Capítulo 25: Megan

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Alsey Smith

Mientras más tiempo pasaba un dolor en el vientre comenzó, mire el reloj, me había tomado la segunda pastilla, el doctor entro

— Haremos un ultrasonido para saber cómo está – dijo y yo sólo asentí

Mientras iba en aquella camilla no pude evitar no pensar en ella, siempre dijimos que intentariamos tener un hijo y que si no lo lográbamos podríamos adoptar ese siempre fue nuestro sueño, toque mi vientre, se supone que ahí dentro estaría lo más hermoso del mundo y lo que más deseaba, pero lo único que había era un ser que no quería, algo que me causaba escalofríos, algo que si nacía odiaria toda mi vida sin importar que el no tenía la culpa, pero verlo sería ver el vivo retrato de todo lo que me pasó y del que por culpa de su padre perdí lo que más amaba.

No era justo que ese bebé creciera sabiendo que no era el fruto de un hermoso amor, no era justo que creciera sabiendo que no existía nadie más en el mundo que odiara más que a su padre, no era justo que él supiera que jamás podría amarlo como una madre ama a su hijo porque era el fruto de los peores días de mi vida.

Al llegar el doctor me puso el gel en el vientre, mire el techo de nuevo

— No funcionó – dijo el doctor y lo mire rápidamente

— ¿Que dijo? – pregunté

— Tendremos que hacerle un legrado no estoy seguro de que haya funcionado

Mire a la enfermera quien me cubrió de nuevo y me llevo a un quirófano me puso una máscara y perdí el conocimiento.

Cuando desperté estaba en el cuarto del principio, mire a todos lados, mi cuerpo estaba tan medicado y controlado que ni siquiera había podido llorar, el doctor entro junto a mamá, se que ella estaba realmente molesta conmigo, sin embargo había ido por mi, el doctor dijo que podía volver a casa, pues el oficial Ryment iría a tomar mi declaración, mamá me ayudó a vestir.

— ¿Estás bien? – pregunto mamá – Pareces drogada seguro eso de haber hecho ese pecado te tiene así de mal

— Estoy drogada mamá – dije y ella dejo de abrochar mis tenis – No he dejado de tomar medicamentos y tranquilizantes no siento nada

— ¿Ni siquiera el haber matado ese bebé?

— Mamá no he podido llorar la muerte de Megan ¿Por qué lloraría la muerte de alguien que no amaba? – pregunté

— Ella te busco hasta el último de sus días Alsey, Megan siempre estuvo al tanto de todo – dijo y se levantó, comenzó a guardar las demás cosas y me ayudó a poner el suéter

— ¿Nunca se dió por vencida? – pregunté mientras ella cerraba la maleta

— Nunca, siempre decía que había algo que le decía que tú estabas viva, Megan siempre tuvo esa ilusión, incluso yo iba a darme por vencida pero ella siempre me dió ánimos de seguir, un día antes de encontrarte ella me prometió que volverías a casa sana y salva – dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas – Ella me prometió que volveríamos a México juntas.

El dolor en el pecho se hizo más intenso, dolía tanto que incluso estaba comenzando a asfixiarme, pero ninguna lágrima salía aún.

— ¿Que harás ahora? – pregunto mamá

— Quiero ir a el departamento – dije y ella sonrió – Después podremos irnos a México

— Está bien cielo

Después de darle las gracias al doctor salimos de ahí, mamá condujo hasta el departamento de Megan y me dejó ahí, antes de entrar mire a mi al rededor, gire la perilla y entré, el olor de Megan inundó mis fosas nasales al instante, ese dulce aroma que siempre la acompañaba estaba aún ahí, camine hasta la cocina, aún había un plato sucio ahí, camine hasta la habitación y al abrirla una ola de recuerdos y tristeza me inundó, desee verla ahí acostada, desee correr a sus brazos para besarla, seguramente ella me besaría con tanta pasión que terminaríamos haciendo el amor, después nos duchariamos y después veríamos una película abrazadas, ella me diría que me ama cada que lo sintiera y yo me sentiría la mujer más afortunada del mundo por tenerla conmigo.

Camine a su closet y saque ese traje que usaba cuando tenía algo importante y necesitaba suerte, aún olía a su perfume y podía recordar a la perfección como se amoldaba a su cuerpo.

Me senté en la cama y no se cuánto tiempo paso, hasta que mi mente lo entendió todo por fin, jamás volvería a verla, no la escucharía de nuevo y tampoco la abrazaría de nuevo, estaba en un mundo donde Megan ya no estaba, un mundo donde Megan y yo ya no existimos.

El dolor en el pecho de hizo tan profundo que está vez tuve que poner mis manos en mi pecho, ya no podía respirar y el pánico se apoderó de mí cuerpo, me abrace a mis rodillas mientras la respiración se me cortaba y por fin después de tanto tiempo pude llorar

No estaba preparada para vivir sin ella, en un mundo donde Megan ya no existía, no quería vivir así, con este dolor que se sentía como si en cualquier momento me mataría, estaba muerta por dentro pero seguía ahí, abrace su almohada con fuerza y comencé a gritar, grité hasta que mi garganta no pudo más, grité hasta quedarme sin habla y llore hasta quedarme dormida.

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