IX: Te Dejo Libre

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-¿Mamá? ¿Cómo te sientes?-Inquirió Andrés al ver a su madre abrir los ojos

-Ya llamé a la tía Norma, dijo que ya salía para acá- Anuncio Gaby acercándose con un vaso de agua-

Sara se sentó en el sofá donde Andrés la había recostado, intentando recordar que había pasado.

-¿Mami?- pregunto Gaby al ver que su madre no decía nada-

-Gaby, déjame a solas con mamá, ¿sí?

Gaby asintió y se encamino hacia las escaleras para ir a su cuarto.

-Andrés, dime que aquello ha sido solo una pesadilla

-Ay mamá, nada me gustaría más que decirte eso, pero es peor si intentamos engañarnos

En ese momento Norma ingreso por la puerta

-¿Qué paso? Gaby me llamo asustadísima- Pregunto un poco agitada por la rapidez con la que había salido de la hacienda-

-Andrés, ¿puedes dejarme a solas con tu tía?

-Claro, mamá, avísame si necesitan algo, ¿sí?

Sara le dedico una sonrisa a su hijo antes de asentir.

Norma se sentó junto a su hermana, al mirarle a los ojos, supo que algo realmente malo había pasado, Sara se veía mil veces peor que ayer, su mirada estaba llena de tristeza, Sarita parecía muerta en vida.

Y en realidad, así era.

-¿Qué paso, Sarita?

-Franco me ha enviado...- Sara tomo aire intentando terminar la frase, pero la palabra simplemente no salía de su boca- no puedo decirlo, pero mira el sobre- dijo Señalando el sobre de papel madera que Andrés había dejado sobre la mesita de café

Norma lo tomo, y al abrirlo, vio la palabra "Divorcio". Simplemente no podía creerlo.

¿Franco realmente quería divorciarse de ella? ¿Tan rápido había tomado aquella determinación?

-¿Cómo te sientes?

-Quiero morirme, es lo único que quiero- Confeso Sara mientras una nueva oleada de lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas-

-No, Sara, no puedes dejarte vencer

-¿Qué quieres que sienta, Norma? Mi esposo, el hombre con el que me case, tuve dos hijos- Sara paro por un momento al notar que su voz se quebraba, tomo aire y siguió- el hombre con el que planee una vida, me acaba de enviar esos papeles, ni siquiera tuvo la decencia de venir el, ha enviado un maldito abogado, ¿Cómo quieres que este?

-Ay Sarita, no te digo que no te sientas mal, tienes todo el derecho del mundo a sentir dolor, a estar triste y llorar todo lo que quieras, pero tienes que levantarte todos los días a luchar para sentirte mejor, tendrás días malos, días buenos pero no quiero volver a escucharte decir que te quieres morir, ¿me oíste? Vas a salir de esta, los tres van a salir de esto, nosotros no los vamos a dejar solos, vamos a estar contigo para todo lo que necesiten.

-Norma, tú ni siquiera te imaginas el dolor, siento como si me hubiesen arrancado la mitad de mi corazón, y la mitad que me queda se estuviese desintegrando de a poco. Es un dolor que no puedo explicar plenamente con palabras, cualquier cosa que diga simplemente se queda corta, es un dolor que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, sientes que has perdido una parte de tu alma, que nunca más volverás a estar completa.

-No digas eso, ya verás que vas a volver a ser la de antes, tomara tiempo, sí, pero eres la mujer más fuerte que conozco, tienes dos hijos maravillosos que te ayudaran a sanar, ya lo veras.

What you left behind {Sarita y Franco- Pasión de Gavilanes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora