Capítulo doce:

2.4K 154 37
                                    


Los espadazos eran tantos y tan veloces que eran invivibles al ojo, ya sea humano o divino.

La única pista de los movimientos de Jotaro era la estela de luz verde que dejaba su hoja al volar por los aires.

—¡ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORAORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORAORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORAORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA!

—¡PERO MIREN ESO!—gritó Heimdall—. ¡JOTARO ESTÁ ATACANDO CON TODO, PERO A PESAR DE ÉL ALUVIÓN DE ATAQUES ZEUS SE MANTIENE INTACTO!, ¡ES MÁS, LO ESTÁ DISFRUTANDO! ¡QUÉ ELEGANCIA Y HABILIDAD AL ESGRIMIR SU RAYO!

Las palabras del dios vigilante no eran mentira, a pesar del aspecto grotesco de Zeus, se movía grácil y velozmente entre risas mientras detenía todos y cada uno de los ataques de Jotaro con su poderoso rayo.

—Her-hermana—dijo Geir—. ¿Jotaro aún tiene alguna posibilidad de ganar?

Brunhild se agarraba la cabeza con ira y se tiraba del cabello.

—Grrrr—los ojos de la valquiria brillaban con ira—. No lo sé, no sé siquiera si ese viejo bastardo se a puesto serio o simplemente está jugando. ¡No sé nada!

Zeus rio tras bloquear un nuevo ataque y alzó su rayo.

—Bien, bien, mi turno...

El dios lanzó una estocada con su arma, Jotaro lo miró furiosamente e interpuso su hoja dorada con un veloz y desesperado movimiento.

Las piernas del humano perdieron el equilibrio, Star Platinum dio un quiebro para sacar a Jotaro de la trayectoria del rayo.

—¡Skalmöld, rebobina!

Algo inexplicable sucedió en la arena de batalla, era como si una burbuja hubiera atrapado a ambos luchadores. Una cálida luz dorada envolvió el sitio y al volver a ver. Zeus se haba lanzaba sobre Jotaro de exactamente la misma manera que lo había hecho segundos antes.

—¿¡QUÉ ACABA DE PASAR!?—gritó Heimdall—. ¡PARECE QUE... QUE JOTARO HA RETROCEDIDO EL TIEMPO!

Zeus se distrajo al escuchar ese comentario.

—¿Retrocedido el...?

La hoja de Jotaro se aproximó a su pecho a toda velocidad.

Zeus dio un golpe veloz con su martillo y logró que la hoja lo golpeara en un costado. Un corte profundo y doloroso, pero no letal.

—¡Ahora!—volvió a gritar Jotaro—. ¡Acelera el tiempo!

El chico extrajo la hoja del cuerpo de Zeus y retrocedió de un poderoso salto para evitar ser ensartado por el arma del dios.

Una luz dorada brillo en la zona de la herida del dios, entonces un torrente de sangre salió del corte y luego la herida se serró dejando una profunda cicatriz.

Brunhild rio nerviosamente.

—Sé está adaptando, está bien...

Geir miró a su hermana con preocupación.

—¿Qué acaba de pasar, hermana?

Brunhild miró la arena de combate, Zeus dio un traspié y miró su sangre en el suelo.

—Hohoho—rió el dios—. Qué interesante truco, pero no será suficiente.

Loki se inclinó en su asiento.

—Interesante...

—¿Qué acaba de pasar?—graznaron los cuervos de odín al unísono.

—Pues, parece que ese humano aceleró el tiempo alrededor de la herida del viejo—explicó—. Así que, sin tiempo para tratar es herida, Zeus perdió muchísima sangre antes de que se serrara la herida, además de que no se curó como lo hubiera hecho con tratamiento médico apropiado.

Record of Ragnarok: una nueva fronteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora