Capítulo 19: 3 Meses

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Alsey Smith

El se quedó callado ante mi pregunta, realmente no me importaba, pero si fingía una escena de celos le haría creer que algo de amor estaba surgiendo en mi.

— Vamos contesta – dije

— Yo... Yo – tartamudeo, se veía realmente estúpido y juro que habría muerto de risa si no fuera porque debía adentrarme en mi papel

— ¡¿Me estás engañando?! – grité y me levanté de la cama

— No es lo que parece – dijo caminando detrás de mi

— Anda mienteme y dime qué no lo hiciste

— Lo siento, no se que me pasó – dijo y me tomo de la cintura evitando que siguiera caminando, me giro para poder verme

— Eres igual a todos los hombres – dije y el tomo mi rostro con ambas manos

— Yo te amo enserio – dijo, la mirada en sus ojos mostraba miedo y supe que después de todo no había estado loca y sus ojos si eran negros a veces

— Si me amarás no hubiera hecho eso – dije y el beso mis labios

— Por favor, perdón – dijo – Es que Megan...

— ¡¿Que?! – grité y está vez mi grito si era de furia – ¡¿Te acostaste con Megan?! – grité molesta y lo empuje para que dejara de tocarme maldito hijo de puta si el se había atrevido a tocar a mi mujer yo....

— ¡No! – grito – Ella dijo que debía conseguir una novia bueno no, encontró un cabello tuyo u dije que tenía novia y tuve que ir a conseguir una mujer, pero solo conseguí una prostituta, no era mi plan acostarme con ella pero ella termino seduciendome, era tan identifica a ti que no pude resistirme, lo siento tanto

— ¿Lo hiciste porque tenías miedo de que descubrieran dónde estaba? – pregunté bajando mi tono de voz – ¿Lo hiciste por nosotros?

Parece que al escuchar la palabra nosotros el color verde volvió a sus ojos y estos brillaron con intensidad.

— Si – dijo me acerque a él y lo besé

Cenamos silencio, al siguiente día no pasó nada que deba ser contado, solo que Megan se había tragado el cuenta de la novia falsa de Joshua, el me mostró una foto de la chica, si que era parecida a mi, llevaba un vestido azul floreado y muy poco maquillaje, no parecía una trabajadora sexual después de todo.

Creí que me mostraría algo de Megan pero una foto suya jamás apareció.

Habían pasado 3 meses, estaba cansada de tener que besarlo y de permitir que Joshua me tocará con tanta brusquedad, estaba cansada de vivir ahí abajo, estaba tan cansada que a veces sentía que no podía respirar haya a abajo, sentía claustrofobia al ver ese pequeño lugar y saber que no saldría en mucho tiempo.
Joshua se había tragado el cuento de que estaba enamorada de él, me llevaba rosas, chocolates, cosas para desaburrirme, pero yo cada día me aburría más.

— Hoy cumplimos tres meses – dijo y yo lo mire, me había hecho un desayuno

— Lo sé – dije, claro que lo sabía había estado contando todos los días

— ¿No estás feliz? – pregunto

— Mucho – dije sonriendole

— Quiero tener hijos – dijo y yo me quedé callada – ¿Tu también?

— No aún no – dije y el dejo de comer

— ¿Por qué no? Estamos enamorados – dijo el tan solo pensar que debía embarazarme de el me revolvía el estómago, en estos 3 meses había tenido suerte que el me hiciera caso y lo hiciéramos con protección

— Joshua, no deberíamos tener un bebé estando aquí abajo necesito que el viva arriba que viva afuera de aquí – dije y el tomo mi mano

— Algún día – dijo

— ¿Cuando es algún día Joshua? Estoy cansada de vivir aquí abajo – dije y el se levantó bruscamente de la mesa

— No voy a arriesgarme a qué quieras irte – grito y yo lo mire

— ¿Por qué no confías en mí? – dije levantándome también – Ya te demostré que estoy enamorada de ti

— No vas a salir hasta que yo esté seguro y si esa es tu condición para tener un hijo entonces podemos esperar – dijo, saco sus llaves y salió

Me quedé sentada en la cama, me pregunte si Megan aún creía que estaba viva o si sus esperanzas ya no existían, Joshua ya no hablaba de ella, yo no podía pedirle que hablara de ella pues me vería muy obvia, pero la extrañaba a cada segundo que pasaba, aún recordaba sus labios, su sabor a fresas, su cabello lacio y suave, su piel, lo bien que mis manos podían tomar sus pechos, el sabor que había en todo cu cuerpo.

Tenía que hacer algo para que ella supiera que estaba ahí, viva, debía hacer que Joshua durmiera para tomar tu teléfono.

En la noche el bajo, dejo una bolsa me senté pero el no lo hizo

— ¿No vas a comer conmigo? – pregunté

— No – dijo

— Por favor, te extrañé mucho hoy – dije y el me miró – Lamento lo que dije en la mañana no volveré a hablar del tema

— ¿No eres feliz aquí abajo? – pregunto

— Lo soy, pero extraño el aire, el sol, el pasto, la tierra todo – dije y el me miró – Lo siento si te hago creer que no soy feliz aquí, pero lo soy, si estoy contigo lo soy

El sonrió y beso mis labios, comimos mientras el me hablaba de su día, me ayudó a lavar los platos.

— Iré a dormir – dijo

— Quédate conmigo – dije

— Pero...

— Por favor quiero dormir contigo a veces me da frío y miedo aquí solita – mentí, pues realmente amaba cuando el no estaba ahí

— Está bien – dijo sonriendo

El se acostó conmigo, vimos una película romántica que lo durmió a la mitad de la película, revise tu pantalón que estaba en el suelo y ahí estaba su teléfono, tome su dedo y lo desbloquee, me sabía a la perfección el número de Megan, me metí al baño para enviar el mensaje

No respondas a este mensaje Meg, soy Alsey me tienen secuestrada

Antes de seguir escribiendo escuché los pasos de el

No tengo tiempo, pero estoy viva mi amor, sigo aquí por ti, revisa mi computadora el primer nombre es el culpable, te amo, te amo con toda mi alma.

Borre el mensaje, metí el teléfono en mis pechos y salí, el estaba tomando agua.

— Hola mi amor – dijo sonriendo

Me acerque a él y dejé un beso en sus labios el sonrió y siguió tomando agua, camine a la habitación y deje su teléfono donde estaba.

El se sentó junto a mi, me abrazo de nuevo, beso mi cabello.

Esperaba que ella leyera el mensaje, que su número siguiera siendo su número y entonces algo paso por mi mente ¿Y si Megan ya había hecho su vida y por eso Joshua había dejado de hablar de ella? ¿Y si ella ya tenía una relación nueva y por eso no veía a Joshua más? Eso hizo que me doliera el pecho, yo estaba confiando mucho y probablemente ella ya me creía muerta, me arrepentí de enviar el mensaje pues si Megan realmente había hecho su vida de nuevo, se sentiría culpable de hacerlo y yo no quería que eso pasara.

Dulce Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora