XXV: Nuevamente Marido y Mujer

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Franco Reyes salió de la oficina de su abogado, con un sobre bajo el brazo y una sonrisa enorme en su rostro. En aquel sobre llevaba los papeles que demostraban que su firma había sido falsificada, junto con los trámites que había realizado para anular el divorcio, como aquel divorcio no tenía ningún tipo de validez, su abogado había logrado hacer el trámite rápidamente.

Luego de un año, Franco Reyes y Sara Elizondo volvían a ser marido y mujer ante la ley, y Franco no podía esperar más para darle la noticia a su –nuevamente- esposa. Franco no quería simplemente llegar con aquel sobre tan simple, quería hacer de aquel anuncio algo especial, por lo que se dirigió a la floristería a la que solía ir siempre cuando quería hacerle un presente a Sara o Gaby.

-¿Es el cumpleaños de alguien especial? –le preguntó el empleado mientras le alcanzaba los catálogos de los arreglos que podían realizarle-

-No, solo quiero darle una sorpresa a mi esposa –sonrió el-

El menor de los Reyes no pudo evitar sonreír al oírse a sí mismo llamar a Sara su "Esposa" habían pasado tantas cosas entre ellos, que Franco creía que jamás tendría el honor de volver a hablar de esa manera sobre ella.

Franco comenzó a mirar el catalogo del lugar, hasta que su vista se posó sobre un arreglo de rosas, tal vez era algo predecible, pero a Franco le encantaba enviarle rosas a Sarita siempre que podía, por lo que lo pidió, y un rato más tarde cuando se lo tuvieron listo, se dirigió a casa de Sara, no sin antes enviarle un mensaje a Andrés para asegurarse de que nadie estuviese en casa a parte de Sara.

Sara regreso a media mañana a la casa, había estado desde muy temprano adiestrando unos caballos junto a Gonzalo, y lo único que quería hacer era descansar el resto de la mañana para volver a sus labores más tarde. Sarita dejó su sombrero sobre la mesa de café y se dirigió a la cocina a buscar agua, pero al llegar, vio sobre la encimera un hermoso arreglo de rosas rojas, Sara se mordió el labio mientras sonreía, sabiendo muy bien que aquellas flores debió habérselas enviado Franco, se dirigió hacia el arreglo y encontró a su lado un sobre, y una tarjeta colgada de una de las rosas, que fue lo que leyó primero.

"Buenos días, ¿Cómo está la mejor esposa del mundo? Por favor, revisa el sobre que está al lado, creo que te gustará el contenido.

Te amo."

El rostro de Sara no era suficiente para contener su sonrisa al leer aquella pequeña nota. Sin demorar más, abrió aquel sobre y saco varios papeles, que revisó solo por encima, hasta que llegó a uno donde se indicaba que su divorcio estaba anulado por falsificación de firma, allí mismo se leía que ella y Franco estaban nuevamente casados.

Casados, eran nuevamente marido y mujer. Franco Reyes volvía a ser su esposo, luego del año más doloroso de su vida, la vida de Sara comenzaba a reacomodarse poco a poco, tener a su esposo de nuevo con ella era el comienzo.

Sara estaba a punto de tomar las flores para ponerlas en agua, cuando sintió a alguien abrazándola por detrás, haciendo que se sobresaltara, pero se relajó al sentir el aroma de su –nuevamente- esposo

-¿Qué haces aquí? Alguien puede verte –Preguntó Sara sonriendo-

-¿No puedo venir a ver a mi esposa? –Preguntó el plantándole un beso en la mejilla-

Sara se dio la vuelta y tomo la cara de Franco entre sus manos para luego capturar sus labios en un beso lento, tierno. Franco colocó sus manos en la cintura de ella para atraerla más hacia el

-Te amo –dijo Sara separándose de el-

-Yo te amo muchísimo más –le aseguró Franco acariciándole la mejilla-

What you left behind {Sarita y Franco- Pasión de Gavilanes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora