Capítulo 21: Nota

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Alsey Smith

Me levanté de la cama, todo el cuerpo me dolía, camine lentamente al baño, mire mi cuello que estaba rojo, sobe mi cabeza pues al tomarme del cabello me había lastimado demasiado, cada parte de mi se sentía sucia, me pregunte cuánto tiempo debía seguir así, cuántas veces debía aguantar que el me tocará si yo no deseaba que lo hiciera, cuánto tiempo debía estar encerrada ahí, mi piel ya no era bronceada, ahora se veía pálida, había bajado de peso, mi cabello había perdido su brillo, solo habían pasado 3 meses y yo ya estaba olvidando la textura de el pasto, el olor de la ciudad, la sensación de poder caminar por ahí tomada de la mano de Megan.

Me di una ducha tan larga que si bien recuerdo el reloj antes de ducharme decía que eran las 3 y al salir eran las 9, mi piel se veía arrugada por el agua, me puse una pijama y me acosté, mire el techo, ese horrible y asqueroso techo que había sido mi vista todos estos días.

El olor ahí abajo era extraño, pero después de tanto tiempo se había convertido en algo normal, no me daba hambre y la única razón por la que seguía comiendo era porque el me había hacerlo.

Al siguiente día cuando desperté eran las 11, camine a la cocina, el había dejado una bandeja y una nota.

Iré al trabajo, te deje tu desayuno, volveré más tarde y arreglaré tu puerta, te amo

Rompí la nota y volví a la cama, ya no sabía que hacer, mi plan estaba fallando, por más que lo intentaba no lograba hacer que el me sacará de ahí incluso cada que hablaba sobre eso el se enfurecía.

Entonces una idea vino a mí mente, estaba segura de que él iba a disculparse y está vez no lo perdonaría tan fácilmente.

Algo dentro de mi me decía que Megan estaba cada vez más cerca de mi, esperaba eso aunque probablemente solo era producto de mi ya dañada imaginación.

Justo como lo pensé el entro, yo estaba sentada en la cama, paso primero con una puerta y después con unas flores, no me moví de mi lugar y el no dijo nada.

— Buenas noches – dijo acercándose, dejo las flores frente a mi – Lo siento

No dije nada y tampoco tome más flores, el se puso de rodillas

— Dime algo – dijo y de nuevo me quedé callada – Haré lo que sea para que me perdones y todo vuelva a ser como antes

— Déjame salir – dije mirándolo – Dentro de tu casa por lo menos solo un momento

El se quedó callado, estaba suplicando que el dijera que si

— Arreglaré la puerta y después subiremos un momento

— Gracias – dije abrazándolo con fuerza, el correspondió el abrazo dejo un beso en mi frente y se fue a arreglar la puerta

Mientras el hacía eso, tome una hoja y escribí

Estoy abajo, ayuda.

Guarde la nota en mi bolsillo y espere ahí un rato, cuando el término guardo todo

— Vamos – dijo estirando su mano hacia mi

Tome su mano, abrió la puerta y después abrió la siguiente puerta, dejó sus cosas y luego tomo mi mano, subimos por las escaleras y cuando abrió todo el olor a humedad desapareció y juro que jamás había olido algo tan reconfortante, caminamos por ahí y luego me dejó sentarme en el sillón, deje la nota ahí entre el sofá, el me dió de cenar y me mostró más de su casa, fue el mejor día desde que estuve ahí.

— Vamos a dormir ya – dijo – Estoy cansado ya

Tome su mano y volvimos abajo, esa noche dormí más rápido de lo que creí, soñé que Megan llegaba por mi, nos íbamos a escondidas y nos mudabamos a México, comprabamos una casa enorme y luego adoptabamos dos perros y un gato.

A la mañana siguiente Joshua bajo tan rápido que me asustó, me miró y por un momento creí que había encontrado la nota.

— Te amo – dijo y beso mis labios – Hoy no podré desayunar aquí – dijo y acomodó mi desayuno en la mesa

— ¿A dónde vas? – pregunté

— Megan viene a comer – dijo y las mariposas en mi estómago al escuchar su nombre volvieron – Así que tengo que estar arriba

— Lo entiendo – dije

Beso mis labios con mucha desesperación, acaricio mi cabello

— ¿Estás bien? – pregunté

— Megan está muy rara – dijo

— ¿Cómo que rara?

— Jamás había querido desayunar aquí de estos tres meses que hemos estado desayunando

— ¿Vendrá sola? – pregunté

— Si, ella está sola

— No te pongas tan nervioso – dije y el beso mi frente

Reviso que todo estuviera bien y salió, me senté en la cama con la ilusión de que ella encontrará esa nota, deseaba que mi novia y futura esposa encontrará esa nota.

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