Sarita Elizondo abrió sus ojos aquella mañana sintiendo un peso ligero sobre ella, sonrió, sabiendo que era el brazo de su esposo, que por primera vez en la semana no se despertaba antes que ella.
Tomo su celular de la mesa de noche para ver la hora, como siempre, Sarita se despertaba algunos minutos antes que su alarma. La desactivo, y se dio la vuelta cuidadosamente para admirar a su marido.
Franco Reyes era su hombre soñado, un marido perfecto. Sarita lo contempló por algunos minutos, mientras acariciaba delicadamente las mejillas de su marido. Nada le gustaría mas a Sarita que quedarse eternamente así, pero tenían una familia y negocios que atender, así que muy a su pesar, le tocaba despertar a Franco. Se acerco a el y beso delicadamente la comisura de sus labios, para luego atrapar sus labios en un dulce beso, que fue correspondido casi de inmediato, Sarita sonrió en medio del beso dándose cuenta que su esposo había despertado.
-mmm, creo que puedo acostumbrarme a quedarme dormido si me prometes que me espera un despertar como ese todas las mañanas- rio Franco cuando su esposa se separo un poco de el- ¿sabes algo?
-¿que pasa? - Pregunto Sarita confundida-
-No quiero ir a la oficina hoy- Rio Franco antes de atrapar los labios de su mujer en un apasionado beso-
-Pero tienes que ir- le recordó Sarita con una sonrisa -
-Que tal si no voy...- Franco agarro a su esposa por la cintura y la coloco sobre el- ¿y nos quedamos aquí toda la mañana?- Propuso mientras acariciaba el cuerpo desnudo de Sarita-
Sara se mordió el labio antes de acercarse a la cara de su esposo y devorarle la boca, sin duda Franco era insaciable.
-Créeme que no hay nada que me encante mas que estar contigo- Le susurro Sarita al oído- Pero hoy tienes una junta importante y yo tengo que llevar a tu hijita a la escuela
-¿Cuando vamos a comprarle un auto? nunca puedo tenerte en las mañanas, siempre tienes que llevarla- se quejo Franco cruzando los brazos-
Sarita soltó una carcajada mientras se levantaba de la cama para colocarse la bata
-Esa hija tuya no quiere aprender a conducir, a menos que le consigas un chofer, me toca llevarla
Franco se levanto rápidamente y abrazo a su esposa por detrás
-Contrato mil choferes si es necesario- le dijo al oído antes de devorarle el cuello- con tal de tenerte para mi solito toda la mañana
-Franco, basta, que Gaby llegara tarde- rio Sara antes de correr al baño- y que ni se te ocurra seguirme aquí dentro- grito mientras cerraba la puerta del baño-
{...}
-¡Gaby! mi amor apúrate- Grito Sarita desde el piso de abajo-
Una adolescente de 17 años bajo corriendo las escaleras mientras terminaba de arreglarse la ropa
-Ya mami, ya casi estoy
-Por dios Gaby, te desperté con tiempo suficiente para que te vistas tranquila
Mientras Sara regañaba a su hija, Franco bajaba rápidamente las escaleras
-Amor- llamo Franco la atención de su esposa mientras señalaba su corbata hecha un desastre-
Sara suspiro mientras arreglaba la corbata de su esposo y veía a su hija correr de un lado a otro buscando quien sabe que cosa. Franco y Gaby eran dos gotas de agua, no solo físicamente, sino también en personalidad, Sara amaba que su niña fuese tan bondadosa y amorosa como su padre, Pero detestaba que ambos fuesen igual de desordenados e impuntuales.
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What you left behind {Sarita y Franco- Pasión de Gavilanes}
FanficMarcharse puede ser duro, pero lo mas difícil, es regresar, y tratar de recuperar lo que dejaste atrás.