13. Charla

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- ¡Leena! - escuché a lo lejos - ¡Despierta! - fui abriendo los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz, para después conseguirme a una furiosa profesora parada frente a mi - De todas las aptitudes dadas en mi clase, dormir no es una de ellas.

Si, no dormí en toda la noche. Me comía la curiosidad, mi abuela llegaría mañana de San Francisco.

- Disculpe señorita Vermel, no... - me ignoró.

- Se pueden ir, nos vemos la semana que viene, recuerden el proyecto para el proximo martes. Cuidense chicos. - Oh santa mierda ¿Que proyecto?

Le lance una mirada de ayuda a Grace quien me respondió con un guiño. Me tranquilice, y volví a agachar mi cabeza.

- Vamos, dormilona, te explicaré afuera - me llamó Grace, le hice caso y me levante de mi silla para después seguirla fuera del salón.

- Y... ¿ Que tengo que hacer? - pregunté frotándome mis ojos. Tome un trago de agua para quitar el sabor de mi boca

- Solo debes hacer un trabajo de cien páginas, sobre la historia de las cortes norteamericanas. - hice como una fuente escupiendo el agua en la cara de ... ¿quien es ese? Luego volví a escupir en su cara.

- Daniel... ¿todo bien? - dije para tapar el acto anterior. Que vergüenza.

- Te extrañe también amiga - limpio su cara con sus manos. - ¿Que tal todo, guerrera?

- Bien, supongo ¿Donde estabas? Todos te extrañamos - lo abracé para saludarlo el cual me lo devolvió.

- También te extrañe - me guiñó un ojo. - Estaba enfermo, tuve un pequeño resfriado, pero volví. Sano y salvo.

Me sonroje al ser el motivo de su resfriado.

Daniel saludó a Grace y salimos de la universidad en busca de los demás.

Mientras esperábamos me acordé de mi abuela. Así que decidí llamarla.

- Hija, que bueno que llamaras. - dijo apenas contestó. Sonreí

-¿Como estas Isabel?

- Pues voy de regreso, tengo buenas noticias.

- ¿En serio?

- Si, seguro te va a gustar escucharlas. - mordi mi uña.

- ¿Cuando llegas? - pregunté impaciente.

- Hoy en la noche, querida.

Empecé a dar saltitos de emoción.

- Te espero, abuela. - sentí mi garganta arder al decir la ultima palabra. - Te llamo luego.

Colgué sin esperar respuesta y me devolví a donde los chicos.

- ¿Donde estabas, Leena? Decíamos para salir el viernes en la noche. Hay una fiesta en la casa de Bernard ¿te unes? - comentó Matt.

Lo pensé, recapacite y volví a pensar.

- ¿Bernard? ¿Quien es? - pregunté. No había escuchado su nombre.

- Dicen que es el mejor de Informática, o sea un nerd. Solo quiere ser popular, es decir siendo rico ¿quien no quiere ser popular? - Grace soltó una carcajada. - Pero, no invito a Rick, ni tampoco a Ashley. No tiene oportunidad de volverse popular en esta universidad. Menos, siendo un cerebrito en informática. - cierto. Aunque no es necesario juntarse con ellos para ser popular. - No hay nada que perder. ¿Te unes ahora - dijo Matt alzando una ceja. Lo pensé. Tentador.

El Libro de MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora