDO A SU ABRUMADORA INFERIORIDAD.

—E-él es fuerte...

—N-no puedo soportarlo...

Danny respiró profundamente y empezó a mover sus manos, movimientos simples y fluidos, concentrando toda su energía, el poder del todo, el Chi en sus manos.

...

—Repítemelo otra vez—pidió Danny—. ¿Quieres que viaje a otro mundo para pelear con un dios?

Brunhild miró al humano fríamente cruzada de brazos.

—El Ragnarok, sí—asintió—. La lucha definitiva entre dios y el hombre.

Danny miró a Luke Cage a su lado, pero su amigo respondió simplemente encogiéndose de hombros.

—Esto me supera incluso a mí.

La valquiria se mantuvo firme en su cometido.

—Fijen un precio y yo veré que se pague—prometió—. Pero deben saber, que esto podría salvar miles de millones de vidas.

Puño de Hierro y Luke Cage eran héroes a sueldo, en resumidas cuentas, ejercían servicios heroicos a cambio de dinero. No eran mercenarios, no aceptaban cada trabajo que se presentaba. Eran héroes y luchaban por lo que era correcto, sin embargo también era su negocio, así era como se ganaban la vida.

Y la verdad eran que lo que les estaba pidiendo la valquiria sonaba a algo digno de su atención, sin embargo, también se escuchaba demasiado alocado.

—¿Por qué solo yo?—preguntó finalmente Danny—. Los héroes a sueldo somos un equipo, Luke podría ser bastante útil, tiene piel impenetrable y súper fuerza...

La valquiria negó con la cabeza.

—No dudo que sus destrezas son impresionantes—dijo—. Pero necesito de tus talentos, Daniel Rand. Requiero de tu habilidad y entrenamiento en las artes marciales, requiero de tu control sobre el Chi, todo mi mundo lo requiere.

Por un lado, la historia seguía sonando demasiado fantástica, pero por otro lado, Danny no creía que le estuvieran mintiendo. Además, arriesgar su vida por otros es lo que hacen los héroes. Y recibiría una buena paga, sobreviviera o no al trabajo.

—Si pagas la mitad por adelantado—decidió Puño de Hierro—. Y, en caso de que derrote a mi oponente, pagas el resto... estoy dentro.

Luke alzó una ceja.

—Danny... ¿estás seguro?

Rand asintió con la cabeza.

—Puedes quedarte con la paga si no sobrevivo, dará igual en ese caso.

—No deberías pensar tan negativamente.

Danny se cruzó de brazos.

—No lo hago, solamente soy precavido.

...

Puño de Hierro se tranquilizó, su mente fue llevada a un estado de paz total, y sus manos se encendieron en una llama dorada, más potente y segadora que cualquiera que hubiera invocado antes.

—¡Llegó el momento de mostrarte el poder del corazón de Shou-Lao!

Shiva sonrió emocionado.

—Hombre, ¿qué demonios te sucede?—preguntó.

Danny planto los pies firmemente sobre la tierra, balanceó sus brazos a su alrededor con naturalidad y alzó el puño derecho. La llama dorada de su mano izquierda se desvaneció, pero en su lugar, su mano derecha ardió con el doble de fuerza.

El estadio entero tembló, el rostro de Danny se perló de sudor, la luz dorada bañó toda la arena.

Shiva se puso en guardia alegremente.

—¿Utilizarás tu último recurso, eh...?—entendió—. ¡Qué bien!

El dios abrió mucho sus ojos mientras hacía una mueca desafiante.

—¡¡ATÁCAME CON TODO LO QUE TENGAS!!

Danny exhaló, fijó su objetivo: el dios de la destrucción que se mostraba frente a él, listo para el ataque. Se puso en guardia, preparó su puño, flexionó las piernas y extendió su brazo izquierdo para tomar impulso.

Con un control completo sobre su Chi, Daniel Rand dirigió todo su poder a su puño derecho.

Danny salió disparado, con un movimiento de sus piernas, el humano se posicionó cara a cara frente al dios de la destrucción. Movió su brazo derecho al tiempo que soltaba el golpe más devastador que podía, su técnica definitiva.

Un único golpe destructivo.

Shiva abrió mucho los ojos, la emoción de su mueca fue remplazada por el pánico cuando vio el puño de su enemigo volar hacia su rostro. Alzó sus dos brazos superiores y los cruzó frente de si para defenderse.

Pero fue inútil. Los huesos del dios se quebraron y parieron en pedazos. El puño del humano atravesó las defensas de Shiva e impactó en su rostro con toda su potencia.

Shiva salió disparado hacia el otro lado de la arena, envuelto en llamas doradas que se dispersaban por todo el campo de batalla.

Los dos brazos superiores del dios no fueron junto con él, en su lugar cayeron al suelo estrepitosamente.

EL PODER DEL CORAZÓN DE SHOU-LAO

Conocido como...

IRON FIST PUNCH